En la desgastada fachada de una casa del barrio Coesa, en la capital de Santiago del Estero, hay una pintada apenas legible, similar a unstencil callejero, que intenta ser un aviso publicitario. “Servicio técnico PC”, reza el mensaje, que dejó en el olvido la preposición “de”. 

A unos 155 kilómetros de allí está la sede de la Junta Electoral Provincial (JEP), donde permanecen las urnas y los votos depositados por más de un millón de tucumanos el 23 de agosto.

Tiempo antes de esos comicios, un gendarme recorrió esa distancia para buscar aFrancisco Omar Jiménez, docente de Tecnología de una escuela primaria de Las Termas de Río Hondo y dueño de una empresa que lleva sus siglas, Info FOJ, y le pidió un presupuesto para que instalara ocho cámaras de seguridad y una consola de video, equipos con los que supuestamente se debían monitorear las urnas y las boletas tucumanas.

“Era la primera vez que hacía un trabajo de semejante envergadura”, aseguró Jiménez, que recibió en su casa a LA GACETA, y admitió que jamás había prestado servicios para fuerzas de seguridad.

¿Qué es lo que llevó a Gendarmería nacional o a la Junta tucumana a buscar al joven santiagueño de 30 años, que vive en esa “casa-empresa” junto a su madre, para que instalara los equipos de grabación que, según se constató luego, sufrieron irrecuperables fallas al momento de registrar la custodia de los votos?

El propio Jiménez garantizó que desconoce la respuesta. “Hay que ver... (quizás) es una recomendación, por el boca en boca”, relató, con tono gentil pero con evidente preocupación. Consciente de las denuncias de fraude de la oposición por los comicios en general, y de las acusaciones del radical José Cano en su contra, el docente y empresario negó que le interese la política partidaria; argumentó que no había sido contratado para revisar los equipos, sino solamente para instalarlos; y aseguró que tiene “miedo” de lo que pueda ocurrir por las filmaciones fallidas. “Me arrepiento totalmente de haber aceptado este trabajo. La verdad que no me he llegado a imaginar tanta porquería, que se iban a matar... Aparte, vos siempre sabés que si hacés algo bien se genera otra posibilidad. Si alguien habla bien de vos, te llaman. El boca a boca te llega. Pero ahora, con todo esto, con qué cara me voy a presentar a ofrecerle asistencia técnica a un cliente, si va a estar pensando ‘no vaya a pasar como en Tucumán’”, expresó Jiménez.

Además, en la charla con este diario, dejó abierta la chancea un supuesto sabotaje a su trabajo; desmintió la versión de Cano de que recibe dinero o simpatiza con el kirchnerismo; y aclaró que la mayor parte de su jornada la dedica a su cargo como docente de Tecnología. “No es que las 24 horas del día me llega laburo (para instalar cámaras). Esto es, digamos, como un hobby”, le explicó a LA GACETA.

Casa, no baldío

“¿Esto parece un baldío?”

Jiménez lanzó esa frase no bien abrió la puerta de su casa, ubicada en un barrio de las afueras de la capital santiagueña. El docente se indignó por la versión que difundieron los radicales Cano, José Ricardo Ascárate y Jorge Mendía, basándose en el uso de un GPS. “Me siento perjudicado. Ya no puedo ni salir a la calle”, señaló.

- ¿Cuándo te enteraste de que los discos no habían registrado las filmaciones en la Junta Electoral?

- Ayer (por el miércoles), a eso de las 18, cuando me llamó una periodista. Yo no sabía nada. Había estado todo el día en la escuela, y ella me preguntaba si me había enterado de lo que estaba pasando. A partir de ahí me empecé a tratar de interiorizar, porque yo no me pongo a ver qué pasa en Tucumán, Salta, Jujuy... Soy docente de una primaria, y llego agotado.

- ¿Y cómo surge la idea de crear tu empresa Info FOJ?

- Siempre me gustó la informática y estuve en constante lectura de lo que son los servicios técnicos. Empecé hace unos 10 años. Tengo amigos que fueron instruyéndome e hice cursos. De ahí me largué a la reparación de PC y luego comencé con las cámaras. Tuve un local en el centro (santiagueño), pero lo cerré porque no llegaba con el alquiler.

- ¿Ya habías realizado algún trabajo para Gendarmería?

