Desperdicio cero: ¿Moda o futuro?

Desperdicio cero: ¿Moda o futuro?

Desperdicio cero o Zero Waste, es un conjunto de principios con el objetivo de que la basura no llegue a basureros, incineradores o al océano. En un sistema de desperdicio cero los materiales son reutilizados hasta que ya no pueden ser consumidos de nuevo, y de esta manera se evita al máximo la posible generación de residuos y sus consecuencias.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), actualmente solo el 9% de los plásticos se recicla alrededor del mundo. El problema más grave del plástico es que nos hemos acostumbrado a utilizarlo para todo; y luego lo tiramos a la basura. Este material tarda 150 a mil años en degradarse. Una eternidad si lo comparamos con el papel, que tarda un año, o con el vidrio que es fácil de fundir y reutilizar.

Pensemos en el consumo diario de una persona: empaques de comida, vasos de café, cajas de paquetería, frascos de productos de limpieza y objetos personales. Cuando sumamos la cantidad de desechos que dejamos todos los habitantes de este planeta llegamos a la cifra de 400 millones de toneladas de plástico al año. Además hay que agregar los desechos industriales. Existen muchos materiales que se usan para empacar y trasladar mercancías que solamente se utilizan una vez. Después se desechan y por su composición química no se pueden reciclar. Desde una caja de Amazon con espuma de poliestireno amortiguando el empaque hasta una flotilla de coches envueltos en plástico. Debe de haber mejores maneras de empacar y mantener seguros los productos sin que el planeta y las futuras generaciones paguen las consecuencias.

Millones de personas han empezado a tomar conciencia de la importancia de la conservación de los recursos. Esto ha pasado de ser una moda para convertirse realmente en una tendencia y un modo de vida. Y no solo las personas, sino también grandes empresas se han comprometido a llegar a cero emisiones netas o emisión cero (Net Zero). Coca-Cola Femsa, Nestlé y Unilever son algunas de ellas, y su compromiso con el medio ambiente se basa en la producción, consumo, reutilización y recuperación responsable de todos sus productos, envolturas y materiales sin quemarlos y sin tirarlos al suelo, agua o aire. Esta tarea no es fácil, ya que las empresas tendrán que invertir grandes cantidades de dinero, cambiar recursos y reestructurar procesos para poder alcanzar sus metas.

Muchos están tomando acciones inmediatas, sin embargo no podremos ver resultados hasta dentro de muchos años, y en cuanto a la industria el mayor compromiso es para el 2050. Poco a poco veremos más cambios en el comportamiento colectivo, pero no será hasta que exista una conciencia global y que realmente hagamos un compromiso para poner en primer lugar al medio ambiente y a la salud humana.

La autora es experta en Marketing en industria y actualmente colabora desde Londres.

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