Las charlas del desdoblamiento, la interna de Córdoba y el brindis por el dólar quieto

Las charlas del desdoblamiento, la interna de Córdoba y el brindis por el dólar quieto

En el oficialismo se acelera la definición sobre adelantar las elecciones en Provincia. Las visitas en Cumelen.

 

Candidatos reales y candidatos virtuales

Es una audacia minimizar la utilidad de las herramientas de campaña a las que acuden los candidatos, porque pueden dar rédito. El resultado final probará si eran las apropiadas o no. A un gobierno que enfrenta la cuesta arriba de una gestión, le valen las fotos -como las del viernes en La Angostura-, a condición de que no traicionen el objetivo ni la estrategia, que es sostener el Partido del Ballotage,que en 2015 llevó a Cambiemos al poder. El peronismo también tiene su cuesta arriba, con la mochila de la división y la multiplicidad de candidatos, algo que nadie discute en un Cambiemos con Mauricio Macri a la cabeza.

Esa dispersión alienta a candidatos reales de la oposición, como Cristina de Kirchner o Miguel Pichetto -los demás no quieren, o no pueden- a movimientos tácticos, y a candidatos virtuales, como Sergio Massa, a desplegar pirotecnias que pueden parecer ingenuas. Como subirse -a lo Forrest Gump- a una Amarok y manejar por el mapa patrio predicando ante una cámara. Los candidatos reales actúan en la cancha, los candidatos virtuales lo hacen en el subconsciente del público, que es – como afirmó Freud – una hipótesis. Puede no existir y, si existe, en una elección es seguramente menos ingenua, y mucho más despierta, de lo que creen los candidatos. Entre esas herramientas hay que incluir a profecías y sondeos. Si fuera por las encuestas de un año antes, Julio Cobos hubiera ganado en el 2011 y Sergio en 2015.

 

Ocio de verano: el Gobierno confirma que sigue unido. ¿Quién dijo lo contrario?

Se oye ruido de tapones -caminan los cracks por el túnel hacia la cancha-, y cunde alta ansiedad con el comienzo de la segunda quincena, la del recambio. Salen de escena Macri, que se va aún más al sur, y de ahí a Brasil; Elisa Carrió se toma unos días afuera después de ordenar los muñecos en el pesebre -recibió en 24 horas a los agentes del destino de Mauricio, Horacio Rodríguez Larreta y Marcos Peña- y el jefe de Gabinete también hace pausa. Con eso quedan postergadas durante esta semana las definiciones para el comienzo del año, por lo menos en el oficialismo, que necesitaba un service de su estrategia. Había tomado la iniciativa con la aprobación del Presupuesto, pero lo mareaban los titulares sobre desdoblamientos de elecciones en territorios propios, algo que proyectaba una sombra de desorden, y hasta desacato de los principales socios de Cambiemos. Lo rectificó Carrió en sus citas en el Instituto Arendt y en Capilla del Señor: no será candidata y su plan es la reelección de Macri.

¿Alguien había dicho lo contrario? No, pero el silencio de la mesa chica consintió las fantasías de opositores y de cronistas ociosos, que se preguntaban, sin razón alguna, si la decisión prometida por Lilita para diciembre era la ruptura. El silencio provoca un efecto tal en el público que sigue la política, que el Gobierno se ve obligado a llenarlo con fotos y gestos. No alcanzan las redes sociales en las que tanto confían hoy los políticos, y no solo del Gobierno. Los pronunciamientos de Carrió son la realidad que intenta desplazar a la política virtual.

