Tras remitir a la Cámara Nacional Electoral (CNE) las copias del software que se utilizará en el escrutinio provisorio, el Gobierno respondió al oficio que le había remitido la jueza María Servini de Cubría y aceptó que se convoque a "veedores judiciales" para que fiscalicen el recuento.

 

En un escrito de 38 páginas, el Ministerio del Interior rechazó las acusaciones del Frente de Todos y dijo que no tiene objeciones a la idea de que se designen funcionarios judiciales para que fiscalicen el conteo de votos.

A tono con lo dicho por el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, en la conferencia de prensa a la que convocó por la tarde, el documento que fue remitido a la magistrada consideró que la presentación del kirchnerismo responde sólo a una "intencionalidad política" y que "no hay derechos vulnerados" en su implementación.

Además, el escrito enfatiza que "la fiscalización de los partidos está asegurada" a lo largo de la carga y la digitalización de los telegramas de la votación y detalla como fue el proceso de licitación que determinó la contratación de la firma Smartmatic.

De todas formas, en la página 29, el abogado que representa al Estado, Alejandro Amaro, aclaró que, "sin perjuicio de tratarse de procedimientos de competencia exclusiva y excluyente del Poder Ejecutivo, y a fin de garantizar la transparencia del proceso eleccionario, no encuentra objeción a la designación de veedores judiciales que puedan presenciar todos los procesos técnicos de escrutinio el día de la elección".

La designación de los veedores significaría una fiscalización extraordinaria por parte del Poder Judicial para el proceso del escrutinio.

Ayer la Dirección Nacional Electoral (DINE) entregó a la CNE una copia del software de carga de los telegramas que la empresa Smartmatic utilizará el próximo domingo, el Gobierno cumplió con la medida aunque la oposición consideró que la información entregada no fue suficiente.

Las copias que quedan a resguardo del tribunal son las que pueden consultar los partidos. 

Vale recordar que, por primera vez el escrutinio estará a cargo de la empresa Smartmatic que se alzó con la licitación y reemplazó a Indra, que realizaba el escrutinio desde 1997. Además, debutará la transmisión de telegramas desde las escuelas –antes se trasladaban en camionetas a sedes del correo para ser enviados desde allí al centro de cómputos –con un software de la misma empresa que también fue entregado a la Cámara.