Se formalizó en La Plata la creación del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la Provincia

Se formalizó en La Plata la creación del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la Provincia

La entidad se conformó al cabo de una asamblea extraordinaria realizada en la capital bonaerense. De la misma participó el presidente del Círculo de Ingenieros Agrónomos de Azul, Rafael Barrera, quien en diálogo con este diario y, entre otros temas, resaltó la importancia de contar con esta organización luego de años de reclamos.

 

El último sábado se realizó en La Plata una asamblea extraordinaria constitutiva en la que se formalizó la creación del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la Provincia de Buenos Aires.

El presidente del Círculo de Ingenieros Agrónomos de Azul, Rafael Barrera, estuvo presente ese día junto al vicepresidente Rodolfo Álvarez Prat.

En diálogo con este diario, habló de la importancia de la constitución de la entidad que los nucleará y para la que elegirán sus autoridades en una próxima reunión que en febrero se llevará adelante en Azul.

La formalización de la creación del Colegio    

En abril del año pasado, la Legislatura bonaerense sancionó la ley que creó el Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la provincia, norma que había sido impulsada por el diputado Ricardo Lissalde.

A partir de ahí comenzaron a dar una serie de pasos, trabajando conjuntamente personal del Ministerio de Justicia y una Comisión de ingenieros agrónomos para darle forma a la creación de la entidad.

En ese marco, y habiéndose extendido en el tiempo más de lo previsto, la asamblea fue convocada para el 19 de enero de 2019 en La Plata. Hasta allí llegaron representantes del Ministerio de Justicia e integrantes de todos los Círculos de Ingenieros de la provincia.

En esa reunión, se leyó el Acta Constitutiva y el Código de Ética,  que fueron aprobados. “Ahora se sigue con la tramitación de estos procedimientos y el 23 de febrero se va a hacer una asamblea en Azul para elegir las autoridades, a la cual van a asistir los miembros de las cuatro regiones en las que se divide la provincia de Buenos Aires”, indicó.

Esas cuatro regiones son Norte -con base en Pergamino-, Sur -con base en Bahía Blanca-, Centro -con base en Tandil-, y Sureste -con base en La Plata-. “Esas cuatro regiones van a elegir autoridades para cada región y dos representantes por cada zona van a ir a las reuniones periódicas en el Colegio”.

“Pilar central en la producción”   

La conformación del Colegio en la Provincia es un hecho histórico para los ingenieros agrónomos. En ese marco, Barrera advirtió que “cuando en 1971 empecé a estudiar en la Facultad de La Plata, uno de los profesores nos dijo que era la carrera del futuro, al igual que Computación en ese momento. Egresé en 1975 y el problema es que seguimos siendo la carrera del futuro y nunca del presente”.

Ante esto añadió que “a cualquier persona que se le pregunta de qué vive Argentina, responde ‘del campo’. Sin embargo, en la provincia de Buenos Aires, que produce el 60 por ciento de los granos del país, nunca hubo un Colegio de Ingenieros Agrónomos”.

De acuerdo a lo que señaló había un pequeña dependencia interna de un Colegio de Ingenieros de la Provincia, en la que estaban integradas todas las profesiones de la Ingeniería duras y las que no lo son tanto -construcción, química, civil, mecánica, etc.- “Nosotros somos ingenieros por denominación del título, pero en realidad es una carrera que tiene que ver con la biología, la producción de alimentos y la ecología. Es decir que no teníamos ningún tipo de representatividad en el lugar donde estábamos”, subrayó.

Por esto hizo especial hincapié en la movida que comenzó hace unos años y que terminó con la formalización de la creación del Colegio específico para los ingenieros agrónomos y forestales.

Barrera marcó que tanto la zona de La Pampa como de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos tienen sus Colegios provinciales desde hace 25 o 30 años, y que en la provincia de Buenos Aires “había una especie de reticencia por alguna cuestión que cuesta entender de la política vernácula, ya que no querían reconocer que la ingeniería agronómica es un pilar central en la producción”.

“Si no estamos organizados es muy difícil”  

Lo que el Colegio de esta zona hará es darle un marco regulatorio a la profesión.

En ese sentido, el ingeniero explicó que “en esta globalización, el consumidor del otro lado del mundo dice que quiere comer la carne argentina, pero quiere saber de dónde viene y quién la hace”.

Entonces, ahí empiezan las buenas prácticas agrícolas, las buenas condiciones de tratamiento animal, la salud, la presencia o no de ciertos compuestos químicos que están vedados en muchos países por cuestión de salubridad y una serie de cosas “que si uno no está organizado para hacer eso desde el inicio de la producción, es muy difícil que ese cliente entienda que estamos vendiendo algo que es muy importante, pero además tiene valor agregado”.