- No, para nada. Es la primera vez que hago un trabajo de semejante envergadura. Sí había instalado equipos domiciliarios. Pero no hago servicio de vigilancia porque no tengo personal. Debería contratar gente para eso, y yo llego hasta donde puedo. Ponele que esto es como un hobby, porque la escuela me consume muchas horas.

- ¿Cómo te diste cuenta de que estaban mal los discos en la Junta?

- Cuando me llamaron para que fuera a ver los equipos a Tucumán, una semana o dos después de las elecciones, no recuerdo la fecha, me doy cuenta de que el primero de los dos discos rígidos -cada uno de 1 terabyte- no registraba nada. Así que empecé a hacer el backup (respaldo de datos) del segundo. Lo puse en otra PC y vi que se reiniaba. Ahí me di cuenta de que estaba dañado. En eso que revisaba el disco hubo un corte de luz en la Junta. Un gendarme me dijo que hace rato estaban así. Volvió la luz y a los 10 minutos pasó lo mismo. Pensé que era por una baja de tensión, y vi que había equipos de muy bajo consumo, como una radio, todos trabajan con 12 voltios y 1 amperio. No hay nada que sobrecargue la red del edificio...

- ¿Eso es una falla técnica o alguien pudo haber saboteado tu trabajo?

- Si lo tengo que tomar del lado mío... puede ser. Para mí puede ser. Porque al instante nombraron mi empresa, me nombraron a mí, me dieron con un caño. Robaron una foto mía de Facebook en la que aparezco tomando cerveza con unos amigos. No sé de dónde saca Cano que mi empresa está en un baldío. No me interesa la política. También es mentira que estoy cobrando un sueldo del kirchnerismo. Hoy me tuve que ir a AFIP para ver si no había nadie cobrando plata a mi nombre. Yo no quiero pagar los platos rotos de nadie.

- Es decir, ¿esto pudo haber sido hecho de manera manual, el borrado de los archivos?

- Pero yo pregunto cómo. Solamente que alguien haya estado ahí y le dijera “vete” al gendarme, y se ponga a borrar los archivos. Pero ellos (por los gendarmes) no se mueven, son pies de plomo. 

- Hay una foto del día antes de las elecciones en la que se ve a un gendarme moviendo una cámara en la Junta. ¿Vos diste la orden?

- No, si la sacaron de ahí será para cambiar el punto de referencia. 

- ¿Firmaste algún contrato con Gendarmería o la Junta sobre confidencialidad, garantías de seguridad, etcétera?

- No. Es como que vos me llames de tu casa y hagamos el trabajo. No me pidieron nada más que instalar esos equipos. A mí no me pidieron monitoreo. Si vos, como Comando Electoral, me contratás para monitoreo, listo, nos sentamos a ver: cuántos turnos hacemos, cuánta gente llamamos para vigilancia, vemos las cámaras, ponemos a controlar la visual. Pero a mí no me pidieron eso. Si a mí me dicen: “Francisco, cavame un pozo y poneme una planta”, listo, yo cavo el pozo, pongo la planta y le echo el chorrito de agua. Si vos me llamás a la semana y me decís: “Che, Francisco, se ha muerto la planta”, y cuando yo te pregunto si le echaste agua me decís “ah, ¿qué le tenía que echar agua?”, entonces... lo único que me dijeron era que pusiera las cámaras y las dejara andando. No que haga controles.

Probabilidades

Jiménez aseguró que no se había percatado de bajas de tensión cuando colocó los equipos

Francisco Omar Jiménez aseguró que, cuando estaba revisando los discos rígidos de las filmaciones en la sede de la Junta Electoral, notó que un ventilador de la oficina fallaba y sospechó de una baja de tensión. Pero aseguró que, cuando había ido a instalar las cámaras, no había observado deficiencias. “Quizás eso no estuvo bien de mi parte, que no hice una lectura de toda la instalación, pero en realidad era porque era poner un tomacorriente, las cámaras y nada más”, detalló. Y aseguró que él además vendió las cámaras y las consolas, y que esos equipos no suelen tener fallas. “Lo que puede pasar es que la cámara falle, que se vea borroso porque no se limpia el lente. Pero estos son equipos chicos, que no consumen prácticamente nada”, aseguró.