El descenso de contagios, la ocupación de terapia intensiva y la presión política, las cartas del gobierno para evitar la Fase 2

La Provincia debe resolver la situación de General Pueyrredon a partir del lunes. Un traslado de los criterios nacionales la depositaría en Fase 2 y se mantendrían fuertes restricciones.

¿Fase 2 o Fase 3? Entre esas dos posibilidades se debate el futuro de General Pueyrredon a partir de las 0 horas de lunes, cuando vuelva a entrar en vigencia el sistema de fases bonaerense y la administración Kicillof deba resolver la situación del distrito. En el medio, el gobierno municipal busca mantener el status, mientras sectores productivos advierten sobre el nocivo impacto de mantener restricciones a la circulación.

Con pocas esperanzas que cambie el DNU presidencial que estableció un cambio fundamental en los criterios para considerar a los distritos en “alarma epidemiológica”, los dardos de Montenegro apuntan a la Provincia. Se especula que el fin de semana el ministro de Salud, Daniel Gollán, y el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, adelanten el clásico informe epidemiológico de los martes donde además se actualiza la situación de los 135 municipios. Es que al vencerse el confinamiento estricto el domingo, se generaría un bache el lunes a la espera de confirmaciones desde La Plata.

El futuro de Mar del Plata tiene algunas certezas en el plano formal. El nuevo DNU nacional establece que para ser incluidos en zona de “alarma epidemiológica y sanitaria” se necesitan más de 500 casos acumulados en los últimos 14 días por 100 mil habitantes o una ocupación de camas de terapia intensiva del 80% para ser incluidos en esta categoría. Hasta hace una semana eran necesario que se cumplan ambos criterios, ahora solo basta con uno.

Con un promedio de contagios por encima de los 400 casos diarios, General Pueyrredon supera con creces el primer requisito, mientras que la ocupación de camas de terapia intensiva llegaba el miércoles al 59%. Con ese escenario, una aplicación automática significaría que Provincia determine el pase a Fase 2 del partido.

Sin embargo, el gobierno de Montenegro apunta a gestiones que eviten esa situación. El bombardeo mediático de funcionarios y allegados fue la primera respuesta, con fuertes declaraciones contra Nación. A ella le sigue la negociación institucional: ya hay contactos con altos funcionarios provinciales para que se ponderé fundamentalmente el criterio de la ocupación de camas. En tanto, el interbloque de Juntos por el Cambio se sumó con un proyecto de comunicación en el que pide a Nación rever el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) mediante el cual se modificó el criterio para la categorización de fases para los distintos distritos, algo que afecta directamente a General Pueyrredon.

La intención es que se analice “la posibilidad de volver a los criterios objetivos del DNU de meses anteriores, para que luego de estos nueve días de confinamiento”, se pueda tener la posibilidad “de retomar las actividades productivas y educativas con los protocolos correspondientes”.

En este sentido, Vilma Baragiola (UCR), la autora del proyecto explicó: “En caso de que el decreto se aplique tal como fue redactado, nuestro partido seguirá confinado una vez se cumplan los nueve días de los que venimos hablando. Necesitamos volver a los criterios objetivos de los decretos anteriores y así una vez finalizado el periodo de aislamiento, la ciudad pueda regresar al trabajo y evitar un perjuicio peor aún del que ya tenemos”.

En un año electoral, la presión social es otro factor no menor. Sectores como los hoteleros, gastronómicos, comercios minoristas no esenciales y gimnasios, entre otros, ya adelantaron que el lunes 31 abrirán sus comercios y no respetarán las restricciones que corresponderían a Fase 2. En tanto, ese escenario también significaría la suspensión de las clases presenciales, un eje por demás sensible.

A la par, el gobierno local puede mostrar mejoras desde los números sanitarios. Desde el récord de los 491 contagios del viernes, los casos confirmados descendieron en las siguientes cuatro jornadas: el sábado hubo 463, el domingo 431, el lunes 423, el martes 367 y el miércoles 309, con una caída del 37% respecto al viernes. Los datos de hoy y mañana evidenciarán si el descenso tiene sustento material o se trató a un desfasaje en la carga y detección producto del fin de semana y los feriados.

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