El ala capitalina del peronismo schiarettista avanzó rápidamente durante estos días en la conformación de la mesa de trabajo que tendrá a su cargo la coordinación general de la campaña electoral en la ciudad.

Aunque todavía no haya grilla de candidatos confirmada, en Hacemos por Córdoba tienen muy en claro que el armado territorial a lo largo y ancho de toda la provincia será fundamental para lograr una buena cosecha en las urnas. Y lógicamente, el principal distrito provincial resulta clave para el cumplimiento de ese objetivo.

Desde el oficialismo aseguran que la organización que fluye armónicamente entre los distintos actores que integran ese equipo de Capital, es un reflejo de la sana convivencia política que rige la relación entre el intendente Martín Llaryora y la diputada Alejandra Vigo.

El titular del Palacio 6 de Julio estará a cargo de la dirección política de la campaña mientras que la legisladora nacional y hoy principal apuesta al Senado tallará a través de los dirigentes Paulo Cassinerio, Leonardo Limia, Nadia Fernández, Diego Hak y Eduardo Serrano en una mesa que completan el vice intendente Daniel Passerini, el delasotista Bernardo Knipscheer y la concejala Sandra Trigo.

Con la leve apertura en las restricciones vigentes para Córdoba se espera que esta semana la mesa coordinadora que ya se reunió con el jefe de campaña provincial, Oscar González, comience con las primeras movidas en las seccionales. La idea es recuperar, a través de estrictos protocolos, el contacto con la dirigencia en grupos reducidos pero que permitan bajar de manera clara cuáles serán los principales lineamientos y cómo se encarará el trabajo territorial en esta primera etapa organizativa.

Según pudo saber Alfil, una novedad sería que, esta vez, el PJ capitalino prescindiría del esquema de coordinadores que viene instrumentando con gran éxito en las últimas elecciones.

Se trata de una experiencia puesta en marcha en 2009 pero vigorizada para las legislativas del 2017 luego de que el mal desempeño de Unión por Córdoba en las PASO de ese año, obligara al peronismo de Vigo a repensar un esquema que les permitiera levantar el aplazo en Capital. De hecho, hay quienes aún sostienen que los tres puntos más que se lograron en octubre en la ciudad de Córdoba, se debieron al trabajo encarado bajo ese formato.

Básicamente con ese plan se estableció un grupo de coordinadores para cada seccional que tenía el propósito de ordenar el trabajo en el territorio y sofocar cualquier tipo de (micro) interna que allí se librara.

Ahora, la mesa de coordinación política considera que es posible proceder de otra manera. Esa especie de “interventores” que en su momento fueron necesarios para bajar a los barrios con el desafío de componer relaciones y ordenar hacia adentro, ya no tendría sentido.

Quienes manejan la campaña creen que es posible apelar a la madurez política de la dirigencia que, a diferencia de procesos electorales anteriores, esta vez habita en el poder municipal.

De hecho, muchos referentes, presidentes de seccionales o dirigentes capitalinos en general ocupan hoy cargos ejecutivos o legislativos.

“Tienen un protagonismo en la gestión y en los poderes legislativos que antes no tenían”, resumen desde la mesa del PJ Capital al justificar que ya no sería necesario que nadie los coordine.

Lo que se buscará, en todo caso, será conformar a través del diálogo y consensos las mesas de trabajo que contengan a todas las líneas internas del PJ. El convencimiento de que es posible encarar internamente la campaña en Capital de otra manera se basa en el supuesto poder ordenador que tiene ser oficialismo también en la ciudad de Córdoba, algo que no le sucedía al peronismo desde hace décadas.

Por Yanina Soria