Los clubes de San Vicente volvieron a los entrenamientos: cómo es el protocolo

Los clubes de San Vicente volvieron a los entrenamientos: cómo es el protocolo

Todavía no están permitidos oficialmente los deportes de contacto. Deben formar "burbujas" de no más de 12 jugadores. Alegría en San Vicente.

Con la habilitación del Municipio, los equipos mayores de clubes del distrito de San Vicente empezaron esta semana a retomar sus entrenamientos. Por ahora, el permiso es únicamente para trabajos físicos, sin la posibilidad de practicar deportes de contacto.

El protocolo de bioseguridad establece diferentes medidas, como la toma de temperatura de los participantes de los entrenamientos, la desinfección de los elementos que se utilicen y el tope de 12 personas por cada grupo, lo que forma “burbujas”. Por el momento, la actividad está permitida solo para mayores de 18 años. También debería darse al aire libre.

Una de las instituciones que volvió a las prácticas es el Club Deportivo San Vicente. En los últimos días tuvieron su debut después de seis meses de aislamiento los planteles superiores de básquet masculino y básquet femenino. Por decisión interna, fútbol todavía está a la espera de volver.

“Tenemos dos entrenamientos por semana con los planteles de primera, en el playón del polideportivo, al aire libre, con distancias de tres metros. Por ahora son solo trabajos individuales, pero todo sirve”, contó ante El Diario Sur el presidente de la Secretaría de Básquet Masculino, Mauricio Salgueiro.

Y detalló las medidas de cuidado: “Les tomamos la temperatura a todos los chicos antes de entrar, cada uno trabaja con una pelota sin mezclarlas, y después desinfectamos todo”. También agregó que “si todo va bien” esperan incorporar a la misma modalidad de trabajo a los grupos de juveniles y cadetes, que por ahora no tienen permitido el ingreso al club. El dirigente definió como “horrible” la experiencia de la cuarentena sin entrenamientos ni deportes.

“Tratamos de aguantar lo mejor posible, nunca cortamos con los entrenamientos, siempre lo hicimos por Zoom”, destacó. “Al final fue bajado de a poquito la participación, pero lo importante es que no paramos nunca y que siempre le pudimos pagar a los entrenadores. Tuvimos el apoyo de las familias, hicimos rifas, bingos, todo para juntar fondos”, sumó. En el Club Atlético Porteño también volvieron a los entrenamientos esta semana, con los planteles superiores de rugby tanto masculino como femenino.

“Tenemos cinco burbujas de 12 jugadores en masculino y una burbuja en femenino, en dos canchas y con horarios separados de 15 minutos”, relató el presidente de la institución Fernando “Friki” López.

Porteño mantuvo durante la cuarentena entrenamientos por Zoom, aunque López reconoció que “al final ya no se los aguantaba más nadie”. “Primero eran un montón y después se fue viniendo abajo. Por ahora los juveniles tienen que continuar con esa modalidad”, dijo.

En las últimas semanas, al margen del club, los jugadores habían empezado a organizarse para salir a correr en grupo, manteniendo la distancia. “Estamos desesperados por volver a jugar, pero por ahora tenemos que tener paciencia. Recién se arrancó con lo físico, después se sumarán elementos, luego se unirán burbujas y se podrá tener contacto y lo último será jugar con público”, repasó López en base al esquema que trazó la URBA.

Porteño también sufrió la crisis económica de la pandemia, con una recaudación golpeada, pero lograron subsistir con la promoción de un vino con la etiqueta del club, la venta de barbijos y el aporte de los socios. También recibieron un subsidio del gobierno nacional que destinaron a la reconstrucción de los vestuarios.

 

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