Expertos de la UNLP hallaron altas concentraciones de antibióticos en la Cuenca del Plata

Expertos de la UNLP hallaron altas concentraciones de antibióticos en la Cuenca del Plata

Hasta el momento no se habían documentado con rigor científico la existencia de este problema ambiental en sistemas hídricos de Latinoamérica. Los datos son alarmantes, ya que se trata de una tendencia sistemática y en ascenso.

Un equipo de investigadores de la UNLP logró medir, por primera vez, el comportamiento de los antibióticos presentes en una de las cuencas hidrológicas de América del Sur, la Cuenca del Plata. Los resultados no fueron para nada alentadores y confirmaron la presencia de contaminantes emergentes, que llegan al ambiente a través de las heces de vacas y aves de corral criados en feed lots. 

Desde el Támesis al Potomac, del Danubio al Rio de La Plata, la presencia de antibióticos se ha transformado en un denominador común de los ríos y cursos de agua alrededor del planeta. El descubrimiento de los expertos de la Universidad tiene una enorme trascendencia e impacto mundial ya que, hasta el momento, no se había comprobado y documentado la existencia de este problema ambiental en la Cuenca del Plata.

El proyecto impulsado por el Centro de Investigación del Medioambiente (CIM), perteneciente a la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y el CONICET, resultó tan innovador que fue publicado esta semana en la revista Environmet International, una de las publicaciones especializadas en investigación ambiental más prestigiosas del mundo. Cabe destacar que la Argentina no aportaba artículos en esta revista de divulgación científica desde la década del '90.

Estos ionóforos llegan al ambiente a través de las heces de vacas y aves de corral, que son alimentados en condiciones de hacinamiento en feed lots, con cereal y antibióticos. El investigador del CIM, Lucas Alonso, detalló: "Los animales incorporan el alimento con antibióticos -lo necesiten o no-; luego en las excretas puede aparecer hasta el 90% de la dosis, es decir, el porcentaje que el animal no necesitaba y en consecuencia eliminó". Esto implica que el antibiótico eliminado queda presente en el ambiente, en el abono de industrias hortícolas, y en el agua de los ríos de la región.

Los ionóforos se suministran para promover el crecimiento y la prevención de la coccidiosis, siendo la enfermedad más prevalente en granjas avícolas donde las condiciones de hacinamiento —con el promedio de densidad alcanzando hasta 21 animales por metro cuadrado, favorecen la propagación de la enfermedad.

"A su vez, los ionóforos no están exentos de promover la resistencia a los antibióticos en el microbioma ambiental", explicó otro de los investigadores a cargo del proyecto, Damián Marino. Por su parte, Alonso agregó que "todavía no están claros los perjuicios que conlleva la presencia de estos contaminantes a la salud de los seres humanos, porque no hay estudios sobre esta cuestión, lo que es seguro es que no son inocuos, ya que presentan rangos de concentración similar a los pesticidas".

El estudio llevado a cabo por Damián MarinoLucas AlonsoPablo Demetrio y Alberto Capparelli del CIM, constituyó un inmenso reto a nivel logístico ya que debieron tomar muestras a lo largo de dos años en los distintos afluentes de la Cuenca del Plata para lograr un monitoreo que determine el comportamiento de estos contaminantes a lo largo del tiempo. "Esto nos sirvió para establecer que la presencia de estos ionóforos se da a lo largo de todas las estaciones del año y no se alternan con el uso de otros antibióticos", concluyó Marino.

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