Asumirá el 11 de junio como presidente de la UIA y afirmó a El Cronista que pretende llevar adelante una gestión "dialoguista". Buscará cambios en el ámbito laboral.
Daniel Funes de Rioja, hoy titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), será a partir del próximo 11 de junio el nuevo presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA).
El momento en el que le toca asumir no es justamente el menos convulsionado, sobre todo si se toman en cuenta no solo las particularidades de la economía en tiempos de pandemia, sino también las rispideces que hay entre los empresarios y el Gobierno.
La dirección que pretende tomar el hoy representante de las alimenticias en este sentido es "la del consenso; que haya más propuestas y menos protesta".
- Justamente diálogo y consenso no pareciera ser lo que más abundó en los últimos tiempos. El Gobierno tomó medidas que a los empresarios no le cayeron nada bien.
- Es cierto, fue así. Particularmente vengo de un sector donde hay muchas diferencias con el Gobierno y están a la vista. Pero nuestro objetivo es siempre buscar sintonía. No interferimos con el sistema político sino que tratamos de colaborar. Queremos promover el desarrollo productivo, pero con la sociedad adentro, no con los niveles de pobreza que tenemos hoy.
- ¿Y por qué entiende que se dio ese distanciamiento?
- Cuando uno se enfrenta a una crisis como la del covid se termina generando un impacto muy fuerte en lo social y en lo económico. Esto de alguna forma lleva a una situación de emergencia en la que posiblemente el Gobierno terminan tomando decisiones unilaterales. Esto, más allá de gustos, tiene cierta lógica. Nosotros no tenemos enfrentamiento con el Gobierno, sino una clara visión empresarial. No somos los que causamos la inflación, sino los que la sufrimos. Eso pasó en Alimentación, donde el Gobierno nos autorizó muy pocos aumentos de precios pese a incrementos de hasta el 200% en el costo de algunos de nuestros insumos.
- ¿A qué se refiere cuando habla de "más propuestas y menos protesta"? ¿Es de la UIA hacia adentro o hacia afuera?
- Hacia afuera. El empresariado tiene que contar con la capacidad suficiente como para poder adelantarse a las situaciones que vendrán y tener una propuesta para realizar, a raíz de los inconvenientes que pueden surgir. Al lograr esto, teniendo las propuestas, evitamos luego las protestas.
- Sin embargo en los últimos tiempos el Gobierno los sorprendió en muchas oportunidades, incluso a la industria alimenticia, a la que usted representa.
- Es algo que por supuesto puede ocurrir, pero eso se puede solucionar con mayor diálogo. Queremos que haya más consenso, pero para eso se debe generar más diálogo.
- ¿Cómo califica hoy su actual relación del empresariado con el Gobierno? Tuvo algunos desencuentros en los últimos tiempos.
- Más allá de algunas cuestiones puntuales, mi diálogo con varios de los interlocutores del Gobierno es muy bueno. La relación con los ministerios de Trabajo, Desarrollo Productivo, Transporte o Salud siempre fue constructiva. Esto no quiere decir que no hayamos tenido posiciones diferentes, desde ya. Hubo siempre discusiones respecto del triple cepo laboral, los incrementos de precios o hasta de nuestra iniciativa para que las empresas pudiéramos comprar vacunas para los empleados, desde ya sin quitárselas al resto de la sociedad. La única forma que se logra esto es con diálogo, pero hay visiones diferentes.
- ¿Con su llegada se puede esperar un endurecimiento de la visión empresaria sobre el Gobierno?
- Nuestra idea es tomar un modelo dialoguista. Queremos resultados y eso se logra mediante el diálogo. Pero para todo esto es clave poder lograr certidumbre tanto respecto de la macro como de las reglas de juego, además de confianza y concertación. Esto en muchos casos no es fácil de lograr, pero será uno de nuestros objetivos. Queremos apostar por el diálogo.
- La imposibilidad de achicar personal es desde hace tiempo un reclamo de los industriales ¿Se comenzará a trabajar más fuerte en este sentido?
- Si uno mira las últimas encuestas de la UIA, el empleo crece, aunque de forma modesta. En cambio, lo que sí creció fuerte son las horas extras, que avanzaron 35%. Esto quiere decir que las empresas hoy prefieren esto a tomar gente. La Argentina tiene hoy una emergencia laboral y hay que buscar un mecanismo que facilite contratar, pero con otros costos. Se debe poner en marcha un seguro de desempleo, de forma que tanto el empleado como el empleador estén protegidos. El triple cepo no es bueno ni conveniente para nadie.
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