Gobernadores radicales: si gana Cristina no podremos gobernar

También el silencio provocó el viaje de los gobernadores a Cumelén -Larreta, Alfredo Cornejo, Gerardo Morales y Diego Santilli de testigo-. ¿A qué fueron? A hablar de política seguramente que no, porque cuando los políticos se reúnen hablan de todo, menos de política. El que sepa otra cosa, que levante la mano. Silencio en sala. Viajaron a: 1) mostrarse en una foto como que están todos juntos con Mauricio; 2) ponerse al servicio de un mismo objetivo, que Macri sea reelecto. ¿Hacía falta? En realidad no, pero los ociosos del verano aprovechaban el silencio de la mesa chica para disparar especulaciones. Para responder a cualquier especulación maliciosa Morales y Cornejo entonaron al unísono: vamos a ajustar nuestra estrategia en las provincias a la de la reelección de Macri. Primero él, después la nuestra, porque si gana Cristina de Kirchner, aunque ganemos nosotros, no podremos gobernar. Alguna alusión hubo a María Eugenia Vidal, ante lo cual Macri dijo: María Eugenia está en la misma actitud. Cerca esperaba, tratando de interpretar el lenguaje de los labios, Federico Salvai, jefe de Gabinete de la gobernadora.

También leyendo labios, supimos en la mesa de las conversaciones de Miguel Pichetto con Rogelio Frigerio -antes de que saliese de vacaciones- y con Peña, del compromiso serio del Gobierno para el tratamiento del proyecto de financiamiento de campañas, en las extraordinarias de febrero. Esa iniciativa la tiene el Senado y permitirá, si es aprobada, que haya dinero de empresarios, algo que nadie ve en el horizonte -si no se cambia la ley- como consecuencia del escándalo de los cuadernos. Pichetto los apuró con un argumento de fierro: "Si no se permite el dinero privado dentro de la ley, el narco va a avanzar sobre la política, como ocurrió en otros países. Acá mismo, ya entró en municipios de Litoral". Peña le dijo que el proyecto se tratará y le comunicó lo hablado con Carrió, que tiene fuertes observaciones hacia esa cláusula del proyecto.

La jefa de la Coalición dijo que cuando el proyecto se trate en Diputados, su bloque votará la aprobación en general de esa autorización, pero que en la votación en particular se opondrá. El efecto cuadernos tiñe muchos capítulos de la política. Larreta, por de pronto, debe resolver la licitación de los subtes, y hay tres postulantes, dos de los cuales tienen como socios a empresas locales (Roggio, Eurnekián) que tienen ejecutivos procesados en la causa que lleva Claudio Bonadío, por el presunto revoleo de bolsos con dinero hacia funcionarios del gobierno anterior.

En el condumio neuquino, innovó Macri al unir esferas de interés. De la Puna (Morales) al Ande (Cornejo) con dos gerentes del área metropolitana, como Larreta y Santilli. Con Vidal dialogó por interpósita persona, en la cancha de pádel, en donde compartió esa rutina algo retro (jugar al pádel revela la edad) con Salvai, jefe de Gabinete de María Eugenia Vidal, que anduvo por allí junto a su mujer, la ministro Stanley. Con él y con Larreta, que llevó maletas para quedarse algunos días más, terminaron de diseñar la estrategia.

Como se contó aquí, no tiene muchos prosélitos la idea de desdoblar elecciones en territorios dominados por Cambiemos. Los asistentes a esas mesas chiquitísimas en el vértice del poder -en traslado hasta este fin de semana al sur- se ríen del terror que les causa a los peronistas cuando escuchan hablar de adelantar las elecciones, por ejemplo, en Buenos Aires. Por de pronto, no hay ningún grupo dedicado hoy en el Gobierno a analizar a fondo ese escenario. Lo pidió Massa como una ventaja que podían tener algunos seguidores de ese distrito, que temen los efectos de la aspiradora de una Cristina candidata. Fue condición para que sus legisladores aprobasen el Presupuesto en la legislatura platense. Se la concedieron, pero sujeta a una definición final en marzo, después de que la comisión de ese poder dictaminase una respuesta. Massa aceptó, y siempre iba a hacerlo, porque prefiere ser socio de un presupuesto loteado, que factura con posiciones para los suyos en organismos bonaerenses, y no perder todo por un cachivache de fechas sobre el que nadie sabe qué efecto final puede tener.

