Fiorini participó de la muestra sobre la historia de Polonia

Fiorini participó de la muestra sobre la historia de Polonia

El concejal y vicepresidente del Concejo Deliberante, se hizo presente en la inauguración de la muestra sobre la historia de Polonia y Solidaridad que se realizó en el hall del Palacio Municipal.

El concejal y vicepresidente del Concejo Deliberante, Lucas Fiorini, participó este viernes de la inauguración de la muestra sobre la historia de Polonia y Solidaridad que se realizó en el hall del Palacio Municipal.

 

En la presentación de las 29 placas sobre la reciente historia polaca, que tuvo gran significancia para la historia mundial como clave para la caída del comunismo soviético, estuvieron presentes autoridades de la Embajada de Polonia, miembros del Consulado de dicho país e integrantes de la colectividad polaca. La apertura de la muestra estuvo a cargo de Ewa Majkut, encargada de negocios de la Embajada, y del cónsul honorario Jan Stachnik, quien brindó una alocución con un excelente resumen de la rica y fundamental historia de Polonia como baluarte de la libertad y el cristianismo en momentos y lugares difíciles para ambos.

 

Luego de disfrutar de la exposición, el edil del Frente Renovador quiso resaltar “la realización de una muestra de estas características en Mar del Plata, porque es una parte de la historia sobre la que deberíamos detenernos para conocerla, por sus enseñanzas, porque fue un proceso de cambio hacia la libertad y el desarrollo en paz y unidad popular. La grieta del totalitarismo soviético, que asolaba a medio mundo entonces, comenzó a producirse de manera profunda cuando surgió el movimiento sindical Solidaridad. Que el desafío interno al comunismo surgiera de un movimiento de masas de trabajadores fue una deslegitimación moral y en lo más profundo para los que defendían ese régimen, porque los obreros eran los que querían el cambio, es decir aquellos que el imperialismo soviético decía ‘representar’”.

 

“En particular Solidaridad dejó al desnudo la falacia socialista y sus gravísimas contradicciones internas. Y Solidaridad y su genial líder Lech Walesa, que luego fue presidente de su País cuando en Polonia volvió la democracia y la libertad, pudieron sobrevivir a la vez fundados en una gran fe religiosa, con el sostén irremplazable que les dio ese gran Pontífice que fue Juan Pablo II. La caída del muro no se explica sin ellos”, señaló.

 

“Solidaridad fue un sindicalismo masivo de fuerte raíz católica, algo que en el mundo comparte con nuestro movimiento obrero organizado, también de raíz humanista y cristiana. Por eso hay una vinculación más fuerte de la que se cree entre Polonia y nosotros, donde el justicialismo, con un sindicalismo no marxista sino socialcristiano como su columna vertebral, sigue siendo esencial para entender la política nacional. Recomiendo vivamente pasar estos días por el hall de la municipalidad para tomarse un tiempito y ver la muestra. Allí se ve cómo superar momentos difíciles de la historia y gobiernos totalitarios, cómo alcanzar una sana revolución en paz, como cambiar el destino a pesar de las dificultades, dejando atrás tiempos oscuros y alcanzando metas altas para toda la nación. Hoy Polonia vive en democracia plena y con un sistema estable de economía de mercado, integrada al mundo, como con orgullo señaló hace poco el propio Lech Walesa haciendo un balance de los últimos 25 años. Y podremos aprender, como ellos comprobaron, que sin solidaridad no hay libertad y sin libertad no hay solidaridad”, señaló.

 

La muestra, que podrá visitarse hasta el 15 de noviembre, gira en torno al ingreso de Polonia al sistema democrático y a su participación en el libre mercado. Los finales del año 1989 trajeron a Polonia sucesivos cambios que testimoniaron la recuperación de la independencia del país. Desde el 1 de enero de 1990 se volvió al escudo y al nombre del país tradicionales, y se eliminaron de la Constitución las menciones sobre el rol conductor del Partido Obrero Unificado Polaco y la amistad con la URSS. En todo el país se desmontaron los monumentos de los dirigentes comunistas.

 

El mensaje de “Solidaridad” se convierte a principios de 1989 en fuente de inspiración para los luchadores de la libertad y la democracia en las ex repúblicas soviéticas y Europa del este, y su influencia llega hasta el día de hoy, donde por ejemplo, durante la Revolución Naranja ucraniana del 2004, la manifestación opositora en Kiev se presentaba con imágenes del líder sindical polaco y fundador de Solidaridad Lech Wałęsa.

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