Contabilizado el 92 por ciento de las mesas en el escrutinio provisorio, el Concejo Municipal que legislará a partir de diciembre próximo tendrá un fuerte componente de atomización parlamentaria. Será un cuerpo deliberativo sin mayorías y con la necesidad imperiosa de buscar acuerdos. El Frente Progresista perdió una banca en juego, logró 4, el PRO mantuvo sus 3 escaños que renovaba y el kirchnerismo pugnaba por sumar tres bancas, mientras que la gran sorpresa electoral la dio Ciudad Futura, con tres concejales en su debut electoral. El massismo logro conservar a Osvaldo Miatello por otro periodo legislativo, mientras que el Frente Social y Popular se iba rumbo a ubicar a Celeste Lepratti.

  De las 15 bancas en juego y con el 92 por ciento de los votos, la distribución de los escaños rompió muchos pronósticos y confirmó la polarización: 4 para el Frente Progresista, 3 PRO, 3 Frente Justicialista para la Victoria, 3 Ciudad Futura, 1 para el Frente Renovador y 1 para el Frente Social y Popular.

  En una elección de boleta única donde se votaron cargos ejecutivos y legislativos a la vez, los candidatos a intendente estuvieron muy por arriba de sus listas a concejal.

  El Frente Progresista que encabezaba Horacio Ghirardi como primera fuerza, con el 23 por ciento de los votos, estuvo muy por debajo del 30 por ciento que cosechó la intendenta Mónica Fein.

  La misma lógica se produjo con el PRO, con Gabriel Chumpitaz como cabeza de lista con el 20 por ciento; unos 8 puntos por debajo de Anita Martínez.

  El kirchnerismo corrió la misma suerte. El diputado provincial Eduardo Toniolli no pudo replicar el 22 por ciento de votos que obtuvo el candidato a intendente Roberto Sukerman y no pudo ir más allá de un 15 por ciento.

  Y hasta el massismo tuvo el mismo efecto: Alejandro Grandinetti debutó como candidato a intendente con el 13 por ciento de los votos, pero Miatello bajó al 9 por ciento.

  El que rompió todos los pronósticos fue el líder del Movimiento Giros, Juan Monteverde: Ciudad Futura peleaba voto a voto por ser la tercera fuerza en estas elecciones. La izquierda también se perfilaba para ingresar con una banca en el Frente Social y Popular.

Heterogéneo. Con este panorama, el mapa del Palacio Vasallo podría asemejarse a una paleta de colores, donde la diversidad, la fracturación y las expresiones de nuevas y viejas estructuras partidarias serán moneda corriente.

  A partir del 10 de diciembre habrá 28 bancas en el nuevo Concejo. Contará con un interbloque progresista compuesto por los socialistas Horacio Ghirardi, Enrique Estévez Boero, Verónica Irízar en reemplazo del senador provincial electo por el departamento Rosario Miguel Cappiello, el pedepista Aldo Poy, los radicales María Eugenia Schmuck, Sebastián Chale, Martín Rosúa, Daniela León y el arista Carlos Comi.

  El PRO tendrá a Gabriel Chumpitaz, Alejandro Rosselló, Agustina Bouza, Carlos Cardozo y Ana Laura Martínez.

  El kirchnerismo irá con Eduardo Toniolli, Fernanda Gigliani y Marina Magnani y Norma López. Ciudad Futura tendrá a Juan Monteverde, Pedro Salinas y Estefanía Tepp. Completa la grilla Miatello por el massismo, Lepratti por la izquierda, Lorena Giménez por el cavallerismo, Carlos Cossia y Diego Giuliano aliado al macrismo. 

  También habrá que definir la situación de Héctor Cavallero en relación a sus posibles reemplazantes, al igual que el caso del radical PRO Jorge Boasso.

Repercusiones. El batacazo de Ciudad Futura todavía lo tenía sonriente entrada las primeras horas de hoy. “Esto es una locura, superó mis expectativas, demostramos que sin transar y confiados en nuestro proyecto hoy somos tercera fuerza de Rosario y en cuatro años estamos disputando la intendencia con una trayectoria colectiva de 10 años de militancia”, indicó a La Capital Monteverde.

  Pese a haber perdido una banca, desde el oficialismo Ghirardi consideró que el Frente realizó “una buena elección en un contexto difícil con el esfuerzo de retener el Ejecutivo y con una distribución mayor en cargos legislativos y con una victoria como Frente”.

  Chumpitaz, del PRO, resaltó su felicidad por haber retenido las tres bancas en juego y se mostró exultante por su performance electoral con apenas 3 meses de campaña, por lo que pedirá la presidencia del Concejo. Cuando se lo consultó por la brecha con la candidata Ana Martínez, no dudó: “Ella es única, y estamos contentos”.

  A Toniolli el resultado lo dejó satisfecho y lo calificó como “una gran elección”. El desafío legislativo del kirchnerista será el de anteponer “un modelo de ciudad opuesto al del socialismo y en eso estaremos firmes”.

  Miatello hizo su propia lectura de las urnas. “Duplicamos los votos de las primarias y será un honor estar en el Concejo por un período más. Ojo que será un cuerpo complicado, donde las fuerzas políticas no serán mayoritarias”, dijo. El massista aspira a integrar a su bloque a Carola Nin (ex ministra educativa justicialista), que ingresa en reemplazo de Cavallero.