“El Frente Renovador propone un salto cualitativo en la política”

“El Frente Renovador propone un salto cualitativo en la política”

Combatió a los barras en Independiente. Hoy milita en las filas de Sergio Massa. “Si ganamos, jubilamos a una parte grande de una generación dirigencial. Los dinosaurios van a desaparecer”.

Nada en ella es lo que se espera. Para comenzar, su hija se llama Paz Cai, porque cuando fue a inscribirla, en el Registro Civil le exigieron que le pusiera un segundo nombre porque Paz no define el género, y en la lista apareció Cai, un nombre chino. “En ese momento mi marido, un fanático de Independiente, me miró con ojos de ternero degollado y no me pude negar”, cuenta Florencia Arietto. En agosto de 2012 se convirtió en la jefa de Seguridad de Independiente, convocada por Javier Cantero, por entonces presidente del club, cargo que aceptó. Actualmente en las filas del Frente Renovador, respondió a esta entrevista en términos concretos, alejada del perfil político habitual, más dado a los rodeos que a las palabras que definen ideas.

–¿Cuál es su función dentro del Frente Renovador?

–Desarrollo una tarea técnica. Trabajo sobre la seguridad preventiva en el Área Metropolitana de Buenos Aires, porque no hay una problemática que se aloje de un solo lado de la Ciudad. No existe un conflicto de un lado u otro de la avenida General Paz, sino que es el mismo en ambos márgenes. Además, trabajamos mucho en equipo con mis compañeros en este tema. El otro día fuimos con Adrián Pérez a Vicente López para dar una charla y estuvimos ya en otras partes de la Provincia, generando conciencia sobre el tema.

–Cuéntenos sobre su experiencia en Independiente.

–A fines de mayo de 2012, el presidente del club, Javier Cantero, se peleó con Bebote Álvarez, el jefe de la barra brava. Entonces, llamé al conmutador de Independiente y pedí una reunión con Cantero, que a los 15 días me citó. Le propuse combatir la delincuencia barrabrava sacando a los pibes de sus garras y de las de los narcotraficantes. Le di información y apoyo sobre el tema y todo quedó allí. En agosto me volvió a llamar, me contó que había echado al anterior jefe de Seguridad, que había sido comisario de la Primera de Florencio Varela cuando torturaron hasta la muerte a Andrea Viera en esa dependencia, y me ofreció ocupar su lugar. Le dije que sí, porque la lucha contra la impunidad es siempre. Esos tipos son impunes y en eso reside su poder. No son inteligentes. Saben que los poderosos los protegen. Si uno de ellos mata y deja el arma con sus huellas junto al cuerpo, el que venga –sea de la corporación policial, judicial o política– lo va a “limpiar”. La absolución a los barras de Boca, Rafael Di Zeo y Mauro Martín, lo prueba. Todos ellos fueron defendidos por abogados caros, como Fernando Burlando, que es siempre el encargado de “pudrir” las causas de la Bonaerense, como en el caso de Candela Rodríguez.

–Usted le propuso un proyecto de trabajo a la Comisión Directiva de Independiente.

–Le propuse a Cantero un plan, que tenía dos objetivos. Uno era coyuntural y era judicializar a los violentos. El segundo era estructural y consistía en un fuerte trabajo para sacar a los pibes más pobres de las garras de los barras. La Directiva de Independiente aceptó. Lo primero que hice, entonces, fue pedir la cabeza del comisario de la Primera de Avellaneda. Este pedido fue aceptado y pusieron allí a Edgar Cardozo. Al mismo tiempo, Carlos Perillo estaba a cargo de la Departamental de Lanús y Néstor Larrauri era el superintendente de la Zona Sur. Con ellos hicimos un gran equipo. Era gente de buen legajo. Muchos piensan que todos son malos, pero en la policía también existe buena gente. Después de reunir muchos datos, efectuamos una denuncia a la Unidad Fiscal Descentralizada N° 2, de Mario Prieto, que no hizo nada. Nos dejó desamparados, pero no solo eso, sino que protegió a los barras. Había muchas pruebas para detenerlos pero no lo hizo. Finalmente, duré seis meses en el cargo porque la Comisión Directiva de Independiente negoció con los violentos. Hugo Moyano, incluso, pidió que sacaran a Eduardo “Pachi” D’Aquila de la lista de no admisión al estadio y, aunque yo me opuse, el pedido fue aceptado. Esto fue en enero de 2013, cuando no pude hacer otra cosa que renunciar.

–Hace unos meses se unió al Frente Renovador. ¿Qué la llevó a hacerlo?

–Para mí fue importante que uno de los compromisos de Sergio [Massa] fuera que la lucha contra la violencia en el fútbol sea política de Estado, y eso incluye hasta al propio Club Tigre, a pesar de que él mismo fue directivo allí. Eso es muy gráfico y lo va a llevar adelante.

–¿Y si no cumpliera?

–Si no cumpliera, me iría a mi casa para seguir dando la pelea. Massa no es un tipo que trata de que todo sea como él dice. Acepta que las discusiones y las peleas salgan hacia fuera, porque hay que darlas de cara a la sociedad, y eso significa un salto cualitativo en la política.

A continuación, la doctora desempolva su amor por el folklorista José Larralde, para recitar, tomado de “Herencia pa’ un hijo gaucho”, los siguientes versos: “Honestidad/ Ajá, linda palabra,/ un poco larga,/ por eso, a veces,/ es difícil ubicarla”.

Siguiendo con Larralde, Arietto toma de su tema “Cimarrón y tabaco” otra estrofa que la identifica, y recita, para delicia del cronista: “La verdad agranda al más débil,/ la duda ablanda al más macho,/ la mentira manda al tacho/ al patrón del acomodo/ y si hay un tiempo pa’ todo,/ hay un Dios pa’ cada guacho”.

–No puedo dejar de preguntarle por el caso Nisman, que conmovió al país.

–Lo único que espero es que la Argentina futura sea mejor. Nosotros esperamos ganar y conseguirlo. Sergio tiene 42 años, y si ganamos, jubilamos a una parte grande de una generación política. Los dinosaurios van a desaparecer y los que se les parecen van a terminar presos, sean del espacio que sean. Porque la gente no es tonta, y cuando escucha a Mauricio Macri hablando de que ellos son lo nuevo, se olvida de que el Fino Palacios era, según él, “el mejor policía del mundo” y ahora resulta que está procesado por desviar la investigación en la causa AMIA. El Frente Renovador, por el contrario, propone un salto cualitativo en la política.

 

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