A horas del cierre del plazo de aceptación de la oferta de canje de USD66.000 millones de deuda externa, en medio del fuego cruzado entre los acreedores y el Gobierno comenzaron a asomar algunas señales de acercamiento. Luego de que los grandes fondos ratificaran su rechazo a la propuesta pero llamaran a no litigar y continuar la negociación, el ministro de Economía, Martín Guzmán, defendió esta tarde el planteo oficial aunque también reforzó las muestras de flexibilidad en pos de un acuerdo. "Si hay una contraoferta que nos satisface, la tomaremos en cuenta", afirmó.

El titular del Palacio de Hacienda habló hoy en el seminario "Argentina: entre el Covid-19 y la crisis de deuda soberana", organizado por el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Columbia, de Estados Unidos, donde trabajó hasta asumir su cargo en el Ejecutivo. Allí, destacó la importancia de recuperar la sostenibilidad de la deuda, a lo que consideró "una política de Estado" tras el apoyo del Congreso y los gobernadores.

"Algunos bonistas aceptaron y con otros estamos tratando de llegar a un acuerdo", aseguró sobre la oferta que vencerá este viernes e incluye un período de gracia de tres años, una quita de capital del 5,4% y una reducción de los intereses desde el actual promedio del 7% al 2,3%. Pese a que la versión predominante es que el Gobierno extenderá dos semanas el plazo de negociación, Guzmán no dio señales al respecto y el presidente Alberto Fernández ratificó, en una entrevista en Radio Con Vos, que "la fecha es el 8 (de mayo)".

"No ha sido fácil la negociación. Estamos enfatizando el principio de flexibilidad", dijo el ministro. Y agregó que, dentro de los parámetros de sustentabilidad elaborados por el Gobierno y el FMI, hay múltiples combinaciones posibles y que el Gobierno eligió la oferta que, según consideró, mejor se adecua a los deseos de los bonistas y a la capacidad de pago del país, pero "puede haber otras". "Si escuchamos una contraoferta que nos satisface, la tomaremos en cuenta", aseveró.

Se trata de una continuidad de las últimas señales oficiales. El lunes Economía manifestó decepción por el rechazo de los tres principales grupos de bonistas, que presionan para que Argentina pague más, pero abrió la puerta a recibir una contrapropuesta que pase "la prueba del sentido común", es decir, que quepa en su análisis de sustentabilidad. En la misma clave, el martes difundió una serie de documentos confidenciales entre los que había una oferta presentada el 11 de abril por el fondo Blackrock, el más hostil en las negociaciones, a la que descartó por ser "incompatible con el marco macroeconómico de las autoridades". Además, rebeló que proyecta un derrumbe del 6,5% del PBI este año por la coronacrisis, como indicador de que el margen para mejorar la propuesta es chico.

En el seminario Guzmán admitió que el período de gracia fue el punto más arduo en la negociación pero planteó que el Gobierno hizo el esfuerzo de bajarlo a tres años ya que la propuesta original era que sea de cuatro años, mientras que el FMI planteaba que sea de cinco.

Hoy el Gobierno fue respaldado por un grupo de más de 100 economistas, entre ellos los premios nobel Joseph Stiglitz y Edmund Phelps, y Jeffrey Sachs, que también participó de la conferencia organizada por la Universidad de Columbia.