El tema es que solamente los fines de semana se podrá utilizar a los semovientes que concurren libremente a pastar en la jurisdicción de la plaza central Tambor de Tacuarí, en pleno centro frente a la misma mondacipalidad y a la casa particular del intendente. Muchas promesas y las cuestiones básicas no se cumplen. El pasado los condena.
Las muestras fotográficas fueron tomadas el domingo 16 de febrero en plena siesta concepcionista, mientras las vacas cuyos propietarios se desconocen, pastaban sin ningún problema y a la vista de los pocos vecinos que con naturalidad compartieron un momento de campo adentro.
La "desprolijidad de una comuna sin gestión y sin personal" a quienes se les paga 50 pesos el jornal y en negro, pasó al plano natural y lo que debería ser un tema de preocupación si Concepción se quiere posicionar en una opción importante para vista de los esteros del Iberá, es hoy tomado con lamentable sorna.
Las vacas ocuparon mayor parte de la siesta pastando en el interior de la plaza principal del pueblo ubicado, paradójicamente, frente al mismo edificio de la mondacipalidad y justo lindero al domicilio particular del intendente.
Tras el paso rumiante, los semovientes retomaron mansas a sus corrales y por suerte ningún cuatrero, donde redundan, se animó al achur
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