Guiño de Bolsonaro para vender el petróleo brasileño a inversores extranjeros

Guiño de Bolsonaro para vender el petróleo brasileño a inversores extranjeros

La operación podría reportar unos u$s26.000 millones que ayudarían a reducir el déficit fiscal

 

El equipo de trabajo que gestiona los temas de energía del futuro gobierno de Jair Bolsonaro quiere seguir adelante con la venta de los preciados depósitos de crudo brasileño, una operatoria que daría acceso a las grandes petroleras a un volumen mayor a todas las reservas probadas de México.

Según el plan, se aceptarían ofertas hacia mediados de 2019 para recaudar los miles de millones de dólares necesarios para reducir el creciente déficit presupuestario del país sudamericano, de acuerdo con declaraciones de Luciano de Castro, asesor del presidente electo. La Administración actual, que encabeza Michel Temer, estima que la venta podría recaudar hasta 100.000 millones de reales (unos 26.000 millones de dólares).

"La subasta aportará recursos valiosos a Brasil y al Gobierno, y ayudará con el déficit fiscal", apuntó Castro desde Iowa, donde enseñaba economía hasta la semana pasada, según la agencia Bloomberg.

El apoyo a la continuidad del plan marca una diferencia significativa respecto a su postura anterior a favor del control estatal antes de presentar su candidatura. Y es que Bolsonaro prometía dar la bienvenida a productores extranjeros en su campaña, aunque manteniendo los llamados "recursos estratégicos" del país bajo la esfera estatal, algo que parece haber quedado atrás.

Se espera que el Senado vote esta semana un proyecto de ley para autorizar la venta, que había quedado paralizado en el Congreso debido a la proximidad de las elecciones presidenciales en Brasil. Ahora, la reactivación del tratamiento marca el acuerdo del presidente electo con la iniciativa.

A diferencia de otras subastas de petróleo brasileñas que ofrecen derechos de exploración en áreas de alto riesgo sin garantía de reservas comerciales, esta venta sería para un área donde la estatal Petróleo Brasileiro ya hizo importantes descubrimientos. La llamada área de transferencia de derechos forma parte de las reservas gigantescas de Brasil en el Océano Atlántico, denominadas Presal.

El Gobierno transfirió 5.000 millones de barriles de esos depósitos a Petrobras en 2010, pero el regulador de petróleo del país descubrió que había más crudo de lo que se había estimado inicialmente en el yacimiento. El excedente que se ofrecería a las grandes petroleras podría ascender a 15.000 millones de barriles. Si dichos volúmenes se pueden recuperar comercialmente, supondrían aproximadamente el doble de las reservas probadas de México o Noruega.

Bloomberg puntualiza que el proyecto de ley que autoriza la venta, también tiene como objetivo eliminar la obligación de que sea Petrobras la que desarrolle en las regiones con pozos, una cláusula que forma parte del legado del Partido de los Trabajadores (PT) que gobernó Brasil durante 13 años hasta el 2016, y que considera al petróleo una industria estratégica en la que el control extranjero debe limitarse. Lo mismo que pensaba Bolsonaro hasta que cambió de opinión.

 

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