El despacho de Zannini, nuevo eje de la gestión

Una escena graficó a las claras por dónde pasa el centro del poder en ausencia de la presidentaCristina Kirchner. El secretario legal y técnico, Carlos Zannini, recibió ayer al mediodía en su despacho al vicepresidente, Amado Boudou, que ejerce interinamente la Presidencia de la Nación, y le dio las directivas que había dejado la mandataria antes de su operación quirúrgica: un secretario de Estado citó al Presidente a su despacho y le dio instrucciones.
Boudou no tiene ni siquiera despacho en la Casa Rosada. Debió trasponer la seguridad de Balcarce 50 y acudió desde la oficina que acondicionó en el Banco Nacion, frente al palacio gubernamental, hace dos años, cuando Cristina fue operada de tiroides. El mandatario en ejercicio es todo un visitante en la Casa de Gobierno.

El que era el despacho de los vicepresidentes se transformó, desde que asumió, en el Salón Eva Perón, un museo de la mítica líder del peronismo.

No había sido la única vez que Zannini centralizó las discusiones en su oficina. Anteayer, el ministro del Interior, Florencio Randazzo; el jefe del Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, también debieron visitar a Zannini, cuyo despacho es ahora el centro de la toma de decisiones.

Esto durará mientras Cristina Kirchner se encuentre internada en la Fundación Favaloro y sin poder tener acceso a diarios, informes de gestión ni discusiones con los ministros. La prioridad ahora será mantenerla aislada para evitar infecciones. El piloto automático pasará por las manos de Zannini.

"Zannini es el hombre orquesta de este gobierno. Todo lo va a chequear con Máximo Kirchner, el hijo de la Presidenta, que está al lado de Cristina. Máximo sabe todo lo que piensa ella, sobre cada tema y sobre cada funcionario: en quién confía y en quién desconfía", dijo a LA NACION un ministro del gabinete.

El contenido de la conversación entre Zannini y Boudou no trascendió en su integridad. Comenzó a las 13 y duró unas dos horas. Pero parte de ella giró sobre la visita que por la tarde ambos harían a Villa María, Córdoba, para inaugurar un puente. En efecto, el vicepresidente en ejercicio de la Presidencia viajó por la tarde, acompañado de cerca por Zannini y por el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. ¿Apoyo o vigilancia? ¿O ambas? Cristina Kirchner no confía políticamente en Boudou.

No se espera que Zannini tome grandes decisiones, que den un vuelco a la gestión de Gobierno. Sólo debería ocurrir un imprevisto. El secretario legal y técnico conducirá la gestión asistido por Boudou, Máximo, Abal Medina y el secretario de Inteligencia, Héctor Icazuriaga, y así buscan llegar a las elecciones del 27 de octubre próximo "de la mejor manera y dando continuidad al modelo". Algunos aventuran en el Gobierno que la figura de Boudou irá quedando sola con los días: lo creen culpable de gran parte del desgaste político que sufrió la Presidenta debido a las denuncias de corrupción que lo afectaron.

Zannini es uno de ellos. Tiene una muy mala relación con el vicepresidente, cuyo origen ideológico está en las antípodas del comunismo maoísta que profesa el secretario legal y técnico. En realidad, la sintonía de Boudou es con Abal Medina y con el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.

Un clima de alegría y tranquilidad se vivió en la Casa Rosada luego de que se informó el éxito de la operación de la Presidenta. Hasta entonces todo era parálisis, incertidumbre y pasillos desiertos. Más allá de bromas nerviosas porque el ex boxeador Jorge "Roña" Castro informó que la operación había terminado y pareció convertirse en vocero oficial, había una perceptible tensión. Los únicos presentes en Balcarce 50 eran Zannini, Parrilli y Abal Medina.

Para mostrar continuidad en la gestión, Randazzo viajó a Florencio Varela para visitar obras ferroviarias junto con el candidato a diputado del Frente para la Victoria Martin Insaurralde. Lorenzino partió anoche rumbo a Washington para asistir a la asamblea anual del FMI. Abal Medina entregó terrenos ferroviarios en la Universidad de San Martín y el director de la Anses, Diego Bossio, entregó netbooks en La Matanza.

El ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, viajó a Chubut y su par de Salud, Juan Manzur, inauguró un resonador magnético en el Hospital Eva Perón, en Merlo. "La gestión no debe decaer", se escuchó en un despacho. "Máxime ahora que nos invadió la alegría por el éxito de la operación", dijo un ministro a LA NACION.

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