Por devaluación e inflación, el consumo retrocederá este año entre 1% y 3%

El ajuste cambiario y el alza de precios, la caída de los salarios reales y jubilaciones y la suba de las tasas de interés configuran un escenario recesivo que pone freno al consumo
El alza en las tasas de interés posterior a la devaluación de enero y las caídas tanto del salario real como de las jubilaciones configuraron un combo explosivo para el consumo, que podría retroceder hasta 3% este año de acuerdo con las estimaciones de los analistas.

“El consumo comienza a sentir el rigor de la restricción externa y fiscal en la que está operando la economía. Un nuevo escalón inflacionario, suba brusca de las tasas de interés, incertidumbre y un mercado laboral cada vez menos dinámico están matando a la gallina de los huevos de oro”, destacaron desde la consultora Analytica en un reciente informe, para luego advertir que el sostén principal de la actividad en los últimos años podría registrar la peor caída desde 2002.

En los últimos años, el consumo no hizo más que crecer apuntalado por el alza de los salarios reales, el crédito al consumo y un nivel de inflación permanentemente alto que hacía a los argentinos más propensos a gastar que a ahorrar.

Las previsiones de los economistas varían pero todos rebajaron sus expectativas de consumo tras la devaluación de fines de enero. Para el Estudio Bein, Empiria Consultores y Econviews el consumo caerá 3% este año mientras para Abeceb.com y Econométrica el deterioro será menor, en torno a 1%.

“Vemos al consumo cayendo pero no colapsando porque es un año recesivo, no de crisis. En el segundo trimestre, la economía tocará un piso pero ya en el segundo semestre, con los dólares de la cosecha, el nivel de actividad se comenzará a recuperar aunque nada de tasas chinas”, explicó Ramiro Castiñeira, de Econométrica.

Para Belen Olaiz, de Abeceb.com, todos los factores que convirtieron al consumo en estrella de la década pasada han perdido dinamismo. “El consumo será uno de los principales perdedores de 2014. El salario real muestra un estancamiento desde mediados del año pasado y muestra retrocesos en forma continua desde fines del año pasado por la aceleración de la inflación”, especificó para luego sumar que a pesar que no cayó el empleo ya se observan recortes de horas extra y suspensiones. Además, el alza en las tasas de interés hizo que bajaran los créditos al consumo.

Olaiz puntualizó que los principales afectados serán los sectores que producen para el mercado doméstico como el automotriz o el de electrodomésticos pero también aquellos que no sean imprescindibles como el textil y el calzado. “En cambio, el consumo de bebidas y alimentos que es más estable podría verse menos afectado”, aseguró la economista.

Los números ya dan cuenta de este fenómeno: en febrero las ventas de los comercios minoristas se desplomaron 6,5%. De esta manera, febrero fue el segundo mes consecutivo en que las ventas cayeron, empujadas por un público que se mantiene muy cauto a la hora de concretar sus consumos y trata de enfocarse en comprar únicamente los productos que son necesarios, indicó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

“La caída en las ventas fue generalizada. No existió ningún rubro que haya podido escapar de la tendencia bajista del mes, pero pudo sentirse con más fuerza en productos como electrodomésticos, muebles, joyerías, librerías, e indumentaria”, de acuerdo a la entidad.

El freno al consumo fue particularmente importante en el sector de bienes durables. Las ventas de autos y motos cayeron 8% y 27%, respectivamente, en febrero en comparación con igual mes de 2013. En tanto, la de electrodomésticos registró una contracción de 40%.

“El panorama es muy incierto porque el consumo está bastante ralentizado y hay sectores donde cayeron hasta 50% sus ventas en enero y febrero”, reveló José Milino, directivo de la Federación Argentina de Artículos del Hogar.

A pesar que los mayores retrocesos se registraron en el sector de bienes durables, en enero las ventas de supermercados también bajaron 0,4%, debido a la importante disminución en la venta de alimentos congelados, artículos de limpieza y de perfumería e incluso alimentos secos. La caída no fue mayor sólo porque la ola de calor hizo que las ventas de bebidas aumentarán 8% interanual. Sin ese factor, el retroceso hubiera sido de casi 2%, de acuerdo al último estudio de la consultora especializada CCR.

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