Coca-Cola suma una diversidad de voces a un diálogo plural sobre plásticos

Coca-Cola suma una diversidad de voces a un diálogo plural sobre plásticos

Con “Un Mundo Sin Residuos”, la compañía se propuso un abordaje integral para la gestión de los envases, que empieza por la propia etapa de diseño y llega hasta la otra punta del ciclo, que es evitar que se conviertan en desechos.

En el marco de Un Mundo sin Residuos, el compromiso global de la compañía, Coca-Cola Argentina organizó un encuentro virtual multisectorial para dialogar sobre el uso del plástico, sus posibilidades de reutilización y reciclaje, y cómo podemos hacer para generar cada vez menos desechos. 

En enero de 2018, Coca-Cola anunció que comenzaba a transitar un camino innovador y estratégico con una meta ambiciosa: el de #UnMundosinResiduos, el compromiso global de la Compañía para recuperar y reciclar todos los envases que pone en el mercado para 2030. Como una manera de presentar los avances alcanzados en el país en estos casi tres años y reflexionar sobre cómo continuar hacia adelante, Coca-Cola Argentina organizó un encuentro virtual al que invitó a representantes de la industria, el Gobierno y la sociedad civil. Así, recicladores urbanos, empresarios, activistas ambientales y funcionarios ofrecieron sus puntos de vista en relación a un tema tan complejo como desafiante. 

“Las empresas no podemos seguir estableciendo objetivos en modo autista, grandes metas que no podemos cumplir solas. Mucho menos en un tema como residuos y envases”, señaló al inicio de su presentación Mariale Álvarez, Directora de Asuntos Públicos, Comunicación y Sustentabilidad de Coca-Cola Argentina. De esa manera dejó en claro desde el comienzo que en un escenario como el ambiental la mejor manera de obtener logros sostenibles es trabajando de manera mancomunada con todos los actores involucrados en el tema. 

Mariale explicó que, en ese sentido, Un Mundo sin Residuos plantea un abordaje integral que empieza por la propia etapa de diseño de los envases (para reducir la cantidad de plástico necesaria en su elaboración) y llega hasta la otra punta del ciclo –“la más compleja”, definió– que es evitar que se conviertan en desechos. Para eso, la Compañía fomenta las opciones de envases retornables de su portafolio (que hoy representan el 40% de sus ventas) y la recuperación de los descartables para poder darles un nuevo uso, un camino que recorre en alianza con cooperativas, asociaciones, consumidores y autoridades. “El de la recolección es el eje más desafiante y el que necesita de un mayor trabajo en conjunto. Cuando hablamos de economía circular, lo que tenemos que hacer es emular los procesos de la naturaleza, pero en el mundo productivo”, expresó.

Referentes de la industria nacional de reciclado, como Carlos Briones, Gerente de Relaciones Institucionales de Ecopek, y Sergio Martín, director de Reciclar SA, enfatizaron que, si bien la recuperación de una botella comienza en los hogares, donde los residuos secos se separan de los húmedos, se necesita una mayor participación del Estado, que es quien debe aportar infraestructura y normas claras para que todas las partes involucradas tengan un rumbo bien definido. 

“Aunque no sea la única, el reciclado es una de las soluciones más interesantes para el tema de los residuos porque involucra mucha mano de obra, evita el gasto de dólares tan necesarios para el país y tiene consecuencias ecológicas porque no se entierra ese plástico en desuso”, destacó Sergio. 

Los recolectores y clasificadores también dijeron presente en el encuentro a través de la voz de Darío Panelo, CEO de RSU Ambiental, una organización que trabaja en iniciativas como la Ruta Verde para fomentar el reciclaje colaborativo en localidades del noroeste de la provincia de Buenos Aires; y Noelia Segovia, presidenta de Creando Conciencia, una cooperativa bonaerense que procesa alrededor de nueve toneladas de residuos por día y además fabrica su propia línea de productos a partir de material reciclado. 

Un cambio cultural 

Para Dafna Nudelman, influencer en hábitos sustentables y conocida en las redes sociales como “La loca del taper”, la clave pasa por evitar la generación de nuevos residuos. “En una verdadera economía circular, el reciclado tiene que ser la última opción. Entra en escena cuando ya fracasaron todos los intentos anteriores por mantener estos materiales valiosos y funcionales en el sistema de reuso”, destacó. Y agregó: “Debemos tener la necesidad de reciclar menos y usar otras estrategias, como profundizar el uso de envases retornables” 

Sergio Federovisky, Secretario de Control y Monitoreo Ambiental del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, y el último en tomar la palabra en este diálogo moderado por la periodista Gisela Busaniche, aceptó que “en los últimos 25 años, tanto en el tema de la basura y el reciclaje como en otros de política ambiental, el Estado ha sido más un espectador que un fijador de políticas públicas”. Por ese motivo, planteó la necesidad de “establecer una autocrítica y, sobre todo, un punto de partida diferente”. 

A modo de cierre, el funcionario propuso mirar hacia adelante con una postura que apunte a incentivar nuevos hábitos y conductas colectivas mucho más sostenibles y conscientes con el entorno: “Tenemos que discutir cómo producir menos residuos y no qué hacemos con los residuos que producimos”. 

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