A finales de la semana pasada, la Legislatura de la provincia de Buenos Aires otorgó media sanción a la ley que contempla beneficios y la creación de un fondo provincial de asistencia para los clubes de barrio. 

La ley, que fue aprobada en Diputados y ahora espera la siguiente media sanción en la Cámara alta, "tiene la finalidad de desarrollar acciones tendientes para estimular la práctica de los deportes, las actividades recreativas, sociales y culturales en los clubes”, había explicado el secretario de Deportes de la Provincia, Alejandro Rodríguez.

Desde los clubes de barrio sostienen que es “muy positivo” que se logre la ley para “dar esperanzas y expectativas” a los clubes, esos espacios en los que desde hace tiempo los vecinos se reúnen para practicar deportes, actividades lúdicas o contar anécdotas. 

Aquellas instituciones que le dieron vida a los barrios, corren riesgos y la amenaza de cerrar las puertas se incrementa con el paso de los años, motivo por el que autoridades celebran la iniciativa, que contemplan la asistencia del Estado a estas entidades intermedias.

Satisfacción.

“Estamos muy esperanzados y con mucha expectativas por el tema. Es que es una realidad de, que así como Estado se ocupa de otras instituciones como bibliotecas populares u otro tipo de entidades, los clubes de barrio puedan tener algún tipo de asistencia, así como lo tienen escuelas públicas, por ejemplo, o las instituciones que tienen un rol que ocupan en la contención y en la formación de los pibes, por lo que es esencial la participación del Estado. Si no, no hay forma de sobrevivir o se hace muy difícil la supervivencia de los clubes”, indicó el titular del Club Unión de Lanús, Walter Ramella.

Para la presidenta de Defensores de Banfield, Marina Lesci, el nuevo paso legislativo que tomó la ley es “un avance importante”. “Hacía muchos años que necesitábamos una legislación, porque hay muchas cosas para hacer respecto a los clubes de barrio, tanto en temas impositivos, como en cuestiones judiciales y demás, porque los clubes quedamos como una figura intermedia: no es una empresa, aunque tiene obligaciones y cargas como si lo fueran; tampoco es un organismo del Estado”, analizó.

El camino que falta por recorrer. Para Ramella, son varios “los puntos positivos que conlleva la Ley”. “El hecho de poder contar con la titularidad de los terrenos, de esos predios que muchos clubes ocupan desde hace mucho tiempo; poder contar con seguros y ese tipo de cosas que la mayoría de las instituciones no tiene, ya que no tienen una estructura como los clubes grandes, que cuentan con toda un sistema de recursos humanos, materiales y económicos para poder enfrentar ese cuestiones de infraestructura, entre otras cosas. Por lo que es para celebrar profundamente lo que es el paso de esta ley”, detalló.

Lesci, además de coincidir en los beneficios de la ley, enumeró una serie de cuestiones que faltarían como para que la ley sea “completa”. “Entre las cosas que hacen faltan, está el tema de las obligaciones impositivas porque, justamente porque un club es una asociación civil, sin fines de lucro, debe hacer todo tipo de contribuciones y aportes de la totalidad de sus proyectores y de sus empleados, lo cual es una carga pesadísima, y no se puede poner la cuota de un club de barrio a precios altos porque se perdería la esencia de club de barrio”, explicó. 

“Debiera ser más sencillo el tema de las exenciones impositivas y demás. Yo creo que tener algún tipo de subvención, como las escuelas privadas, podrían tener los clubes, porque cumplimos una función pública siendo entidades privadas. Y si una escuela privada tiene una subvención para los sueldos y otros pagos, me parece que lo clubes lo necesitarían aún más”, consideró.

El tiempo y la toma de conciencia. Más allá de la celebración por la media sanción y el pronto tratamiento de la ley en la Cámara alta, coincidieron que la ley bien podría haberse “tratado anteriormente”.

“Hubiese sido preferible que se hubiera tratado antes. Pero esto también coincide con un Gobierno que tomó conciencia de la problemática de los clubes barriales, por lo que se hizo eco y evidentemente el planteo se fue haciendo. Pero lo que pasó fue que otras autoridades no se sensibilizaron con la realidad que planteaba”, aclaró Ramella.

En la misma línea, Lesci aportó que “esta ley bien podría haber llegado antes, pero lo importante es que se está logrando”. “Los clubes son muy añejos y sobre todo en la década del ‘90, cuando fue la situación más crítica de la mayoría de las instituciones, pero lo importante es que va a ayudar de ahora en más”, aseguró.

Sin detalles por el Registro. Desde la Provincia informaron que los clubes que deseen incorporarse al régimen deberán inscribirse en el registro único de Clubes de Barrio, que funcionará en el ámbito de la Secretaría de Deportes provincial.

Sin embargo, desde lo clubes aseguraron que “no han recibido notificaciones ni detalles sobre la inscripción que notifica la ley”.