De lo contrario, dijo que “sino caemos en lo que no debimos caer nunca, en la commoditización de la producción. Vender un commodity es vender algo que no tiene identidad propia. Por ejemplo, se vende trigo argentino y sale todo mezclado, no importa las características. Así, el comprador está adquiriendo la mercadería más barata que es el commodity”.

Barrera agregó al hablar con este diario que “todos los países tienen términos de salubridad, logística, manipuleo, packaging y nosotros tenemos que alinearnos a eso porque necesitamos vender lo que el mundo nos pide”.

“Después de más de 40 años lo logramos”  

Ante todo esto, el ingeniero agrónomo volvió sobre la importancia de la creación del Colegio. Y será en ese marco en el que  trabajarán sobre distintas cuestiones que necesitan reformularse ya que la legislación y las reglamentaciones son antiguas.

De acuerdo a lo que comentó, una vez que la entidad esté en funcionamiento, abordarán temas como “el uso de los agroquímicos, la manera de aplicarlos, la disposición de los envases, la ley de semillas. Es mucho lo que hay que tratar y es necesario armar una estrategia para que en todos los lugares hablemos el mismo idioma”.

“Para todo esto -añadió- somos nosotros los que sabemos lo que tenemos que hacer”, y el Colegio les dará el marco de funcionamiento y la organización necesaria.

Por último, “la verdad, me siento hasta conmocionado de que ya en los finales de mi actividad privada pueda ver que después de más de 40 años lo logramos”.

LOS CAMINOS RURALES 

En otro tramo de la nota con este diario, Rafael Barrera abordó temas que van más allá del Colegio.

“Mucha gente piensa que como el país vive del campo, el campo tiene que dar todo lo que el país necesita. Ese es un gran error. El país se tiene que desarrollar en todos los sectores productivos que pueda”, sostuvo, para luego remarcar que “los políticos tienen que entender que deben hacer todo lo posible para que la logística de la producción pueda funcionar”.

Agregó que “en Azul, los caminos están hechos trizas y la administración actual no está haciendo nada para que eso mejore. En pleno verano, en todo el Partido de Azul hay montón de lugares por donde no pueden transitar los camiones. ¿Qué va a pasar en el invierno?”, cuando es más difícil climatológicamente hacer los arreglos.

Inmediatamente advirtió que “esta no es una queja por la queja en sí misma. Hay que entender que mientras haya escuelas en la zona rural, tienen que funcionar para asegurar que el niño que va tenga las mismas posibilidades que los chicos de la ciudad”.

Continuó diciendo que “los chicos de la zona rural tienen menos días de escolaridad porque no tienen acceso a las escuelas. No me cae nada bien que cualquiera de estos políticos que van y que vienen y no hacen nada. Además, las calles de tierra en Azul también están en muy mal estado. ¿Qué está pasando?. Tienen que hacer las cosas, para eso están los funcionarios públicos”.

Luego, se refirió a las declaraciones del concejal Nelson Sombra “que habló de la proporcionalidad entre el campo y la ciudad sobre los impuestos. Pero el concejal estaba confundiendo los términos porque no entiende lo que es una tasa y lo que es un impuesto. Una tasa es una contraprestación por la cual se paga”.

Añadió que “le digo a todo el Concejo Deliberante y a todo el poder Ejecutivo, que la contraprestación no se está cumpliendo ni en la ciudad ni el campo. Entonces, ¿qué hacemos con el dinero que ponemos y no recibimos nada en contraprestación como dice la ley?”.

Al hablar de impuestos, marcó que “pagamos el Inmobiliario que cobra la provincia y coparticipa a los municipios. El concejal cuando habla de impuesto municipal, no usa la terminología correcta”.

Detalló asimismo que el campo paga el impuesto Inmobiliario, el impuesto a los Bienes Personales, la tasa Vial Rural, “además, por necesidad de caja del Gobierno Nacional, reimplantaron las retenciones en alrededor del 30 por ciento. Una vez que se termina de pagar esto, hay que pagar el costo de la actividad productiva, sea granos o carne. A partir de ahí, si queda un peso hay que pagar Impuesto a las Ganancias”.

Ante esto, Barrera apuntó que “no me parece bien que las personas que no conocen el tema hablen y digan que hay que sacar más plata de un bolsillo para ponerlo en otro, porque no es así”.

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