¿Hubo ajuste fiscal o no?: los números detrás del cruce entre Cristina Kirchner y Martín Guzmán

¿Hubo ajuste fiscal o no?: los números detrás del cruce entre Cristina Kirchner y Martín Guzmán

El ministro de Economía rechazó haber realizado un recorte presupuestario, algo que había cuestionado la vicepresidenta en su carta de la semana pasada. La autocrítica de Guzmán por la lenta ejecución de obra pública

El ministro de Economía Martín Guzmán y la vicepresidenta Cristina Kirchner se trenzaron en los últimos días en un duelo discursivo sobre la política fiscal del Gobierno. El funcionario salió a responder este miércoles la carta que publicó la ex jefa de Estado el jueves pasado, en la que consideró que el Palacio de Hacienda había realizado un ajuste del gasto público, y señaló a esa razón como una de las que explicó la derrota del oficialismo en las elecciones primarias.

El sector público acumuló, pasados los primeros ocho meses del año, un déficit primario de $431.504, equivalente al 1% del Producto Bruto Interno si se toma en cuenta el ingreso que representó para el fisco el pago del impuesto extraordinario a las grandes fortunas. Quitando de la ecuación ese aporte, el número se estira a 1,5% del PBI.

PUBLICIDADGuzmán salió a responder este miércoles la carta que publicó Cristina Kirchner el jueves pasado, en la que consideró que el Palacio de Hacienda había realizado un ajuste del gasto público

Es una cifra menor a la que había explicitado Cristina Kirchner en su misiva del jueves, en la que habló de un rojo fiscal de 2,5% en la ejecución acumulada hasta ese mes, lo que le daría como margen otros 2 puntos porcentuales del PBI para gastar hasta fin de año, de acuerdo a estimaciones en base al presupuesto vigente. Esa afirmación tiene algunos asteriscos.

Algunos cálculos privados indicaban en los últimos meses que, en rigor, el “tope” equivale al 4,2% del Producto, por el crecimiento de la economía mayor al esperado. Pero además, horas después de la carta de la vicepresidenta, el propio Guzmán actualizó en el proyecto de gastos e ingresos de 2022 su nueva proyección fiscal, en la que se puso un techo menor, equivalente a 4% del PBI.

Guzmán defendió su política fiscal y dijo que "no hubo ajuste" en las cuentas públicas

Pero incluso si ese 2,5% al que se refirió Cristina Kirchner se tratase del déficit fiscal total (es decir, el que surge al incluir pagos de servicios de deuda), en ese caso el “tope” no sería el 4,5% del Producto sino hasta 5,4%, que es lo que aguardan en el equipo económico.

“En la carta ella manifiesta que considera que hay un ajuste fiscal, aunque le digan que no. Pero yo soy uno de los que le dice que no: en Argentina ha habido una política fiscal expansiva”, replicó el ministro de Economía este miércoles en diálogo con AM 750 y en su primera intervención pública tras el recambio ministerial. Guzmán, de todas formas, reconoció que las partidas de obra pública no se ejecutaron a la velocidad que pretendía el Gobierno.

Rubro por rubro: dónde hubo (o no) ajuste

La Secretaría de Hacienda difundió este martes por la noche las últimas cifras del avance de las cuentas públicas, que marcaron que durante agosto los ingresos al fisco crecieron cerca de 70% interanual, lo que fue atribuido por el Gobierno a una mayor recaudación “por tributos vinculados a la dinámica positiva de la actividad económica”.

En simultáneo, el informe fiscal oficial aseguró que el gasto primario registró en agosto una suba de 64,8% interanual, que ascendería a 87,3% si se excluye el gasto Covid en 2020 y 2021. “Esta expansión de alrededor de 24 puntos por encima de la inflación se encuentra impulsada por la inversión de capital (+123% interanual) y las distintas políticas de inclusión social”, mencionó.

Al analizar rubro por rubro, un informe reciente de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) apuntó que los gastos corrientes tuvieron una reducción en términos reales (es decir, al descontar la inflación de ese período) de 10,7 por ciento. En detalle, las prestaciones sociales fueron recortadas 16,8% en comparación con los primeros ocho meses de 2020, mientras que las transferencias a provincias cayeron 37,7% y 23,7% lo hicieron los intereses de deuda. También hubo una poda menor en los fondos a universidades (1,7 por ciento).

Las prestaciones sociales fueron recortadas 16,8% en comparación con los primeros ocho meses de 2020, mientras que las transferencias a provincias cayeron 37,7%

Por el contrario otros gastos registraron fuertes incrementos en lo que va del año. El más relevantes es el que corresponde a la cuenta de subsidios económicos, que incluye subvenciones a la oferta y a la demanda de energía eléctrica y a las tarifas de transporte público. En términos reales este ítem de las erogaciones del Estado escalaron casi 30% hasta agosto, por lo que sumaron más de $812.000 millones.

