operativo "seducción de gobernadores" no se detiene para el Poder Ejecutivo. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se reunió ayer con gobernadores del norte del país, con quienes firmó un compromiso contra el lavado de activos y el narcotráfico a través de una nueva sede de la UIF. Pero una reunión anterior, a solas y con el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, representó otro guiño del Gobierno al peronismo no kirchnerista luego de la manifestación de "resistencia" de ese sector, el sábado pasado, en la Plaza de Mayo.

La reunión del jefe de Gabinete, Marcos Peña, con el gobernador santafecino, Miguel Lifschitz, en la Casa Rosada, se encuadra en la búsqueda de acuerdos de cara a los desafíos que la administración de Mauricio Macri enfrentará en las próximas semanas. En Salta, Frigerio firmó la creación de la regional de la UIF en el Norte. Además de Urtubey, aparecieron en la foto el aliado radical Gerardo Morales (Jujuy) y Domingo Peppo, gobernador de Chaco e integrante de una nueva subdivisión de la "renovación peronista" que quiere tener buenos vínculos con el Gobierno sin dejar de mantener distancia de Balcarce 50. Tucumán, Formosa, Catamarca y Santiago del Estero (donde gobiernan el PJ o ex aliados del kirchnerismo, como en el caso del matrimonio Zamora) también enviaron representantes. Satisfecho, Frigerio habló de trabajar "en nuestros objetivos, que son la disminución de la pobreza, la lucha contra el crimen organizado y las mafias, y la unión de los argentinos". Y agregó: "También estamos demostrando en esta mesa con distintos gobernadores que se puede trabajar en equipo", afirmó Frigerio.

Juntos y sonrientes, el ministro del Interior y el gobernador salteño anunciaron obras por un total de $ 1900 millones, entre viviendas, rutas y obras en los municipios de Salta. Durante el fin de semana, Urtubey se había desmarcado una vez más del kirchnerismo y calificó de "propias de una visión francamente autoritaria" las declaraciones de Hebe de Bonafini contra el Presidente en la Plaza de Mayo.

Los guiños a las provincias del Norte se replican en otras partes del país. Frigerio, por caso, sostiene un vínculo "privilegiado" con los gobernadores patagónicos, con la excepción de la santacruceña Alicia Kirchner, a quien de todos modos llevan enviados $ 724 millones en adelantos de coparticipación (recuperaron sólo $ 50 millones) y $ 53 millones de ATN. "Claramente no vota a favor en el Congreso y tampoco respaldan nuestras medidas, sin embargo han recibido ayuda desde la Nación", afirman cerca del ministro.

La sintonía con los gobernadores Omar Gutiérrez (MPN), Mario Das Neves (Chubut) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego) despierta la incomodidad de los referentes de Cambiemos en esas provincias, en su mayoría radicales que temen un acuerdo electoral entre mandatarios provinciales y el Gobierno. De todos los "enojados", el radical neuquino Horacio "Pechi" Quiroga fue el que contraatacó de manera más original: invitó a Gutiérrez, su rival político, a "sumarse a Cambiemos" en la provincia.

A falta de Frigerio en Buenos Aires, Peña se reunió ayer con Lifschitz, a quien Macri denominó el gobernador "más opositor" a la Rosada. Las sonrisas al término del encuentro, del que participaron el secretario de Interior, Sebastián De Luca, y la diputada Alicia Ciciliani, denotaron que la tensión en ese frente también comenzó a bajar.