Etiquetado de alimentos: la industria le reza a la Cancillería para pisar la ley

Etiquetado de alimentos: la industria le reza a la Cancillería para pisar la ley

Solá, Neme y Scioli buscan instalar una norma a nivel Mercosur. Las alimenticias esperan que frenen el proyecto de Sagasti y Cobos con aprobación del Senado.

Las empresas y cámaras alimenticias se abrazan a una parte del Gobierno que quiere avanzar a nivel Mercosur con el etiquetado de alimentos, mientras la Cámara de Diputados instrumenta sesiones informativas para tratar el proyecto que obtuvo media sanción en el Senado y que replica el sistema de octógonos negros de Chile. Las expectativas están puestas en que haya algún avance regional durante la presidencia pro témpore de Alberto Fernández para ganar tiempo y desactivar, finalmente, el texto que consensuaron Anabel Fernández Sagasti y Julio Cobos y que se incluyó en las sesiones extraordinarias para aprobarse en Diputados, pero no avanzó.

La industria alimenticia presta especial atención a los movimientos de la Cancillería de Felipe Solá que, con el Secretario de Relaciones Económicas Internacionales Jorge Neme a la cabeza, coordina la agenda del Mercosur y puso énfasis en el etiquetado frontal. Tucumano y exfuncionario de Juan Manzur, Neme ponderó la ley de etiquetado brasileña, preferida por la industria, y pidió al Congreso que tuviera en cuenta las discusiones que se llevan adelante en el mercado común. El embajador Daniel Scioli es otro aliado: busca puntos en común con el gobierno de Jair Bolsonaro y la industria brasileña.

En una reunión informativa convocada por las comisiones de Legislación General, de Acción Social y Salud Pública, Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia, y de Industria, en Diputados, el 23 de febrero Neme dijo que era importante avanzar en un etiquetado consensuado con los socios del Mercosur. En Cancillería destacan que Brasil discutió seis años con las empresas alimenticias su propia norma y piden considerar, además de la integración regional, un equilibrio entre salud y flujos comerciales.

Como jefe de la negociación durante la presidencia pro témpore de Fernández, Neme incluyó al etiquetado frontal en la agenda de Mercosur con la intención de lograr un avance regional este semestre. Mientras la Argentina avanza en replicar el sistema de octógonos negros de Chile que advierte a los consumidores sobre los niveles de azúcar, carbohidratos y otros en los alimentos, Uruguay trazó una reglamentación propia y Brasil una ley que, de todos modos, abre la puerta para coordinarla con sus socios de la región.

 

En paralelo, Scioli mantuvo una reunión con el presidente de la Agencia de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) en la que, entre otros temas, conversó sobre "el etiquetado frontal de alimentos, que hoy se encuentra en debate en la Cámara de Diputados argentina, y la necesidad de armonizar las normas a nivel Mercosur para facilitar el comercio regional", según comunicó el embajador el 24 de febrero.

La industria alimenticia rechaza de plano el proyecto que votó el Senado. Sostiene que los octógonos alcanzarán a casi todos los productos y que tiene umbrales tan bajos que no incentiva a las empresas a desarrollar productos más saludables. También remarcan que, sin una armonización intra Mercosur, el comercio regional y la radicación de inversiones serían afectados. Prefieren el sistema a la brasileña, sin grandes marcas negras, pero con información nutricional y advertencias.

 

La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) mantiene reuniones periódicas con Cancillería y también se reunió con Scioli para consensuar con el principal socio comercial. Busca que las voces de Solá y Neme sean las que lideren la discusión dentro del Gobierno. El Ministerio de Relaciones Exteriores prepara una reunión con los Ministerios de Salud y Desarrollo Productivo para buscar una postura común. En paralelo, las reuniones informativas en Diputados continúan.

 

De todos modos, los tiempos son distintos. Contra un proyecto que tiene media sanción y por amplia mayoría, el Mercosur apenas se encuentra en el inicio de un debate que empezó y se congeló varias veces en los últimos años. Los empresarios esperan que la agenda regional avance ahora con una propuesta consensuada sobre los aspectos que deberían tener las normas de cada país referentes al etiquetado, y también le tiran la pelota al Ministerio de Salud. "Nos dicen que el proyecto puede mejorarse, pero no se los escucha públicamente", se quejan.

 

Por Esteban Rafele

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