La inflación viene desacelerando suavemente. En mayo se espera que haya cerrado en torno al 3,5%. Un número que todavía implica niveles muy altos y que llevará al acumulado de los primeros cinco meses del 2021 al 21,7%. Representa tres cuartos de la meta de 29% planteada por el ministro de Economía, Martín Guzmán. Mes a mes, la indumentaria, y especialmente los alimentos, siguen liderando las alzas. 

Este martes, la consultora Orlando Ferreres y Asociados publicó su IPC-OJF, que mostró un incremento generalizado de 3,3% para el mes. Se trata de una de las estimaciones más bajo para mayo. El informe detalló: “De acuerdo con el IPC-OJF (GBA), la inflación de mayo fue de 3,3% mensual y registró un crecimiento interanual de 43,8%. Por otra parte, la inflación núcleo avanzó a un ritmo mensual de 3%, marcando un aumento de 45,8% anual. La inflación general acumulada fue de 19,8%”. En cambio, si el IPC Nacional del Indec, que se publicará el miércoles 16 de mayo, trepa al 3,3%, la acumulada será de 21,4%. 

Ferreres agregó: “En cuanto a los principales rubros, Indumentaria encabezó las subas del mes, registrando un alza de 6,2% mensual. Por su parte, Transporte y comunicaciones lo hizo en 5% mensual, mientras que Salud avanzó 4,4% mensual. En cuanto a los bienes y servicios regulados, éstos registraron una variación de 3,6% mensual, mientras que los estacionales subieron 4,8% mensual”.

Los textiles no dejan de aumentar

Indumentaria es por lejos el rubro que más aumentó en el último año. Hasta abril, el dato de Prendas de vestir y calzado informado por el Indec mostró un incremento interanual de 79,1%, el más alto de todos por mucho. Lejos de asociarlo con la protección a importaciones de la que gozan algunas industrias del sector, desde el Ministerio de Desarrollo Productivo lo relacionan con los bienes importados. 

Y es que la medición del Indec se realizan en cadenas comerciales, que principalmente ofrecen productos importados. Según sostienen, eso se acentúa en invierno, ya que las prendas de abrigo son en su mayoría de origen externo. Afirman, además, que se trata de importaciones del invierno 2020, cuyo stock sigue presente por el cierre pandémico del año pasado.

La inercia y los alimentos, dos grandes problemas

Por su parte, CERX observó una inflación de 3,6% en mayo. Los alimentos, señaló la consultora, tienen un piso de 3,5%. La clave inflacionaria parece ser la inercia. Con los precios subiendo por encima del 40% en tres de los últimos cuatro años, las consultoras la estiman en torno al 45% para el 2021. Pero la expectativa inflacionaria de “la gente”, medida por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) marca una de 50,2% para los próximos 12 meses. 

Desde CERX resaltaron un fenómeno interesante: “Un factor que agudiza las expectativas de inflación hoy, es la menor frecuencia con que la gente realiza consumos. Eso deriva en que cuando va a comprar, recibe las subas acumuladas, y percibe entonces que la inflación camina a un ritmo mayor al de por sí se mueve”. 

Las subas en los alimentos son las que más preocupan, ya que tienen un impacto regresivo importante. De ahí las subas diferenciales en las líneas de pobreza e indigencia. En el semestre móvil noviembre-abril, la pobreza trepó al 44%, por encima de los niveles de 42% de julio-diciembre.

Focus Market observó un incremento bastante por encima que el de las otras consultoras. Señaló que los alimentos treparon 4,3% en mayo. Su director, Damián Di Pace, señaló: “La gran preocupación sigue dada porque hoy un salario mínimo vital y móvil es de $24.408 y la canasta básica alimentaria es de $ 26.667. Cada vez que llega un nuevo tramo de ajuste del salario mínimo vital y móvil el terreno ganado respecto poder adquistivo es perdido inmediatamente por el incremento de precios en el mercado”.

Otras consultoras dieron sus proyecciones inflacionarias de mayo. Para Eco Go el alza fue de 3,6%, para Seido de 3,9% y para Ecolatina de 3,4%.