Fuerte gesto de Schiaretti a Llaryora para la sucesión: "Jugamos de memoria"

Fuerte gesto de Schiaretti a Llaryora para la sucesión:

El gobernador compartió un acto cargado de gestos políticos con el intendente de la Capital de Córdoba y candidato a sucederlo.

Amparados en las encuestas que los colocan como los dos dirigentes que más miden en Córdoba, el gobernador Juan Schiaretti y el intendente Martín Llaryora, compartieron un acto con un importante  anuncio para la Circunvalación, la obra emblema del schiarettismo.

Con la presencia de Alejandra Vigo, esposa de Schiaretti y candidata al Senado de Hacemos por Córdoba, se anunciaron obras por 2.500 millones en cinco distribuidores en los puntos de mayor congestión de tránsito en el acceso a la capital provincial. Pero la gestualidad del acto rebasó la gestión e incluso la próxima elección para situarse en el 2023, cuando Schiaretti dejará el poder.

"Con el intendente jugamos de memoria", afirmó Schiaretti, que tuvo a Llaryora como vicegobernador. De hecho, el ahora intendente compite por suceder al gobernador con su sucesor, el vicegobernador Manuel Calvo.

Desde el entorno de ambos dirigentes confirmaron a LPO que tanto Schiaretti como Llaryora serán engranajes centrales en la campaña del oficialismo cordobés. Sin la presencia de ninguno de los dos en las boletas, ambos acompañarán a Vigo y Natalia de la Sota en las recorridas.

Las dos son dirigentes de la capital cordobesa, con lo cual, la participación del intendente en las recorridas se explica desde ahí, en uno de los distritos que rechaza al kirchnerismo y donde el schiarettismo pelea los votos con los candidatos de Juntos por el Cambio. Distinto a lo que ocurre en algunas localidades del interior provincial, donde la disputa con la lista del Frente de Todos es más pareja por ese segundo lugar detrás de la lista de la coalición opositora a nivel nacional.

"El desafío es saltar la grieta y escapar de la nacionalización", razonó a LPO un dirigente cercano a Vigo que conoce los pormenores de la campaña. Y para eso, el eje será hablar de "la gestión Córdoba", la marca registrada por la que optó la mesa chica del gobernador para escapar a un acuerdo con Casa Rosada.

Con el mapa provincial ya dividido, la capital cordobesa se convierte una vez más en la madre de las batallas en el distrito mediterráneo. Aunque, entienden tanto en el entorno de Schiaretti como en el de Llaryora, pensándola ya como un área metropolitana, una región integrada entre Córdoba y el Gran Córdoba que la componen las ciudades de la periferia capitalina.

Algo así como ‘un Amba' cordobés, que integre la capital con las localidades de los departamentos Colón y Santa María, donde sí hay presencia de dirigentes albertistas.

 

Por Gabriel Silva

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