El Gobierno busca dar por terminada la polémica generada con la carta de Cristina

El Gobierno busca dar por terminada la polémica generada con la carta de Cristina

En la Casa Rosada buscan desdramatizan los efectos de las palabras de la Vicepresidenta y afirman que no modificará las rutinas de Alberto Fernández con sus socios del Frente de Todos.

 

"Seguimos en el mismo barco los mismos que estuvimos siempre". Con esa frase, en la Casa Rosada buscan "desdramatizar" (el verbo que utilizan) los ecos de la carta pública de Cristina Fernández de Kirchner que siguen resonando al interior del Frente de Todos. Al menos hasta ahora, Alberto Fernández no habló con su Vicepresidenta después de difundir sus palabras en la previa del primer aniversario del triunfo electoral de la fórmula.

El Gobierno busca dejar atrás la polémica al estilo albertista: aquí no ha pasado nada. En otras palabras, las tensiones de una coalición de gobierno son las de siempre y lo que publicó la ex Presidenta no modifica la lógica de la toma de decisiones del mandatario. "Alberto es un equilibrista, lo seguirá haciendo como hasta ahora, compartiendo actos con kirchneristas, massistas y los demás socios del Frente", prometen en Balcarce 50. El centralismo presidencial regresa en una época que desde la oposición lo acusaban de "kirchnerizarse".

 Ahora bien, el diagnóstico cristinista sobre "los funcionarios que no funcionan" es compartido en algunos despachos de la Rosada. Pero eso no significa que, auguran, comiencen a rodar cabezas ahora sólo porque que lo insinuó la Vicepresidenta. Al contrario.

Resta para el regreso a la normalidad, que en los almuerzos de los martes Máximo Kirchner vuelva a la mesa junto a Sergio Massa. La foto del 27O que Fernández buscó en la caminata hasta el homenaje a Néstor Kirchner no pasó desapercibida en el kirchnerismo: de un lado estaba el titular de Diputados y del otro Vilma Ibarra, la secretaria de Legal y Técnica, arquitecta jurídica del entramado albertista cuyo "pecado" para un sector radicalizado es un libro crítico de CFK en 2015.

 La encargada de minimizar el impacto de la misiva ayer, bajo el estilo zen, fue la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca. "La carta me gustó, habla del bimonetarismo y es un diagnostico acertado", coincidió con la Vice. Y sobre "los funcionarios que no funcionan" de la ex mandataria, aceptó: "Hemos cometido errores, es cierto, hemos estado en una situación muy fuera de lo común".

"Las criticas hay que tomarlas en el buen sentido, tenemos que estar a la altura de las circunstancias", resumió Todesca. No obstante, después de destacar que el Gobierno mantiene un dialogo, como el pedido por la Vice, a través de las mesas sectoriales, culminó con un "hay que tener un poco de paciencia".

Un poco más críptico pareció ser el mensaje que envió el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, a través de sus redes, quien en dialogo con El Cronista, poco antes de conocerse la carta pública, había descartado cambios del elenco ministerial. "Desde el primer día trabajamos para resolver los problemas de las argentinas y los argentinos. Unidos hagamos el país que nos merecemos", escribió el jefe de los ministros. No es la primera vez que el Gobierno insiste con la idea de "unidad".

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