Nadie augura que el proyecto de alcoholemia cero vaya a generar un debate simple ni breve. Ese será el tema central a partir de hoy en la comisión de Gobierno del Concejo Municipal, donde se continuará discutiéndolo después de que Obras Públicas ya le diera su okey. En principio, la mayoría de los concejales consultados por LaCapital coinciden en que "todos están de acuerdo" en el objetivo de la iniciativa —que quienes manejan no hayan tomado alcohol—, pero que harán falta mucha información, discusión y fuertes consensos para definir cómo lograrlo. Sobre todo, en vista a que varios especialistas en seguridad vial ya se pronunciaron contra la alcoholemia cero por ser "impracticable" y expresión de una "demagogia pura" (ver aparte).

El proyecto que propone la nueva normativa, del radical Sebastián Chale, prohíbe beber alcohol a quienes manejan y fija rigurosas sanciones desde 0,1 gramo de alcohol en sangre, cuando actualmente rigen desde el 0,5.

De entrada la propuesta despertó una fuerte resistencia por parte de los propietarios de bares, restaurantes y boliches, que salieron al cruce advirtiendo las consecuencias negativas que podría generar su aprobación. Como argumentos barajaron que una ordenanza de esas características terminará "fundiendo" sus locales y alentará a los jóvenes a salir a localidades cercanas con parámetros más permisivos, lo que aumentará los riesgos viales.

Pero lo cierto es que la mayoría de los concejales que integran Gobierno recién empiezan a abordar el tema y no parece haber, aún, posiciones muy encontradas.

Roberto Sukerman (FpV), por ejemplo, afirmó que su "posición de fondo" apunta a "reducir los siniestros viales y acompañar permanentemente a las organizaciones que trabajan sobre la problemática, como Compromiso Vial", cuya titular, Mónica Gangemi, dio un fuerte apoyo a la iniciativa.

Aun así, aclaró que "determinados proyectos, como éste, requieren claramente de un gran consenso y no pueden ser votados en forma automática", porque refieren a un tema que "no conviene dramatizar".

"Tengo que escuchar a todos, pero en principio, si hay consenso, estoy dispuesto a acompañarlo", dijo, convencido de que discutir la iniciativa llevará su tiempo.

También la radical Daniela León dijo creer que se trata de un proyecto que demandará mucho estudio. Por ejemplo, "habrá que analizar las estadísticas de otros países para saber cómo funcionaron las distintas alternativas" y consultar al Tribunal de Faltas sobre la "aplicabilidad" de una norma de esta naturaleza, sostuvo.

"Porque en el objetivo estamos todos de acuerdo, pero si pensamos en educar sobre el consumo de alcohol al volante hay muchísimas más alternativas" y habrá que buscar la mejor. "Y yo no sé si esta es la mejor solución", deslizó.

Desde Unión PRO Federal, Carlos Cardozo también planteó que "es un tema complejo que se deberá analizar con detenimiento".

De hecho, el concejal adelantó que hoy aportará un proyecto que su compañero de bloque Alejandro Roselló ya había esbozado, sin llegar a presentar formalmente, donde se contemplaba que en los dos primeros años tras la obtención de un carné se tendría como límite cero de alcohol en sangre, para pasar luego a 0,3.

Consultado por este diario, el propio Roselló (que no integra la comisión de Gobierno) dijo que se trataba de un proyecto "muy crudo" y que su bloque aún no había discutido el tema en profundidad, pero no descartó que el planteo se sume al debate como una posibilidad de modificación, entre otras.

Para Chale, en cambio, cambios de ese calibre "ya modificarían el espíritu" del proyecto. Recordó que el alcohol cero "ya existe para los choferes de servicios públicos sin que haya inconvenientes en su implementación", por lo que sólo se trataría de "extenderlo a los conductores particulares".