Las empresas alimenticias advierten que sus costos crecieron un 20% y presionan para subir los precios al público

Las empresas alimenticias advierten que sus costos crecieron un 20% y presionan para subir los precios al público

El Gobierno prorrogó el fin de semana los precios máximos por un mes, pero varias cámaras insisten con la necesidad de revisarlos

La prórroga de la medida de "Precios máximos” por 30 días más no cayó bien entre los empresarios de consumo masivo y mucho menos en los que participan del programa Precios Cuidados, cuyos valores no se actualizan desde el 6 de enero. Fueron varias las gestiones que realizaron diferentes cámaras alimenticias ante la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, pero no hubo respuestas. La contestación fue la resolución 117 publicada el sábado en el Boletín Oficial: habrá precios máximos, en principio, hasta el 20 de mayo.

Desde el Gobierno aseguran que no existe margen para subir los precios, pero las empresas plantean que tuvieron en los últimos meses subas de costos de hasta 20% y que si no se proyecta un escenario de actualización gradual, será una “olla a presión” que se destapará cuando pase la pandemia.

Al pedido realizado semanas atrás por la Cámara de Comercio norteamericana en la Argentina (Amcham) y por las bodegas, se sumaron en los últimos días reclamos similares por parte de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y de la Unión de Industriales Fideeros (Uifra), que plantean la necesidad, por un lado, de ir ajustando parcialmente los precios máximos, así como también actualizar los productos de Precios Cuidados o reemplazarlos por otros, ya que “están operando a pérdida”, sostuvo Ciara en su carta.

“El 70% del costo de los aceites envasados se encuentra en la materia prima. El aceite crudo de girasol, por ejemplo, en lo que va del año aumentó de $38,4 la tonelada a $ 43,5, es decir, un 13,3%. Adicionalmente, la paritaria nacional aceitera está por cerrarse de manera inminente dadas las presiones explícitas de los gremios que nuclean la actividad. El resto de los costos de aceite envasado sigue al aumento del dólar, que en lo que va del año ya registra un incremento del 10,1%”, explicó el titular de Ciara, Gustavo Idígoras.

La industria aceitera le planteó al Gobierno la necesidad de ir trasladando parcialmente suba del 15% en los costos

La industria aceitera le planteó a Español que a partir de estos aumentos de costos, los productos de precios cuidados operan a pérdida, y lo mismo le sucede a otras marcas que no forman parte del plan oficial. Por lo tanto, “necesitamos encontrar mecanismos de traslados parciales del aumento de costos (en un rango del 15%); ajustar de manera inmediata los precios en el programa de Precios Cuidados o poder reemplazar/reforzar los productos actuales con otras marcas con nuevos precios. Estamos comprometidos en colaborar con los programas de gobierno, pero a tal fin es necesario atender la situación de costos de la industria”, finaliza la carta enviada el viernes.

También la entidad que nuclea a los fabricantes de pastas enfatizó que las condiciones desde el 6 de marzo -fecha a la que se retrotrajeron los precios el 20 de marzo, y permanecen- han cambiado notablemente, y “la industria fideera no escapa a esta realidad. Hay mayores costos operativos, producto de haber licenciado a parte del personal, a lo que se suman las medidas en materia de higiene y desinfección implementadas, además de los costos del transporte en alza dada la gran cantidad de trayectos que se realizan con camiones vacíos”.

Los incrementos salariales previamente pautados para este mes, la suba del trigo con incrementos superiores al 30% desde diciembre y perspectivas de posibles mayores aumentos, sumado al espaciamiento de turnos y equipos de trabajo que disminuyen la productividad, también influyen en los costos, a lo que se agregan las dificultades que se presentan en la cadena de pagos debido a la operación limitada del sistema financiero.

“El incremento en los costos operativos producto de la pandemia y el salto en la cotización del dólar son variables imposibles de controlar por parte del sector alimenticio. Desconocerlas implicaría, para los fabricantes, un alto riesgo de quedarse sin oferta de insumos”, aseguró la Unión de Industriales Fideeros mediante un reciente comunicado.

Según Bodegas de Argentina, el precio del vino como insumo se disparó recientemente y las empresas no tuvieron tiempo de trasladarlo

En su carta a la secretaría de Comercio, Amcham había planteado un aumento de costos del 20% y una necesidad de ir ajustando los precios, ya que si no se lo hace corre riesgos el normal abastecimiento de los productos. También la cámara Bodegas de Argentina le explicó al Gobierno que “el precio del vino como insumo de producción se disparó recientemente por una menor cosecha de uva y lamentablemente las bodegas no tuvieron tiempo suficiente para trasladar estos nuevos costos a precios”.

“Debemos recalcar también que en 2019 los precios de los vinos en góndola subieron solo 30% en promedio, muy lejos de la inflación general”, planteó la entidad en un comunicado la semana pasada.

Consultadas al respecto, fuentes del Ministerio de Desarrollo Productivo remarcaron que escuchan a todos los sectores, pero que hoy el país está atravesando una situación extraordinaria que amerita la extensión de los precios máximos por un mes más. Por otro lado, remarcan que más allá de que la suba de costos pueda ser cierta, es un sector que siguió trabajando, frente a un 70% de la economía que está paralizada.

Con respecto al abastecimiento, destacan la actitud de los empresarios en cuanto al cumplimiento del decreto en el actual contexto. Pero la alarma empezó a sonar.

Los comercios más chicos aseguran que las empresas venden en el interior, de forma directa o mediante los distribuidores mayoristas, a precios más altos para cubrir las pérdidas que tienen con los precios máximos en las grandes superficies. Pero eso no evitará que aparezcan los problemas en las cadenas grandes, si este escenario se extiende por mucho más tiempo. El Gobierno, por lo pronto, les pide más tiempo a los empresarios para volver a sentarse a hablar.

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