Distintas centrales, los mismos reclamos

Ana Vainman.

La situación en la provincia de Buenos Aires es cada vez más preocupante para los trabajadores del Estado.

De la muerte no se salva nadie. Y la muerte impactó fuertemente en el movimiento obrero en los últimos días. La desaparición física del presidente de Venezuela Hugo Chávez produjo la elaboración de un documento por parte de la CGT de Hugo Moyano y la suspensión de la reunión de secretarios generales de la CGT de Antonio Caló prevista para hoy y el envío de dos representantes a Caracas. Pero en el mundo sindical se produjo otra muerte: la del titular de Farmacia, Alfredo Ferraresi. El velatorio de ese referente sindical logró reunir en el mismo espacio físico a dirigentes gremiales de todos los sectores.

Mientras la muerte entristece a algunos y alegra a otros, la vida sigue y los conflictos se intensifican. La situación en la provincia de Buenos Aires es cada vez más preocupante para los trabajadores del Estado en general y para los docentes ( y sus alumnos) en particular. La mesa chica de la CGT oficialista es cada vez menos oficialista y prepara un documento con duros reclamos al gobierno. La CGT Azopardo ratificó que marchará el 14 de marzo próximo junto a la CTA de Pablo Micheli para hacer sus reclamos al Poder Ejecutivo.

Los docentes de la provincia de Buenos Aires siguen sin llegar a un acuerdo con el gobierno de Daniel Scioli –quien asegura que no puede hacer una oferta mayor al 22%– y ayer participaron junto a CTERA y Sadop de una marcha al Ministerio de Educación Nacional en reclamo de la reapertura de la paritaria, que fue cerrada de manera unilateral por el titular de esa cartera, Alberto Sileoni.

Un grupo de dirigentes que integran la mesa chica de la CGT que conduce Antonio Caló se reunió el lunes por la tarde. Allí se elaboró un documento en el que se esbozaba una serie de reclamos. No había sorpresa entre los pedidos: suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, universalización de las asignaciones familiares y pago del dinero adeudado a las obras sociales. Lo que sí fue novedoso fueron los términos en los cuales se refirieron a los pedidos, en especial en torno al anuncio realizado a fines de enero por la presidenta Cristina Fernández de subir el piso a partir del que se tributa Ganancias. "No estamos de acuerdo, es poco y eso lo tenemos que reclamar", indicó un dirigente en referencia a la suba del 20% del mínimo no imponible que quedó implementada para 2013.

Ese documento se iba a revisar hoy a las 10 en una reunión de secretarios generales que fue suspendida por la muerte de Hugo Chávez. El taxista Omar Viviani y el legislativo Norberto Di Próspero partieron rumbo a Caracas para participar de las exequias del líder venezolano. La reunión quedó suspendida hasta nuevo aviso.

En el encuentro también se iba a analizar la posibilidad de solicitarle al gobierno participar en las listas de candidatos para las elecciones de octubre. Sin embargo, el creciente descontento de los dirigentes con la administración de Fernández por la falta de respuestas a sus reclamos –falta que muchos de ellos consideran un "ninguneo"– hace pensar que esa opción está cada vez más lejos.

El Consejo Directivo de la CGT Azopardo se reunió el martes por la tarde y allí ratificaron que participarán de la marcha al Ministerio de Trabajo para el 14 de marzo, que había sido convocada por la CTA opositora. Mientras seguían atentamente las novedades sobre la salud de Chávez, algunos dirigentes se quejaban por la decisión. Muchos sostienen que marchar junto a la CTA es darle a la gente de Pablo Micheli "un protagonismo que no merecen". "Ellos proponen y nosotros les llevamos la gente. A muchos no les cierra", se quejaron. Sin embargo, Hugo Moyano insiste en que en esta coyuntura es conveniente la "unidad en la acción".

El sábado pasado a la noche murió un gran dirigente sindical argentino: Alfredo Ferraresi, líder de los farmacéuticos. Tenía 80 años y falleció debido a una afección coronaria.

Don Alfredo, como lo llamaban muchos, formó parte de la resistencia peronista, fue uno de los fundadores de la CGT de los Argentinos en 1968 y convirtió la sede del Sindicato de Farmacia en una usina de dirigentes políticos y sindicales. Rincón 1044 fue un verdadero refugio para los perseguidos y un espacio de militancia en tiempos donde esa era palabra prohibida. Allí se realizó el velatorio el domingo pasado. Entre las docenas de coronas que ocupaban la cuadra de Rincón al 1000 se destacaban las enviadas por el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou; las de la CGT Azopardo y la CTA; las de varios sindicatos nacionales y las de los intendentes de la mayoría de los distritos del Conurbano. Varios dirigentes que están enfrentados se encontraron en la sede de Farmacia. Todos respetaron el culto que Alfredo había profesado al respeto de las diferencias.

Amable y reflexivo, Don Alfredo no escondía su origen humilde y se mostraba agradecido por haber llegado donde llegó. Desde aquí, un homenaje. -

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