Crearán un sistema de recolección para Residuos Eléctricos

Crearán un sistema de recolección para Residuos Eléctricos

Esto permitirá que la basura electrónica pueda tener un tratamiento correcto garantizado.

 

La Secretaría de Medio Ambiente de la provincia y la Municipalidad Capital, mediante la Dirección Provincial de Gestión Ambiental y la Dirección Municipal de Residuos Sólidos Urbanos, firmaron un convenio donde llevarán adelante una campaña para el tratamiento de los residuos eléctricos y electrónicos en el territorio provincial.

De esta manera, se creará un sistema de acopio y recolección adecuado para los RAEE garantizando su tratamiento correcto.

El material acopiado será gestionado a través de la empresa Solar que realizará el tratamiento de dichos elementos.

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) son los residuos en mayor crecimiento a nivel mundial. 

La velocidad de recambio de estos aparatos y el aumento en su uso, sumado al aumento de las actividades virtuales y remotas, despiertan una enorme preocupación por encontrar rápidamente circuitos de gestión adecuados para esta corriente de residuos. 

Cada organismo pondrá a disposición puntos de acopio fijos y móviles (CAPE, Punto GIRO, plazas, etc.) para lograr un mayor alcance y que la sociedad pueda tener un fácil acceso al momento de deshacerse del material en desuso.

Los RAEE

  Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) son aquellos elementos que utilizamos diariamente, como cepillos de dientes eléctricos, secadores de pelo, tablets, lavadoras, teléfonos, frigoríficos o planchas y que cuando dejan de funcionar se vuelven inservibles y pasan a ser considerados como RAEE.

Los RAEE o basura electrónica pueden contener sustancias peligrosas, como el cadmio, mercurio, plomo, arsénico, fósforo, aceites peligrosos y gases que agotan la capa de ozono o que afectan al calentamiento global como los clorofluorocarbonos (CFC), hidroclorofluorocarbonos (HCFC), hidrofluorocarbonos (HFC), hidrocarburos (HC) o amoniaco (NH3), que si bien son necesarias para garantizar su funcionalidad, pueden emitirse al medio ambiente o ser perjudiciales para la salud humana si, una vez que se convierten en residuos, los aparatos no se gestionen y se tratan adecuadamente.

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