Guzmán debe renovar deuda este mes por $ 500.000 millones: cómo lo hará

Guzmán debe renovar deuda este mes por $ 500.000 millones: cómo lo hará

Por Guillermo Laborda

El mercado castigó a los papeles que ajustan por CER que vencen del 2024 en adelante por temor a otro "reperfilamiento". Cada 30 días hay un nuevo desafío para el Ministerio de Economía.

Las últimas jornadas en lo financiero marcaron un renovado temor entre inversores a la deuda que vence después del 10 de diciembre del 2023. Crece la sensación que un gobierno de la oposición, si gana las elecciones presidenciales, reestructurará los vencimientos apenas asuma. 

El TX26 por ejemplo ya ofrece como rendimiento la inflación más un adicional de 7% producto de las ventas sufridas en las últimas dos semanas. La curva de rendimientos se empinó notoriamente dado que la deuda indexada por el CER de corto plazo, ajena al riesgo de "reperfilamiento", ofrece una tasa de retorno sustancialmente menor.

Esta situación que atraviesa el mercado local complica las renovaciones de deuda que tiene que efectuar el ministro Guzmán en los meses venideros. Precisamente en junio son casi $500 mil millones ($ 600 mil millones sumando tenencias en poder del FGS y el BCRA), monto que se repite en septiembre. ¿Podrá renovarse?

En teoría no debería haber inconvenientes dada la falta de alternativas existentes y el cepo vigente. De todas maneras, el porcentaje de renovación de los vencimientos de la deuda que enfrenta mes a mes Guzmán se ha tornado en una de las variables que más siguen de cerca los analistas del mercado.

Probablemente los inversores, fondos comunes de inversión principalmente, acepten en una alta proporción renovar pero a muy corto plazo. También el Ministerio de Economía deberá empezar a convalidar rendimientos más elevados para satisfacer a la demanda. Pero el problema central sigue siendo la incertidumbre en la plaza financiera sobre las medidas que tome el nuevo gobierno a partir del 10 de diciembre del 2023.

Las decisiones del ministro Guzmán no ayudan demasiado a calmar las expectativas. El rojo fiscal en 2022 se estima que será de 3,2% en lugar del 2,5% acordado con el FMI. Las propias metas del acuerdo se incumplan y estarán sujetas a un "waiver" del organismo internacional. ¿Lo darán? Estas dudas son las que acrecientan los temores de los inversores y por ende inciden en ese porcentaje de renovación de vencimientos.

Una de las alternativas era impulsar el traspaso de la deuda en poder de los bancos bajo la forma de Leliq a papeles del Tesoro Nacional. Pero hay un tope permitido por regulaciones prudenciales sobre la tenencia de bancos de deuda pública. Y esas tenencias ya están cerca del tope permitido. Ampliar ese tope gatillaría temores en ahorristas inmediatamente y podría causar retiros de depósitos. El Banco Central también tiene límites para asistir al Tesoro con la emisión de pesos con o sin acuerdo con el FMI.

El stock de Adelantos Transitorios del BCRA bajó en $ 322 mil millones en mayo fruto del giro que le hizo el FMI al país en marzo. De esta manera podrá cumplir con la meta de emisión monetaria del segundo trimestre, pero tan importante como peligroso, es que le aumenta la posibilidad de emisión adicional de pesos. La máquina de imprimir billetes vuelve a estar enchufada y presta a arrancar.

Bajo un análisis macro, hay una fragilidad llamativa en el programa de financiamiento oficial. Déficit en ascenso, metas con el FMI en duda, ruido político, importaciones de gas y escasez de reservas en el BCRA complican las semanas por venir. El contexto internacional no ayuda: las ganancias de la soja se pierden por la mala praxis energética. Cada semana es una batalla diferente y en lo estrictamente financiero cada licitación de deuda que hace Martín Guzmán es otra batalla. Demasiados frentes abiertos con recursos escasos.

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