Se confirma el derrumbe de la actividad en agosto, tras el nuevo round devaluatorio: la economía se contrajo 1,1% contra los niveles de julio, en la comparación libre de estacionalidad. Las primeras señales de septiembre también son negativas y cada vez se espera una caída mayor para el total del 2019. Incluso advierten que podría llegar a registrarse una de 5%. De corroborarse, durante la gestión Cambiemos el desplome del PBI tendrá tintes extraordinarios y llegará a 6,8%.

Los datos corresponden al Índice Mensual de Actividad (IMA), del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA), que fue adelantado a BAE Negocios. En los primeros ocho meses del año se acumuló una contracción de 5,7%. Una particularidad: desde ITE-FGA venían sosteniendo desde hace meses que la economía iba a caer 3% en 2019. En ese entonces los analistas y bancos de la city, consultados por el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza todos los meses el BCRA, preveían una contracción en torno al 1,5%.

Ahora que el consenso de economistas de la city convergió a un número similar, y espera que el PBI baje 2,9% durante el 2019, ITE-FGA también reaccionó a la nueva coyuntura y corrigió más a la baja: su expectativa es que la contracción sea cercana al 5%.

El informe remarcó: "Luego de la devaluación de agosto y el consecuente rebrote inflacionario en un contexto de caída del consumo, la economía probablemente cerrará el 2019 con una caída cercana al 5%. La economía ya lleva más de un año sin poder salir de la recesión y ya ni siquiera cabe esperar una dinámica en forma de L sino una profundización de la recesión".

Y detalló: "La dinámica de agosto refleja un escenario en el cual todos los indicadores se encuentran en terreno negativo, con la única excepción de las cantidades exportadas. Se destacan las caídas en préstamos comerciales, de 38%, en cantidades importadas, de 19%, en las ventas minoristas informadas por CAME, de 19%, y en la recaudación de la seguridad social en términos reales, de 10%".

Los datos de septiembre dejan entrever que la dinámica no mejoró demasiado. La recaudación tributaria, que en agosto había mejorado 0,9% interanual, cayó 7% real interanual durante el mes pasado. El IVA impositivo, indicador clave del consumo, cayó 9% real intermensual. El dato no está desestacionalizado, pero lo cierto es que en los últimos cinco años septiembre nunca había mostrado un comportamiento semejante.

Además, las importaciones desde Brasil se contrajeron 27% interanual. Los despachos de cemento cayeron 9,9% intermensual. Las ventas de autos en concesionarios totalizaron 35.781 unidades, lo que representó el peor número de todo el 2019. Por su parte, las de usados cayeron 5,5% respecto a agosto.