En esa mesa Cumelén se rieron de cómo los mirones se dejan llevar por estas fantasías, que nadie está considerando en serio. Admiten que como globo de prueba lo comentan algunos funcionarios del gabinete ante sus visitantes, algunos del periodismo, otros del peronismo. Uno de los que se sentaron en esa mesa con Macri rio en estos términos: “Los que andan por la PB de la Casa de Gobierno, salen hablando de desdoblar. Los que merodean el primer piso, sostienen que hay que mantener la unificación”. No hace falta ser muy baquiano para identificar la orografía de la Rosada: en la planta baja tiene su despacho Rogelio Frigerio; en el piano nobile, laten Macri y Marcos Peña.

Inauguración de obras en Capital presume la unificación

La charanga del desdoblamiento perdió más oxígeno en el aparte de Larreta con Macri, que fue un repaso de las obras en la Ciudad de Buenos Aires y su cronograma de inauguraciones, previsto todo para antes de la fecha de cierre de la inscripción de candidaturas a las PASO, que es el 2 de junio. Son tres mega obras: el viaducto Mitre, que levanta las vías del tren sobre los barrios de Núñez y Belgrano; el de Córdoba-Juan B. Justo; y el paseo del Bajo, que empalma, junto al río, la autopista a la Plata con la Illia y la salida al Norte. El cronograma desalienta cualquier adelantamiento en la Capital. Esta columna tiene alguna autoridad para reclamar atención sobre este punto, porque aquí se habló por primera vez de un posible adelantamiento de elecciones en la capital, que ahora se desmiente en el máximo nivel. Fue en la columna del 25 de marzo de 2018: (Avant Première: Rosca judicial en Olivos, dudas porteñas y queja cordobesa por el 2019 - https://clar.in/2Gpt3KE, subt. "Larreta ahora duda de unificar").

Cornejo, encargado de resolver interna radical de Córdoba

Igual Macri le encargó una changa, aunque sea a la distancia: el tema Córdoba es de ustedes. La mesa exaltó la oportunidad que significa que Mario Negri, precandidato a la gobernación, haya sumado a Héctor Baldassi y a Luis Juez. Eso aísla al contendiente Ramón Mestre, que preside la UCR local, y maneja una red de intendentes, con quienes quiere llevar al partido a una elección interna. La mesa le encargó a Cornejo que, como titular nacional, alinee los patitos e imponga un acuerdo. Se habló de la conveniencia de que Macri mismo interviniese. Jamás. Es una cuestión de los radicales, y zanjar en la polémica entre Negri y Mestre sería meterse dentro del partido. “Ustedes saben lo peligroso que es eso", coincidieron todos. La misión de Cornejo es llamar a las partes a una conciliación, que impida una elección interna que puede dejar heridos y perjudicar las chances del ganador en las generales contra Juan Schiaretti. Cornejo quedó encargado de la gestión.

Un brindis por el dólar que no se dispara

Ese almuerzo del viernes en la Angostura se justificó con el proselitismo y la virtualidad propagandística de la photo opportunity de los viajeros, que permanecieron pocas horas por allá, salvo Larreta que extendió la estadía hasta este domingo, cuando Macri hace las valijas para irse a Santa Cruz, Tierra del Fuego y luego Brasilia. ¿De qué hablaron? Mauricio festejó ante los visitantes la bonanza de la jornada: el Banco Central había salido a comprar dólares para sostener el precio del dólar. ¿Es bueno eso?, preguntó uno. Buenísimo, porque ahuyenta el fantasma de lo peor, que sería una corrida cambiaria.

Como no querían quedarse atrás en el optimismo de la mesa, Morales hizo el rap del litio, el relato entusiasmado sobre cómo la explotación de ese mineral convertirá a Jujuy en capital mundial de las pilas. Una pila de vida rio otro, que -era Cornejo- levantó el ánimo con el boom del turismo en Mendoza. Se dio vuelta la tendencia, ahora vienen los chilenos para acá. De paso, avisó que esta semana también se va de viaje: Madrid, feria del turismo Fitur.

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