Intendentes del Conurbano en alerta: temen que la caída de Macri los deje sin reelección

Intendentes del Conurbano en alerta: temen que la caída de Macri los deje sin reelección

Los candidatos del PJ podrían beneficiarse por el arrastre de Cristina. La estrategia del oficialismo.

 

Es uno de los intendentes que mejor imagen e intención de voto tiene en el Conurbano, la zona más esquiva para el Gobierno. Sus números le dicen que mide 5 puntos más que María Eugenia Vidal y 13 más que Mauricio Macri. Sin embargo, con la unificación del calendario electoral de la Provincia y de la Nación, la ventaja del alcalde se licua y le da un empate técnico con la boleta que llevará en la cabeza el nombre de Cristina Kirchner.

El panorama es más preocupante para los intendentes y candidatos que no tienen buenos números para ostentar. “Muchos están jodidos”, explican sin anestesia uno de ellos. El problema no es solo de los jefes comunales cuando se habla del principal distrito electoral del país que definirá -sin balotaje- la suerte de la gobernación el mismo día que la elección presidencial.

Cada vez son más quienes esperan una derrota en Quilmes y Pilar. En la gobernación no le perdonan a Martiniano Molina que sus concejales hayan conseguido más votos que la boleta de Esteban Bullrich en 2017.

 

Por ahora, Vidal decidió no intervenir esos municipios. Sin embargo, hay un monitoreo exhaustivo de las cabeceras de cada sección. La gobernadora aumentará sus visitas a esos municipios de ahora en adelante. General Rodríguez también entró en zona de riesgo.

El jefe de Gabinete bonaerense Federico Salvai monitorea desde 2016 los 36 municipios con mayor caudal de votos. La Plata, Bahía Blanca, Mar del Plata, Quilmes, Lanús, Morón -con realidades distintas- constituyen algunas de las principales obsesiones del Ejecutivo bonaerense. La caída en 2018 fue constante en todos.

El intendente de Quilmes Martiniano Molina vota en 2017. Su municipio está en

General Rodríguez es otro de los municipios oficialistas del Conurbano en situación de riesgo electoral. Ya nadie tiene esperanzas reales de ganar Avellaneda o Esteban Echeverría, aunque tampoco pierden la ilusión de sumar más votos.

Una cosa es segura para los referentes de Cambiemos. La reactivación económica -si llega- se sentirá en el interior bonaerense, por la cosecha, pero no en el GBA.

En el Conurbano -como aclara un intendente- hará falta más imaginación para vender expectativas, el principal activo que perdió la gestión del Presidente entre 2017 y la actualidad.

Por esa razón algunos jefes comunales reclaman “dejar de hacer lo que tenemos que hacer” -como reza el eslogan oficial para justificar aumentos y reducir el déficit- y “empezar a hacer lo necesario para ganar”. El aumento de las jubilaciones -que en el Gobierno insisten que será más alto que la inflación- sería un gesto en ese sentido. “Todo eso irá al consumo”, calculan. Más fondos -apuestan- podrían llegar si avanzara el plan para derogar las PASO, una opción hoy improbable.

Los menos pesimistas no reniegan de la supremacía de Cristina en la tercera sección, pero aseguran que no es tan definitoria. “Hay mucho voto vergonzante y la gente no quiere volver para atrás”, insisten.

En el Gobierno apuntan que una vez que se consolide la candidatura de la ex presidenta, inversiones y variables económicas podrían empeorar, pero no pierden el optimismo. “Todo lo malo que sea para nosotros la economía, será bueno para la política”, explican. A nada le temen más que a una nueva corrida del dólar.

En el macrismo creen que la polarización es una garantía de éxito. Quienes gestionan y trabajan de buscar consensos, sin embargo, están preocupados por la gobernabilidad después de una campaña agresiva. Esa inquietud se replica en el Conurbano. 

María Eugenia Vidal con Nicolás Ducoté en Pilar, otra intendencia con problemas.

Cerca de Federico Suárez, el ministro que controla la comunicación bonaerense, señalan que no les preocupa perder intendencias siempre y cuando mantengan el caudal electoral.

La carta ganadora para todos sigue siendo Vidal. Aunque ahora elucubran planes para “ayudarla”. Uno de ellos es cambiar a su vice. Cristian Ritondo y Jorge Macri se postulan para suceder a Daniel Salvador. En la Provincia dicen que podría aportarles más de un punto porque ostenta un perfil distinto al de la gobernadora.

Sube y baja. Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Jorge Macri (Vicente López), Ramiro Tagliaferro (Morón) y Néstor Grindetti Lanús en una reunión de intendentes del PRO.

Gustavo Posse, intendente de San Isidro, donde Cambiemos cosechó el 60% de los votos en 2017 y le sacó 40% de ventaja a Unidad Ciudadana, defiende  el lugar de la UCR en el armado y califica a Salvador como "el mejor vicegobernador". 

“El enorme riesgo que tenemos es que Mauricio gane en el balotaje y que María Eugenia no gane la Provincia”, señala otro intendente de vínculo con el Presidente. Para eliminar esa posibilidad, los intendentes del PRO empujan la derogación de las PASO, una idea que Marcos Peña y Jaime Durán Barba resisten.

Vidal le baja el pulgar a esa chance, pero habilita el desafío de los alcaldes a la estrategia diseñada por el jefe de Gabinete. "En el Congreso se puede ganar o perder, pero está bueno saber quién está de cada lado", declaró Jorge Macri en el Foro de intendentes del PRO. También negó que los alcaldes intentaran despegarse de la gestión nacional. "Nos gusta preparar una única elección con el Presidente", dijo. Por otra parte, esta semana recordó que "es necesario que haya energía accesible para todos".  

Uno de los jefes comunales preferidos de la Plata hizo otra lectura sobre las "bondades" de la estrategia para eliminar las PASO. “Tendríamos un mes y medio menos de campaña, llegaríamos con más gestión hacia octubre y a Alternativa Federal se le complicaría plantear una interna a Cristina", explica. 

Vidal, mientras tanto, seguirá mostrándose todas las semanas con el Presidente. El lunes visitará -sola, hasta ahora- el Conurbano, su principal obsesión. Los intendentes piden no subestimar el corte de boleta y se aferran a la estadística: recuerdan que en la Argentina el 90% de los gobernadores que se presentaron a una reelección ganaron.

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