Inflación y baja en la recaudación complican plan de las provincias para reducir el déficit

Inflación y baja en la recaudación complican plan de las provincias para reducir el déficit

En el segundo semestre se espera que crezca el nivel de gasto en obra pública

La recesión compromete el proceso de normalización de las cuentas fiscales provinciales. Como la recaudación este año crece a ritmo mucho menor que la inflación, los fondos repartidos entre las provincias terminan siendo negativos en términos reales y dificultan el recorte del déficit fiscal consolidado, que alcanzó los $45.000 millones a fines del año pasado. Según las primeras estimaciones privadas, los ingresos de las provincias deberían crecer al 34% este año (mientras los gastos lo hagan al 31%) para lograr achicar el rojo fiscal del conjunto de las provincias hasta $2.500 millones, y bajo este esquema cada punto menos del ingreso será de $10.000 millones de déficit que no podrá ser recortado.

El crecimiento de la recaudación de junio, que según la AFIP fue de 24%, perdió casi 20 puntos contra la inflación interanual. La brecha entre los dos indicadores refleja un menor reparto de fondos coparticipables, que provienen básicamente de dos gravámenes: IVA e Impuesto a las Ganancias. Para Félix Piacentini, director de la consultora NOAnomics, “los recursos de coparticipación van al mismo ritmo que la recaudación. En un momento así de desaceleración recaudatoria por menor presión fiscal se reparte menos. Casi $200.000 millones se dejaron de recaudar por medidas fiscales que tomó el Gobierno”. Para ciertas provincias, la diferencia entre ingresos al fisco y aumento de precios ya complica las cuentas locales. La semana pasada el gobierno correntino afirmó que por la pérdida en términos reales de fondos de coparticipación, la administración provincial comenzaría a priorizar el pago de salarios.

Tanto la Nación como las provincias registraron durante el primer semestre una reducción del gasto público, aunque sólo el que corresponde a gastos de capital, es decir la obra pública. Las transferencias discrecionales de la Casa Rosada hacia las provincias aumentaron solamente 2,7% durante los primeros cuatro meses del año, según el relevamiento del especialista en temas fiscales de Cippec Walter Agosto. El 50% del gasto provincial, calculó Agosto, se destina al pago de salarios, aunque esa parte de las erogaciones se mantuvo intacta.

Durante el segundo semestre, estiman los especialistas, el gasto público no podrá mantener ese nivel de subejecución. De acuerdo con el análisis de Agosto, “para las provincias sería raro que se pueda achicar el déficit consolidado este año. Imagino un 2016 con déficit, a lo mejor algo más acotado. En el primer trimestre las partidas de gastos estuvieron casi sin ejecutar. El primer trimestre en la provincia de Buenos Aires terminó, por ejemplo, con un superávit de 3.000 millones de pesos. Es poco probable que lo sostenga cuando el año pasado terminó con déficit de 20.000 millones. Todo indica que el Gobierno nuevo prácticamente se sentó encima de la caja”.

El conjunto de provincias sumó un rojo fiscal

de $45.000 millones a fines del año pasado

El director de NOAnomics elaboró un cálculo preliminar sobre cómo deberían ser los porcentajes de crecimiento y gastos este año en el conjunto de provincias para intentar reducir el rojo fiscal. “Una primera tesis para este año es que si los ingresos totales aumentaran 34%, algo que parece difícil, y gastos al 31%, en ese caso las cuentas provinciales podrían terminar en déficit de 2.500 millones de pesos. Bajo este esquema de cálculo, cada punto que resignen los ingresos serían $10.000 millones que no se lograrán reducir del déficit total”, de 45.000 millones.

No obstante, una circunstancia extraordinaria podría ayudar a achicar ese rojo en las cuentas públicas. “Hay tres provincias, Santa Fe, Córdoba y San Luis, que recuperaron el 15% pleno de coparticipación, son unos $15.000 millones que se suman al consolidado provincial, por una vía ‘extraordinaria’. Aun así, aunque las provincias puedan reducir el déficit este año, no se observa la implementación de ningún programa para que la situación fiscal general cambie”, concluyó Agosto.

En las próximas semanas, por otra parte, las provincias y la Casa Rosada firmarán un acuerdo de reducción de déficit con pautas de política tributaria, previsional y de endeudamiento y con la meta de llegar al equilibrio fiscal en 2019.

Fiscos provinciales deben adherirse a la ley

Promulgarán esta semana el blanqueo y esperan reglamentación

Esta semana se promulgará la ley de sinceramiento fiscal y moratoria impositiva, mientras se espera que AFIP termine de definir la reglamentación de estas dos normas aprobadas en el Congreso mediante la ley “ómnibus”.

Los técnicos del organismo tributario trabajan todavía en la reglamentación del blanqueo de capitales, que estiman estará listo para fines de julio y que tendrá que despejar dudas respecto a las restricciones que tendrá la suscripción de bonos por los cuales se evitará el pago del Impuesto Especial, entre otros puntos.

Otro paso administrativo que todavía resta es la adhesión de las provincias al régimen, por lo cual aceptarán las condiciones previstas en la ley. De esta forma, los contribuyentes que decidan ingresar al blanqueo tendrán la certeza de que no quedarán expuestos a reclamos de provincias o municipios por la exigencia de pago de impuestos locales. Hasta el momento la única que adhirió al blanqueo fue Córdoba.

En la Unidad de Información Financiera (UIF), además, aclararon que aquellos contribuyentes “que adhieran al blanqueo y que sólo hayan tenido inconvenientes en materia de evasión, no se les va a iniciar ninguna investigación. Si algún delincuente está tratando de aprovechar el blanqueo para lavar dinero proveniente de un delito más grave, lo vamos a investigar”, dijeron en la UIF.

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