El talentoso músico Guillermo “Dito” De Langhe falleció ayer, a la edad de 77 años. Su deceso se produjo en Buenos Aires y sus restos son traídos a Quitilipi donde serán inhumados. El destacado quitilipense se encontraba internado en un sanatorio de la Capital Federal desde hace varias semanas por una seria afección arterial, derivado desde una clínica local.
QUITILIPI (Agencia) Recordaba siempre su vocación musical generada por la prestigiosa profesora de piano Dolores “Lola” Pons del conservatorio Fracassi al que concurrió desde niño, graduándose de profesor. No obstante estos estudios, su capacidad creativa logró alcanzar niveles de excelencia en piano y órgano.
Conformó su primer conjunto a los 16 años con una larga actuación en grupos en toda la provincia. Instaló en Quitilipi el primer “boliche” que llamó La Batea al que concurrían parroquianos de diversas localidades del interior provincial. Se radicó luego en General San Martín donde contrajo enlace con la docente Rosa Insaurralde y continuó animando festivales y actuaciones en El Fogón de los Arrieros y otros locales emblemáticos de Resistencia y el interior.
Fue a probar suerte a Buenos Aires empleándose durante el día en locales de venta de instrumentos musicales como Casa América y por la noche empezó sus actuaciones con diversos grupos. Recordó entre otros a Oscar Aleman, Eddie Pequenino, Barry Moral, Lalo Schifrin, Horacio Salgán. Regresó al Chaco y continuó con actuaciones en Resistencia y otras localidades chaqueñas.
Hijo de una de las familias tradicionales, recibió junto a sus hermanos un homenaje comunitario a sus padres. La Municipalidad descubrió en acto especial una placa recordatoria al frente del domicilio, ya que dicha empresa fue histórica como taller mecánico y casa de comercio del rubro. Por algún tiempo fue Director Municipal de Cultura y siempre creativo en sus actuaciones con un cuarteto o bien como destacado intérprete solista del techado.
En los últimos años su grupo se denominaba “Dito De Langhe Cuarteto” con actuaciones en bares y fiestas en Resistencia y Corrientes. Meses atrás mostraba orgullos un magnífico piano eléctrico con el que tenía intenciones de efectuar presentaciones especiales con motivo del Centenario de la localidad. Su trayectoria merece una mayor precisión que seguramente será concretada. Hoy Quitilipi y otras localidades donde tuvo incontables amistades, lloran su desaparición física. Su recuerdo perdurará tanto por su talento musical como por su carácter siempre optimista, generador de entrañables amigos.
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