Tras detenido en Estados Unidos y expulsado a la Argentina, el empresario Carlos Gellert – acusado de ser uno de los testaferros de Daniel Muñoz, ex secretario privado de Néstor y Cristina Kirchner- fue detenido este sábado en el aeropuerto de Ezeiza al arribar al país.

Apenas pisó suelo argentino, Geller fue apresado por agentes de Interpol y luego trasladado a la Alcaldía de Superintendencia de Drogas Peligrosas donde quedó incomunicado, precisaron fuentes oficiales a Infobae.

Según trascendió, el lunes 26 a primera hora deberá prestar declaración en los Tribunales Federales de Comodoro Py.

Este hombre es primo de Carolina Pochetti, la viuda del Muñoz. Formaría parte de la estructura que se habría armado durante el gobierno kirchnerista para lavar al menos 70 millones de dólares con propiedades en Estados Unidos, la cual fue descubierta en la investigación de los Panama Papers.

Su esposa Perla Aydeé Puente Resendez tampoco sería ajena a estas maniobras fradulentas por lo que también permanece detenida. Ella fue captura en México los primeros días de noviembre en México y también es señalada como otra de los testaferros de Muñoz y su mujer Carolina Pochetti. Estuvo prófuga de la justicia argentina durante varios meses hasta que fue localizada en Tamaulipas, desde donde se está tramitando su extradición.

Estas detenciones del entorno del secretario fallecido habían sido habilitadas por los jueces Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia desde la Sala II de la Cámara Federal, al hacer lugar a un pedido del fiscal Carlos Stornelli contra una decisión del juez Luis Rodríguez. Fue en el marco de una causa por lavado de dinero que analiza cómo compró bienes en el exterior que fueron descubiertos a través de la investigación Panamá Papers.

El dato es clave a la luz del expediente de los cuadernos de la corrupción. Allí diferentes declaraciones hablan de cómo Muñoz recibía el dinero que se movía en el auto del chofer Oscar Centeno en el departamento de la ex presidente Cristina Kirchner. Incluso, una de las versiones también señalaba que Muñoz había conseguido valijas más pequeñas para quedarse con una diferencia.