Interna peronista: Schiaretti y Caserio ya tienen sus libretos para la campaña

Interna peronista: Schiaretti y Caserio ya tienen sus libretos para la campaña

Los candidatos del gobernador harán hincapié en la gestión provincial y en la defensa del sector productivo. El senador sostendrá que no hay un espacio intermedio entre el macrismo y el Frente de Todos.

La pandemia y la drástica decisión del presidente Alberto Fernández de volver al confinamiento estricto por nueve días no eclipsaron la discusión interna entre los peronistas cordobeses: el gobernador Juan Schiaretti y el Frente de Todos, liderado por el senador Carlos Caserio, ya tienen sus libretos de campaña de cara a las próximas elecciones legislativas.

Las últimas medidas del Gobierno nacional, como suspender las exportaciones de carnes por 30 días, y algunos proyectos que el oficialismo impulsa en el Congreso parecen haber distanciado definitivamente a Schiaretti del Frente de Todos.

Definitivo es una palabra apresurada en política, pero el jueves por la noche, cuando el Senado le daba media sanción al proyecto de emergencia sanitaria (para la oposición, son superpoderes para el Presidente), un schiarettista de la primera hora marcó las profundas diferencias que tiene con el oficialismo nacional.

“No pregunten más por un posible acuerdo electoral. Somos otra cosa. No tenemos nada que ver con ellos”, sentenció, para diferenciar al PJ provincial del Frente de Todos que hegemoniza Cristina Fernández.

La definición no fue de Schiaretti, pero sí de un dirigente que suele difundir fielmente el pensamiento político del gobernador, hoy recuperándose de una intervención renal.

Desde la otra vereda, Caserio fue recibido otra vez por el presidente Alberto Fernández, el miércoles pasado, en la quinta de Olivos.

 

Fue el segundo encuentro en dos semanas. En el anterior, el senador fue acompañado por los tres diputados nacionales frentistas de Córdoba: Gabriela Estévez, Pablo Carro y Eduardo Fernández.

En ambas reuniones, sin elevar el tono de las críticas hacia el gobernador, el Presidente dejó clara su decisión de enfrentar al schiarettismo en las urnas . También comunicó que Cristina Fernández apoya este plan.

“Schiaretti tiene una visión de país distinta de la del Frente de Todos. Soy peronista e integré casi todas las gestiones provinciales. Yo trabajé para la reelección del gobernador en 2019, pero no puedo entender que no acompañe al Gobierno nacional, que con sus aciertos y errores es distinto del macrismo. No tengo dudas de que Schiaretti se sintió cómodo con Macri. No es una chicana. En esta definición radican las diferencias”, afirma Caserio, en una charla distendida. Es lo mismo que dijo en sus últimas declaraciones públicas.

LÍNEA DIVISORIA

Tanto para schiarettistas como para los frentistas, la decisión de suspender las exportaciones de las carnes marca una línea divisoria, que no puede unir ninguna rosca política.

Para Schiaretti, la medida afecta a la producción y se presenta como el defensor del sector agropecuario.

El vicegobernador Manuel Calvo, a cargo del Ejecutivo, lo aseguró sin matices. “Del gobernador Schiaretti aprendí que al campo hay que defenderlo con uñas y dientes. Es nuestra principal economía regional”, manifestó el vicegobernador.

Para Caserio y la diputada nacional Gabriela Estévez, cerrar las exportaciones por un breve período favorecerá el consumo de “la gente”.

“Es una medida transitoria. El Gobierno debe defender la mesa de los argentinos y no el negocio de un sector. Sabemos que los productores ganaderos están en contra, pero deben entender que hay millones de argentinos que no pueden acceder a la carne. El Gobierno no puede hacerse el distraído. No se puede hablar sólo para quedar bien. Hay que buscar soluciones”, dijo Caserio, en obvia respuesta al schiarettismo.

DIFERENCIAS EN EL CONGRESO

La única coincidencia de los últimos tiempos fue que el Gobierno provincial se alineó con la decisión del Presidente de volver a la fase 1 de la cuarentena.

No le quedó otra a Schiaretti. Hasta el díscolo jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se encolumnó con la medida dispuesta por la Casa Rosada.

En los próximos días, en el Congreso se alimentarán las diferencias entre schiarettistas y frentistas.

Los cuatro diputados nacionales que responden al gobernador ya anunciaron que rechazarán la reforma de Ministerio Público Fiscal, el nuevo régimen para los biocombustibles y la mencionada norma de los superpoderes.

Mientras, los legisladores nacionales del Frente de Todos de Córdoba apoyarán estos proyectos, con argumentos opuestos a los de los schiarettistas.

Serán temas que dividirán las aguas entre los dos sectores del PJ en la próxima campaña electoral.

Los schiarettistas buscarán pescar en la amplia laguna del anticristinismo en la provincia, tratando de vender “el modelo cordobés”. Competirán por esa amplia porción del electorado con Juntos por el Cambio, que aglutina a radicales, al PRO, a juecistas y a la Coalición Cívica.

En el Frente de Todos admiten que no tienen chances de ganar las elecciones. Su objetivo será fidelizar el voto de la porción de apoyo, que es minoritaria, pero que sería superior al 35% que el Gobierno nacional tiene en la provincia.

Será una pulseada entre peronistas por la tercera banca en el Senado. Para esa elección, Schiaretti y Caserio ya tienen sus libretos, en una disputa que algunos pronostican que será para “alquilar balcones”.

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