Grieta en EE.UU.: los demócratas recuperaron la Cámara baja, y los republicanos retuvieron el Senado

Grieta en EE.UU.: los demócratas recuperaron la Cámara baja, y los republicanos retuvieron el Senado

La división política llevó a que los norteamericanos salieran masivamente a votar hoy en las elecciones legislativas, que definirán el control del Congreso

Estados Unidos volverá a tener un Congreso dividido. Los demócratas recuperaron el control de la Cámara de Representantes, mientras que los republicanos lograron retener el Senado, según los primeros resultados de las elecciones legislativas que le propinaron un revés al presidente, Donald Trump, y a los republicanos, aunque sin llegar a ahogarlos del todo bajo una "ola azul".

Los demócratas se encaminaban a conseguir 228 bancas de las 435 de la Cámara de Representantes, según las primeras proyecciones de los resultados oficiales, una victoria que les permitiría sumar 35 bancas, tomar el control de la Cámara baja y frenar la agenda legislativa de Trump y los republicanos. La oposición podrá, además, lanzar una batería de investigaciones sobre el presidente, e incluso iniciarle un juicio político.

Los republicanos lograron ampliar su dominio del Senado. Las proyecciones señalaban que el oficialismo sumaría dos bancas y llevaría su mayoría en la Cámara alta a 54 escaños, un logro que le permitirá a Trump continuar colocando jueces en los tribunales federales, o la Corte Suprema.

Ambos resultados confirmaron los pronósticos de las encuestas, y le brindaron argumentos a ambos bandos para cantar victoria. Trump sufrió un revés al perder la Cámara baja. Pero el retroceso del oficialismo, ampliamente esperado y en línea con la historia, fue más leve al que sufrieron Barak Obama, en 2010, o Bill Clinton, en 1994, y similar al de George W. Bush, en 2006. Así y todo, los demócratas lograron un triunfo esquivo desde 2008, y pudieron quebrar la hegemonía republicana, recostada en un mapa de distritos que, en muchos estados, está diseñado para garantizar su triunfo.

El oficialismo logró retener el Senado, una victoria que se preveía sencilla en los papeles ante la ventaja que les brindaba la matemática electoral: los demócratas pusieron más bancas en juego, incluidas 10 en estados que Trump había ganado en 2016.

"Tremendo éxito esta noche. ¡Gracias a todos!", tuiteó Trump.

Nancy Pelosi, líder demócrata en la Cámara baja, prometió un "nuevo día" en Estados Unidos, y ensayó un tradicional llamado a la unidad a un país cada vez más dividido.

"Un Congreso demócrata trabajará por soluciones que nos unan porque todos hemos tenido suficiente división", dijo

 

La elección dejó varios resultados históricos. Hubo un avance franco de las mujeres en cargos electivos. Por primera vez, dos mujeres musulmanas, Ilhan Omar y Rhashida Tlaib, serán representantes en la Cámara baja. Y Alexandria Ocasio Cortez se convirtió en la mujer más joven en ganar una banca en el Congreso. En Colorado, Jared Polis se convirtió en el primer gay del país en ser electo gobernador.

Tras una campaña áspera, divisiva y dramática, que ambos bandos plantearon como "la más importante de nuestras vidas", el futuro de Estados Unidos quedó, otra vez, en manos de la gente, que se volcó masivamente a votar y replicó la misma imagen en varios rincones del país: largas filas afuera de las escuelas.

Aun bajo una intensa lluvia que tocó a varios estados de la costa este, Estados Unidos se mostró decidido a quebrar la apatía histórica que suele marcar a las elecciones legislativas, y brindar un veredicto sobre el rumbo trazado por Trump , dos años después de su histórico triunfo, que dejó boquiabierto al planeta.

Más de 39 millones de personas habían votado ya antes de que abrieran las mesas electorales, por correo o en votación anticipada, evidencia de un electorado energizado y decidido a enviar una señal, a favor o en contra, a la Casa Blanca. En Twitter, la etiqueta #YoVoté fue tendencia.

"Quiero cambiar las leyes migratorias, porque Trump usa malas palabras para los inmigrantes. Por eso vine a votar, en contra de la política de Trump", dijo Chude Presei, de 35 años, nepalí, quien votó por primera vez luego de convertirse en ciudadano el año último. 

Presei cree que su voto quizá no logre quebrar la parálisis y la división que caracterizan a Washington desde hace tiempo, pero confía en que envíe un mensaje a Trump. "Eso es lo mejor, darle una lección", afirmó luego de votar en una escuela de Arlington, en Virginia, frente a Washington, al otro lado del río Potomac.

Como prueba de la grieta que caracteriza a Estados Unidos, unos minutos después, en la misma escuela, Gordon Evans, de 47 años, volvía a votar a todos los candidatos republicanos y a favor de Trump.

"No estoy de acuerdo con mucho de su personalidad, pero me gusta mucho su visión", afirmó. "Me gusta que quiera un comercio justo, y que sea duro con China, que se roba nuestros secretos. Todo lo que dijo que iba a hacer, lo está haciendo o está tratando. Creo que necesitamos un muro. ¿Por qué vas a dejar que la gente venga aquí sin ninguna razón? No podés dejar que la gente venga ilegalmente sin consecuencias. No tiene sentido para mí", agregó.  

Una encuesta del The Washington Post en los distritos peleados que definirán el control de la Cámara de Representantes mostró que los temas más importantes para los votantes a la hora de decidir fue el acceso a la salud (44%), Trump (43%), la inmigración (36%) y la economía (34%). La gran mayoría de los votantes decidió su voto antes del cierre de la campaña.

 

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