Solo en agosto, de acuerdo a las planillas de la Secretaría de Hacienda, el gasto en subsidios económicos a la energía avanzó en términos nominales 431%, entre los casi $24.000 millones que se destinaron en agosto de 2020 y los $126.000 del mes pasado.

Cristina Kirchner reclamó a Guzmán una aceleración en el gasto. EFE/Juan Ignacio Roncoroni

La cuenta de subsidios podría volver a ser, el año próximo, una fuente de tensión en el Frente de Todos. Este año la política tarifaria del Gobierno -y consecuentemente, su proyección de uso de subsidios- fue una de las internas explícitas dentro de la coalición. El conflicto incluyó un pedido fallido de renuncia al subsecretario de Energía, Federico Basualdo, y un aumento de tarifas que no llegaron a los dos dígitos a lo largo del año, a contramano de lo que solicitaba Guzmán.

El Presupuesto 2022 que presentó el ministro de Economía en el Congreso incluye una reducción del peso de los subsidios económicos hasta 1,5% del Producto Bruto, lo que está explicado, según aclaró el Palacio de Hacienda en un comunicado el domingo por la noche, en el prometido esquema de segmentación de tarifas y en menores subsidios a la oferta de gas, entre otros motivos. El tratamiento legislativo de la ley de leyes dejará en claro si el ala kirchnerista del Frente de Todos aceptará este tramo del proyecto.

Un informe de PxQ, la consultora del ex viceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis, y que fue citado por Alberto Fernández mencionó que es “imposible” hablar de un ajuste fiscal y remarcó como sobresaliente la expansión del gasto en subsidios.

La cuenta de subsidios económicos, que incluye subvenciones a la oferta y a la demanda de energía eléctrica y a las tarifas de transporte público escaló casi 30% hasta agosto, por lo que sumó más de $812.000 millones.

“Si el gobierno hubiese optado por incrementar las tarifas de los servicios públicos en línea con lo contemplado en el Presupuesto 2021 y ese ahorro lo hubiese destinado al gasto en seguridad social, este gasto se podría haber incrementado 4% por encima de la inflación”, ejemplificó.

Otro aspecto central del gasto es el de capital, en el que está incluido, por ejemplo, el fondeo para obras públicas. Los números oficiales muestran que en la comparativa con 2020 hubo una fuerte aceleración de ese gasto, muy por encima de la inflación. La OPC, en ese sentido, marcó que hubo un avance de 88,9 por ciento.

Hay, de todas formas, un bemol en ese dato, y que fue abordado por la propia vicepresidenta en su carta del jueves pasado: el porcentaje de ejecución de ese presupuesto para obras. Guzmán, este miércoles, admitió una falta en ese aspecto y reconoció que el flujo de fondos de capital no fue el que pretendía el Gobierno.

Guzmán admitió que la ejecución de obra pública es más lenta de lo esperado

De acuerdo a datos de la OPC, pasados ocho meses del 2021, la ejecución de gasto de capital no supera el 50%: en términos generales es de 48,6%, y en detalle, la inversión real directa avanzó solo 40,1% en lo que va del año. Las transferencias de capital fueron ejecutadas en un 53,7% y la inversión financiera un 45,7 por ciento.

La otra pregunta que flota tras la carta de Cristina y la respuesta de Guzmán es cuál será el margen para aumentar el gasto que le quedó al Gobierno tras haber llegado a agosto con solo un 1% de déficit primario.

La ejecución de gasto de capital no supera el 50%: en términos generales es de 48,6%, y en detalle, la inversión real directa avanzó solo 40,1% en lo que va del año

“Hasta agosto de este año el déficit primario acumulado sumó un 1% del PIB, de manera que restaría que en el último trimestre se triplique para cumplir con el 4% del producto presupuestado para todo el año”, consideró el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) en un informe. “Para lograr esto, se debe producir una aceleración del gasto en la última parte del año. El mismo cayó en términos reales en los primeros 8 meses un 5,7% y deberá incrementarse un 10,5% real en el último tercio del año”, concluyó.

En los propios números que recopiló la OPC, hay aún una diferencia de poco más de 3,4 billones de pesos entre lo que se ejecutó hasta agosto (casi 6 billones del gasto total) en relación con lo presupuestado, que supera los 9,4 billones. Además, bajo ese criterio aún quedarían unos $480.000 millones para fondear a la obra pública hasta que termine el 2021.

En esa suma deberá incluirse el propio gasto ya previsto y que, como suele suceder, acelera hacia fin de año, y las nuevas medidas que anuncie el Gobierno como parte del paquete de respuesta a la derrota electoral. Algunas proyecciones de consultoras privadas, como Equilibra o PxQ marcaron recientemente que, de todas formas, el déficit primario final de 2021 terminaría más cerca del 3,5% del Producto.

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