Imputaron a Cristina por lavado de dinero tras la declaración de Fariña

Imputaron a Cristina por lavado de dinero tras la declaración de Fariña

Lo decidió el fiscal Marijuán, que impulsa la investigación de la Ruta del Dinero K y los negocios de Lázaro Báez con los Kirchner. También imputó a De Vido y al financista Clarens.

Ex “valijero”, hoy “arrepentido” en la principal causa de lavado de dinero que se investiga en tribunales, Leonardo Fariña, declaró el viernes bajo esa figura que le permite tener protección y quizás un beneficio procesal, como la rebaja de una pena. No había pasado ni una hora frente al juez y el fiscal de la causa de “La Ruta del Dinero K” cuando las autoridades judiciales quedaron impactadas por sus palabras.

Fariña ratificó ante la Justicia con gran cantidad de detalles que él había participado en lo que alguna vez llamó “una red de lavado” realizada desde el Estado, propuso que se cite a testigos y ofreció una batería importante de argumentos sólidos para que se chequee su información. Ese despliegue hizo que Sebastián Casanello, el magistrado que instruye el expediente, se levantara nervioso y acordara con el fiscal Guillermo Marijuán que dictaría el secreto de sumario para que nada de lo que se decía allí trascendiera.

Pero pasó algo más que se conoció recién ayer, gracias a fuentes políticas y judiciales que están al tanto de esta trama. Marijuán se vio en la obligación que le da su cargo de fiscal de redactar un requerimiento para iniciar un nuevo proceso: en ese escrito, solicita que se abra una nueva causa por lavado, pero esta vez imputó como posible protagonistas de maniobras ilegales a la ex presidenta Cristina Kirchner; a su ex ministro Planificación Julio De Vido, al ex titular del Banco Nación Juan Carlos Fábrega y también a un financista que trabajó en la economía de la familia Kirchner y en la de los Báez durante muchos años, llamado Ernesto Clarens. Éste último es un personaje clave en el armado societario y financiero de la era K. En el requerimiento del fiscal también se incluyeron a otros imputados, de los que no trascendieron aun sus nombres.

Fariña había dicho, antes de declarar en calidad de “arrepentido” en el caso “La Ruta del Dinero K”, que se había decidido a tomar ese nuevo destino personal y jurídico porque tenía confianza en Marijuán.

Declaró el viernes durante más de once horas. Describió a Cristina Kirchner como una de las líderes de la “red de lavado del Estado”, dio detalles sobre el papel que cumplió De Vido, el funcionario que manejó la obra pública nacional durante 12 años e incluyó en el armado de entramados financieros a Clarens.

Fariña argumentó esas acusaciones basándose en pruebas que se analizarán, y que son de distinta índole: habría contado que fue el propio Báez el que le relató el modo en que tomaba las decisiones para lavar el dinero que se generaba en operaciones irregulares derivadas de los contratos multimillonarios que conseguía debido a su sociedad comercial con los Kirchner. Volvió a relatar que conoció en persona al ex presidente Néstor Kirchner, siempre debido a su trabajo junto a Báez. Y hasta describió cómo llegó a estar en las puertas de la Quinta de Olivos mientras dentro sus jefes planeaban nuevas operaciones financieras vinculadas a esta trama en las que él habría tenido participación.

Para sostener con potenciales pruebas judiciales esas escenas, Fariña le entregó a Casanello y a Marijuán los números de teléfono con los que se comunicaba con sus jefes para que la Justicia pueda chequear con las antenas de telecomunicaciones que captan las llamadas que hacen o reciben en los alrededores de la residencia presidencial. También aportó las fechas en las que esos acontecimientos habrían ocurrido.

Ayer, Casanello impulsó distintos tipos de allanamientos en diferentes ciudades del norte y el sur del país, todos vinculados a la causa de “La Ruta del Dinero K”, que se conocieron gracias al “arrepentido” Fariña.

Cristina Kirchner sumó así una nueva imputación por lavado de divisas. Por ese mismo delito está siendo investigada por el fiscal Carlos Stornelli y el juez Daniel Rafecas en el caso conocido como “Hotesur”, que busca determinar si la cadena hotelera de su familia se usó para blanquear fondos de origen ilegal. En esas maniobras está comprometido también Lázaro Báez.

Las finanzas de la familia Kirchner también están siendo investigadas por posibles maniobras irregulares, realizadas en conjunto con los Báez, por el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Rívolo: en esa otra causa, los investigadores quieren saber si la empresa K Los Sauces fue utilizada como pantalla para recibir dinero de dos contratistas de obra pública y beneficiarios de otras concesiones públicas: Lázaro Báez y también el líder del Grupo Indalo, Cristóbal López.

La ex presidenta, además, está imputada en una causa por sospechas en el ocultamiento de alrededor de una decena de plazos fijos que tenía su esposo Néstor Kirchner, pero que ella no habría declarado.

El escenario judicial de Cristina es complejo. El miércoles fue citada a declarar en indagatoria por Bonadio en un expediente que analiza si fue la responsable de un perjuicio para el Banco Central generado gracias a operaciones que permitían comprar dólares a precio oficial pactando su venta futura con el BCRA, pero que en el mismo momento en el que se adquirían esas divisas se podían vender en otros mercados por 15 pesos.

Hasta el viernes, la ex Presidenta no había presentado en ese expediente a su defensor legal, un hecho llamativo. Ella misma, en los Estados Unidos, se había definido alguna vez como una “abogada exitosa”.

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