La incertidumbre con el dólar blue llega a las góndolas y se aceleran las remarcaciones

La incertidumbre con el dólar blue llega a las góndolas y se aceleran las remarcaciones

En las últimas dos semanas, supermercados, almacenes y kioscos recibieron listas con subas de hasta 35%. Aceite, azúcar y papel higiénico, las categorías más críticas.

Por Damián Kantor

El ritmo de las remarcaciones acompañan la escalada del dólar blue. Cadenas, autoservicios, almacenes y kioscos aseguran que vienen recibiendo listas con subas de hasta 35% en las últimas dos semanas y que se racionan las entregas en productos específicos, como aceite y azúcar. Las fuentes aclaran que no hay desabastecimiento, pero admiten que falta variedad de marcas en algunas categorías.

El problema es generalizado y golpea a los bienes durables (autos, motos y electrodomésticos) y al consumo masivo. "En estos 15 días, el costo del azúcar saltó de 107 a 170 pesos y te ponen un tope de dos bultos por persona", graficó Fernando Savore, titular de la cámara de almaceneros bonaerenses. Algo similar ocurre con el aceite. "Café y papelería hay, pero con aumentos del 35%", añadió el directivo.

El lunes, el blue cotizaba en $ 291.00 y este jueves cerró en $ 337: subió $ 46 en solo cuatro días. A esto se suma las restricciones para ingresar mercadería del exterior, lo que complica a rubros dependientes de insumos importados. Desde una armaduría de motos se lamentan: "Desde hace 10 días que no aprueban nada y hoy la planta trabaja con el stock disponible". En promedio, las unidades aumentaron 15% en promedio y "algunas marcas establecieron cupos a las entregas".

Savore subraya que como consecuencia de esto, los almacenes registran caídas en las ventas de entre 30 y 35%, como reflejo de la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos. En las grandes cadenas reconocen que reciben nuevas listas "casi todos los días" por parte de sus distintos proveedores. Y que el mayor problema radica con la papelería: papel higiénico, rollos de cocina, servilletas y pañuelos descartables. "En la última semana aumentaron entre 15 y 20%", confió la fuente.

Los kiosqueros describen un panorama parecido. Ernesto Acuña, de la UKRA -una de las cámaras sectoriales- señala que las remarcaciones están a la orden del día, sobre todo en los productos de importación directa. "Las pilas, por ejemplo, aumentaron 17% a principios de mes y esta semana subieron otro 17%", ejemplificó el directivo. Lo mismo ocurre con las hojas de afeitar y algunos preservativos. Este lunes, "los cigarrillos subieron 10%", dijo a modo de ejemplo.

La incertidumbre con la cotización del dólar blue impacta de lleno en las expectativas. Fabricantes, proveedores y mayoristas retienen la mercadería cuyo costo de reposición desconocen. Los casos más extremos son los productos importados totalmente o que son elaborados con componentes comprados en el exterior.

Las restricciones afectan principalmente a la industria automotriz y la electrónica fueguina, obligadas a tomar créditos a 180 días para financiar sus importaciones por cuenta propia, lo que encarece su operatoria. "Estamos analizando algún ajuste de precios en los próximos días pero por ahora no estamos limitando la entrega de mercadería", reconoció un ejecutivo de una terminal.

Víctor Palpacelli, presidente FASA (Federación Argentina de Supermercados, la cámara que agrupa a las cadenas del interior) comenta que los precios subieron 10% en promedio en los últimos 15 días. Y si bien recalca que "no hay desabastecimiento" reconoce que "hay quiebres de stock en algunas categorías". Palpacelli coincide en "la profundización del problema de la papelería" y que en algunos casos se cortó o disminuyó la entrega de pedidos "o se cambiaron las condiciones de venta".

La crisis impacta en una población agobiada por la volatilidad de los precios y la incertidumbre. Según el estudio "Social Mood" de la consultora de Fernando Moiguer, el 75% de los argentinos declaró que "en el último mes tuvo que recortar de forma significativa sus gastos del presupuesto habitual". La encuesta fue elaborada en exclusiva para Clarín y relevó 1.100 personas de todos los niveles socioeconómicos.

Las principales conclusiones indican que el 65% cambió la forma de comprar productos para el hogar, el 42% dejó de comprar productos habituales como carne o gaseosas, 39% dejó de comer afuera, 21% Dejó de pagar algunos impuestos/cuentas/servicios y el 15% dejó el gimnasio/club/curso, 12% vendió la moto/auto, 10% dejó de pagar cuotas pendientes, 9% Dio de baja el alquiler y se fui a vivir a un lugar más barato/ o con un familiar/ amigo.

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