Nuevos movimientos en la Secretaría de Energía vuelven a abrir la incógnita sobre si el ministro de Economía, Martín Guzmán, retiene la capacidad de control sobre el destino de las políticas oficiales en ese sector estratégico.

Se trata ni más ni menos de la salida del subsecretario de Planeamiento Estratégico, Javier Papa, sobre quien cerca del secretario de Energía, Darío Martínez, consideran que fracasó en todos los los objetivos de gestión que se le encargaron.

En rigor, esa Subsecretaría es el área técnicamente capacitada para el desarrollo de la segmentación de tarifas, cuestión por la que Guzmán quiso desplazar al camporista Basualdo en abril de este año, cuando desató una crisis política inaúdita dentro de la coalición oficialista. Su desplazamiento, entonces, podría leerse como una autocrítica y el reconocimiento de la dificultad de aplicar la mentada segmentación.

Pero las críticas al hombre de Guzmán no se limitan a su desempeño profesional, también evidencia serias falencias en la gestión interna de la subsecretaría. Tras su paso la unidad quedó raleada de técnicos y profesionales calificados que renunciaron por el pésimo trato que dispensaba el ex funcionario, en particular a las mujeres.

Un caso de relevancia que se acercó al escándalo diplomático fue la salida de Leonardo Mastronardi, uno de los técnicos mejor ponderados en toda la secretaría. Mastronardi renunció a su puesto por las recurrentes peleas con Papa. Se postuló para ocupar un cargo relevante en el Banco Interamericano de Desarrollo y cuando Papa se enteró, se puso en contactó con las autoridades del organismo para recomendarles que no lo contrataran. Es por eso que una vez que Mastronardi ingresó al organismo multilateral, el hombre de Guzmán envió una protesta formal al BID que requirió la intervención de la Cancillería argentina para que evitar que se convirtiera en conflicto diplomático.

"Nos enteramos de la salida de Papa por los medios" afirman desde la secretaria energética. Sin embargo, el hombre estaba en la mira de varios funcionarios que discrepan con la forma en que Guzmán baja línea en esa secretaría. Por eso, el reemplazo anticipa nuevas batallas y conflictos en un sector ya más que disputado que tiene una trascendencia importante en las cuentas públicas, los subsidios a las tarifas eléctricas.

Martinez quiere colocar al reemplazante y compensar la salida de Ariel Kogan, más allá de que sostenga un buen vínculo con Hacienda. En cambio Guzmán está convencido que la salida de un funcionario de su confianza lo habilita a retener el lugar para el que piensa en Santiago López Osornio.

Desde el Ministerio de Economía no confirman la nueva designación, pero hacen saber que la idea es que Javier Papa continúe como funcionario del Palacio bajo la órbita de Fernando Morra, viceministro de economía de la nación.