La industria medioambiental vasca facturó 3.680 millones en 2017

La industria medioambiental vasca facturó 3.680 millones en 2017

El cluster del sector ambiental de Euskadi reforzará su apuesta por la innovación y el uso de nuevas tecnologías en áreas como la gestión del agua y los residuos, el control de la calidad del aire o las smart cities.

La industria medioambiental vasca facturó 3.680 millones de euros el año pasado, casi 135 millones más que en 2016, y ya supone el 5% del PIB vasco, según hizo público ayer el cluster de industrias del medio ambiente de Euskadi, Aclima, a cuyas empresas asociadas corresponde más del 50% de dicha facturación, un total de 1.882 millones.

El presidente de Aclima, Xabier Caño, aseguró que las empresas del cluster llevan ya dos años experimentando un crecimiento sostenido (un 3,5% en 2017) apoyado por “la recuperación económica de la industria general y un mayor gasto público en el sector ambiental”, a lo que hay que añadir “el esfuerzo realizado en el posicionamiento internacional de las empresas del sector”.

En este sentido, Caño insistió en que el indicador de ventas en el exterior está mejorando, “de manera lenta pero sostenida”, gracias a la apuesta realizada por muchas de las empresas del sector de reforzar su presencia en mercados internacionales, “de manera especial en Latinoamérica y Oriente Medio”. Así, los proyectos desarrollados en otros países supusieron una facturación de 403 millones de euros para las empresas de Aclima.

Otra apuesta destacada del cluster, según sus responsables, fueron la investigación y la innovación, en las que se invirtieron más de 136 millones de euros.

De hecho, Aclima mantendrá esta apuesta por la innovación con su nueva área estratégica Basque Environment 4.0, que identificará y acercará al sector ambiental nuevas tecnologías susceptibles de contribuir a mejorar su eficiencia y su impacto en el entorno, tales como la sensórica, la robótica, el Big-Data, internet de las cosas o los drones. Kristina Apiñaniz, directora general de Aclima, hizo especial referencia a las posibilidades del Blockchain en el ámbito de la gestión de residuos.

“La combinación de las diferentes tecnologías permite ofrecer soluciones globales de mayor valor añadido, por lo que estamos fomentando la creación de consorcios y el desarrollo de proyectos de I+D+i en colaboración”, explicó Kristina Apiñaniz.

Precisamente, la directora general de Aclima destacó el aumento de la presencia en el cluster de empresas del sector tecnológico que están desarrollando herramientas de gran interés para su aplicación en el sector ambiental como la gestión del agua y los residuos, la agricultura, la calidad del aire o las smart cities.

LOS RESIDUOS URBANOS, UN ASUNTO PRIORITARIO

Kristina Apiñaniz destacó que los núcleos urbanos son “responsables” del 50% de los desechos globales y causantes “del 60 al 80% de los gases de efecto invernadero”, por lo que la mejora de la gestión de los residuos en las ciudades es “un asunto absolutamente prioritario”.

El clúster continuará trabajando, asimismo, en impulsar la economía circular -sobre todo en la industria- y en comunicar “de manera más concienzuda y constante” las ventajas de este modelo económico, que permite a las empresas “ahorrar costes aprendiendo a racionalizar sus recursos, además de crecer en competitividad”.

“Existe un amplio margen para mejorar los procesos industriales mediante la economía circular, aplicando el ecodiseño en los productos y procesos, la remanufactura, la reutilización o el reciclaje sistematizado”, explicó Apiñaniz.

El cluster Aclima está formado por 103 socios (78 empresas privadas, 16 entidades e instituciones públicas, 4 centros tecnológicos y centros de empresas, 4 universidades y una asociación empresarial) que trabajan en el sector ambiental y emplean de forma directa a 5.217 personas (un 11% más que en 2016).

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