La economía de los casinos en Argentina

Desde el 2003 hasta el 2012, el sector de los casinos en Argentina fue uno de los más dinámicos en cuanto a crecimiento y generación de ingresos en el país.

Al ser un sector que cuenta con poca regulación y que además se le otorga la facultad de gestión a cada provincia, resulta muy difícil encontrar estudios y números fidedignos del detalle de la actividad.

Pero si nos fijamos en los números de la actividad de los casinos en la provincia de Buenos Aires, que es la más avanzada y dinámica en este sector, podemos tener una idea de los números que se manejan.

La recaudación de los juegos de casino en la provincia de Buenos Aires representaba en 2003 una suma de 2 mil millones de pesos de ingresos. En solamente 7 años, es decir hasta el 2010, esta industria creció en un 306% para llegar a los 8 mil millones y medio de pesos.

Estos números la posicionaron en este periodo como una de las industrias más crecientes en la economía argentina, apenas superada por la minería, que creció a un ritmo más rápido que la de los casinos y bingos físicos del país.

Uno de los principales puntos a resaltar es que desde mediados de los años 90 un cambio de legislación hizo que los estados provinciales de Argentina fueran los entes reguladores y, por ende, los recaudadores de los ingresos generados por los establecimientos de juegos de casino.

Incluso existe un artículo en la Constitución (37) provincial de Buenos Aires que indica que los casinos no pueden ser privatizados, lo que implica que la provincia se asegura una serie de tributos por esta actividad.

Esta es justamente la buena noticia del crecimiento de la industria del juego: Que mientras más ingresos genere, esto repercute en una mayor recaudación para las arcas provinciales y supone un motor importante para la redistribución del dinero en el país por vía fiscal.

En el 2004, la recaudación realizada en casino llegaba a los 200 millones de pesos, y en el 2010 esta figura representaba los casi 650 millones de pesos, es decir, un aumento de más del 200% en apenas 6 años.

Pero el sector del casino físico es apenas una vertiente que se hace cada vez más pequeña frente al auge de las modalidades online en esta industria.

En Argentina, los primeros casinos en línea se crearon alrededor del año 2002. Muchos factores contribuyeron a la rápida expansión del sector de apuestas online en el país, tales como las nuevas tecnologías y el desarrollo de aparatos móviles inteligentes.

Otras prácticas más modernas por parte de las plataformas con el objetivo de ganar usuarios incluyen entre las más populares el ofrecimiento de tiradas gratis en sus sitios web para invitar a probar los juegos sin necesidad de apostar dinero propio en una primera instancia.

Pero la regulación de las plataformas de casino en línea en Argentina está aún menos desarrollada por su explosión más tardía. No fue hasta el 2019 que entró en vigor la nueva reglamentación de sitios de apuestas online en la Ciudad de Buenos Aires.

Esta regulación permite la creación de sitios de apuestas que puedan operar de manera legal. Se estima que la actividad de esta vertiente de los juegos de casino permita a la gobernación de Buenos Aires ingresar hasta 500 millones de pesos al año en recaudaciones.

De esta forma, igualmente se podrán intervenir todas aquellas plataformas que no cumplan los requisitos establecidos, y que en su mayoría eran de compañías extranjeras que no tributaban impuestos en el territorio nacional.

Las voces que empujan por una regulación homogénea en el resto de las provincias ponen también como argumentos otros que los económicos.

Y es que se desarrollaron una serie de disciplinas profesionales como consecuencia de la popularidad de los juegos en línea como lo puede ser el póker. Uno de los mayores embajadores en este juego es la empresa PokerStars que en su momento organizó la Copa América de póker, de la cual Argentina fue bicampeona. Por lo que esta actividad genera externalidades positivas de las que también se beneficia la sociedad a nivel competitivo.

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