Estuvieron entre otros, el histórico dirigente ferroviario Lorenzo Pepe (85), y los intendentes (Alberto) Descalzo, (Julio) Pereyra, (Verónica) Magario, Mariano Cascallares (Almirante Brown), Juan Carlos Gasparini (Roque Pérez) y (Gustavo ) Menendez. Los dirigentes platenses Victoria Tolosa Paz, Marcelo Leyria, Lalo Marchesi y (Walter ) Iluminatti, también dijeron presente. Muchos militantes y pocos dirigentes, un efecto posiblemente ligado a la fragmentación por la que atraviesa el peronismo

Lorenzo Antonio Pepe, el histórico sindicalista que ocupó durante 20 años seguidos una banca en el Congreso de la Nación, fue uno de los primeros en cruzar el portal de ingreso a la Quinta de San Vicente, declarada en el 2002 como sitio histórico por el entonces presidente de la Nación Eduardo Duhalde.

El ferroviario, de 85 años, apoyado en un bastón y asistido por dos hombres, saludó a los militantes que se encontraban recorriendo el museo y no dejó de sacarse fotos. Recordó anécdotas con algunos ex compañeros ferroviarios y luego se ubicó en uno de los salones contiguos del hall central, desde el cual, minutos más tarde, los organizadores partieron hacia el escenario montado cerca del mausoleo.

A las 10 y media de la mañana, arribó al parque de 18 hectáreas (constituido en Museo Histórico 17 de Octubre) el matancero Fernando Espinoza, candidato a diputado nacional por Unidad Ciudadana y Presidente del PJ bonaerense. Lo acompañaban la diputada provincial Liliana Pintos y la Jefa Comunal Verónica Magario.

La candidata a primera concejal de Unidad Ciudadana de La Plata, Victoria Tolosa Paz, estuvo escoltada por su esposo, el ex secretario de Medios kirchnerista José “Pepe”Albistur, y por el dirigente barrial Lalo Marchesi. En representación del peronismo platense, también, asistieron el secretario administrativo del Bloque FPV de Diputados, Marcelo Leyria, y el dirigente Walter Iluminatti.

Cerca del mediodía el tradicional folclore peronista palpitaba en todo el lugar: en los alrededores, el humo y los vendedores de choripanes eran una unidad indisoluble; los comerciantes callejeros se entremezclaban con los militantes, que bajaban de los micros y caminaban hacia el acto portando las clásicas banderas; los bombos, los infaltables en cada acto proselitista, amenizaban la espera; las ofrendas florales eran dejadas en la puerta de entrada y llevadas por los organizadores hacia el mausoleo; los militantes, luego de visitar el museo, buscaban posiciones cerca de sus referentes políticos al tiempo que no faltaban las fotos y los saludos.

Los intendentes Julio Pereyra (Florencio Varela), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Juan Carlos Gasparini (Roque Pérez), Alberto Descalzo (Ituzaingo), Gustavo Menéndez (Merlo), Verónica Magario (La Matanza) fueron algunos de los jefes comunales que se dieron cita en el amplio predio que perteneció al ex gobernador bonaerense Domingo Mercante y que Perón le compró en 1943.

A pesar del buen clima reinante, de la temperatura agradable y de la belleza natural de la Quinta de San Vicente, no fue totalmente un día peronista. La fragmentación que atraviesa el movimiento político creado por Perón a mediados de la década del 40 restó actores de peso al homenaje. Sobraron ofrendas florales, militantes, bombos y faltaron dirigentes.