Por qué no deberías tomar pastillas con ninguna otra bebida además de agua, según la ciencia

Por qué no deberías tomar pastillas con ninguna otra bebida además de agua, según la ciencia

Para tomar los medicamentos, en general, se toma también alguna bebida, pero ¿por qué la ciencia aconseja que solo se utilice agua?

En general, cuando una persona tiene que tomar un medicamento, se ayuda con algún tipo de líquido, que puede ser agua, jugo o alguna gaseosa. 

Sin embargo, este gesto que parece ser inocente, expertos han hecho un estudio en el que concluyeron que solo se deberían tomar pastillas con agua. Según los resultados de esta investigación, otras bebidas pueden afectar a los tiempos de descomposición en el organismo.

El motivo es que el agua no altera ni interfiere en la propiedades del medicamento, ni tampoco genera alteraciones o reacciones peligrosas, algo que sí sucede con otras bebidas, tal como lo indica el reciente estudio publicado en Saudi Pharmaceutical Journal.

En este trabajo, los investigadores buscaron evaluar el impacto de diferentes bebidas de consumo común en los tiempos de desintegración de píldoras y cápsulas de venta sin receta frecuentes en Arabia Saudita.

Las bebidas seleccionadas fueron Coca-Cola, café arábigo, zumo de naranja, suero de leche y una bebida energética.

Los resultados mostraron que todas ellas aumentaron los tiempos de desintegración en relación con el agua. Lo que puede hacer que el medicamento se disuelva antes de que el cuerpo lo absorba.

Asimismo, el estudio sugiere que las bebidas calientes, como el café, pueden alterar la química.

"Las bebidas analizadas no deben utilizarse como sustitutos del agua cuando se ingieren medicamentos. Se debe advertir a los pacientes que eviten consumir bebidas distintas del agua con productos terapéuticos", afirman los autores en el estudio.

Evitar mezclar jugos y medicamentos

 

El jugo, una bebida habitual en muchos hogares y buena fuente de vitaminas, quizá parezca una opción más saludable que el resto de las analizadas. Sin embargo, esto podría conllevar a verdaderos riesgos.

En dicho estudio, los investigadores detectaron que este producto era una de las bebidas que más afectaba la liberación programada de un fármaco comparable al paracetamol.

Evidencias anteriores ya han advertido sobre el riesgo de mezclar jugos y medicamentos. Por ejemplo, los médicos también llevan tiempo advirtiendo sobre los riesgos del pomelo.

Y es que esta fruta parece aumentar el nivel del medicamento en sangre, algo que puede conllevar sufrir efectos secundarios, como advierte el Servicio Nacional de Salud británico.

Entre los fármacos que pueden verse afectados por el pomelo, aquellos para tratar el colesterol, bloqueadores del calcio o algunos destinados a moderar el sistema inmunológico.

En 2008 esta advertencia se extendió a otras frutas.

Los jugos de manzana o naranja también mostraron capacidad para bloquear los efectos de algunos medicamentos, eliminando el beneficio potencial para los pacientes, según un estudio de ese año.

"Se ha demostrado que los jugos de pomelo, naranja y manzana reducen la absorción de etopósido, un agente anticanceroso; ciertos betabloqueantes (atenolol, celiprolol, talinolol) utilizados para tratar la presión arterial alta y prevenir ataques cardíacos; ciclosporina, un medicamento que se toma para prevenir el rechazo de órganos tras los transplantes; y ciertos antibióticos (ciprofloxacina, levofloxacina, itraconazol)", destacaron entonces los autores de la investigación en un comunicado.

Frente a estas evidencias, los expertos recomiendan leer el prospecto antes de consumir cualquier medicamento, para conocer sus efectos adversos, y tomarlas con agua.

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