El tráfico en Santiago se ha convertido en un caos en los últimos años. Circular por el centro es toda una odisea, la imprudencia es moneda corriente, así como también las infracciones. Pero todo esto no justifica la violación de las normas de tránsito. Estacionar donde está prohibido es habitual en los santiagueños, quienes no respetan los lugares reservados ni los horarios establecidos. En el año 2014, se labraron 6.587 multas por conductores desobedientes que estacionaron sus vehículos en zonas prohibidas.

Según informe de la Dirección de Tránsito de la Municipalidad, 4.227 infracciones se expidieron por estacionamiento prohibido, 1.385 por estacionar con el vehículo en cambio y 975 por diferentes violaciones de ordenanzas, como estacionamiento en doble fila, parada de colectivo, sin licencia, incumplimiento de horario o frecuencia. 

Si bien de este año aún no hay estadísticas, Enrique Urquiza -director de la mencionada repartición- dijo que la mayoría de las multas que se realizan por día corresponden a estacionamientos prohibidos y por estacionar en doble fila. Lo que indica que la situació no ha cambiado en estos primeros meses.

Por mes, esta cifra representa el 40 por ciento de las infracciones efectuadas por los inspectores de Tránsito.

Algunos casos se requieren la grúa para desalojarlos del lugar en el que están, pero la mayoría son multados sin retirarles el vehículo. En el caso del acarreo del vehículo en infracción hacia el playón de la Dirección, los conductores deberán abonar $40 más que corresponden al traslado.