Casi un 40% de las salas se abrieron con el kirchnerismo

Casi un 40% de las salas se abrieron con el kirchnerismo
Desde 2003 el sector vivió una explosión. En los últimos diez años se abrieron 148 casinos, salones de tragamonedas y bingos, de un total de 378. El control de la recaudación está bajo sospecha.
Desde 2003, cuando llegó el kirchnerismo al poder, el negocio de los juegos de azar vive un auge sin precedentes. Las salas de juego (una categoría que incluye casinos, locales con tragamonedas y bingos) se incrementaron en un 64% durante la década kirchnerista. De las 378 salas que hoy existen en el país, 148 se abrieron en el período 2004-2014. Eso indica que casi un 40% de ellas fueron creadas durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, una expansión que no conoce registros similares.

En la Argentina, las cifras que mueve el rubro -que en todo el mundo suele estar bajo la lupa de los investigadores de lavado de dinero– son impactantes.

Las últimas estimaciones, según registros oficiales de las loterías provinciales, arrojan que el juego en todas sus variantes mueve una cifra anual de $105 mil millones en todo el país. Ese dato figura en el libro recientemente publicado “El Poder del Juego”, donde sus autores –los periodistas Ramón Indart y Federico Poore– revelan que el negocio está concentrado en 15 grupos, pero cinco de ellos son los que se llevan la tajada más grande si se observa su facturación.

El aluvión de nuevos locales para apostar que llegó en la última década tuvo como protagonista al empresario Cristóbal López, que en el período 2007-2014 abrió 12 salas de juego en diferentes provincias. También MAC Group de Benito Roggio y Miguel Ángel Caruso, durante el 2006 abrió nuevas seis instalaciones de Hoteles – Casino y al año siguiente proyectaba la apertura de ocho más.

Clarín pudo constatar que de las 378 casas de juegos registradas, 148 se abrieron desde 2004 a la fecha, según datos de un informe del diputado nacional Fabián Peralta (GEN-FAP). En cinco años, de 2005 hasta 2010, llegaron a inaugurarse 22 casinos en diferentes provincias y la expansión de los tragamonedas fue la más significativa en esos locales.

El principal conglomerado del sector es el que maneja López (Casino Club- HAPSA-TecnoAccion), que facturó $5.570 millones según datos de 2012. El grupo Codere factura cerca de $1.950 millones, Boldt $1.350 millones, y luego se ubican Argentine Gaming Group (AGG), con una facturación estimada de $750 millones y la Compañía de Entretenimiento y Turismo (CET) con $700 millones anuales.

Estos cinco grupos manejan 27.803 tragamonedas en un total de 35 salas de juego. Esas máquinas son hoy el corazón del negocio y además están en el centro de las sospechas por los débiles controles que aplica Lotería Nacional a su facturación (Ver página 5).

En el caso del grupo de López, sus empresas manejaban menos de 4.000 tragamonedas en todo el país hasta 2003 y hoy tienen instaladas unas 13.000.

Los especialistas consideran que estas máquinas generan una mayor adicción en las personas que juegan. Cuanto menor es el tiempo entre la apuesta y el resultado de la misma, mayor es la posibilidad de potenciar la adicción, es por eso que las “maquinas tragamonedas” son especialmente adictivas. “También la sonoridad, el impacto visual y la pérdida de noción del tiempo contribuye perjudicialmente”, señaló el diputado Peralta, que integra la Comisión de prevención de adicciones en la Cámara baja.

En muchos casos, la estrategia empresarial es llenar los salones dedicados al bingo o mesas de ruleta con las nuevas máquinas. Según la información de la Asociación de Loterías, Quinielas y Casinos Estatales de Argentina , en todo el país, el total de tragamonedas es de 70.419. Sólo en la provincia de Buenos Aires hay 21.870 “maquinitas”, como las denominan en la jerga.

Si se estableciera una relación entre la cantidad de salas en todo el país y la densidad poblacional, el promedio arroja que hay un local cada 100 mil habitantes. Sin embargo, hay casos en donde hay una sala cada un millón de habitantes, como Santa Fe, y otros, como el extremo de San Luis, en donde hay 27 salas de juego para 432.310 habitantes, lo cual indica que hay un local cada 16.011 puntanos.

La provincia de Buenos Aires es la que encabeza el ránking con 57 salas. Entre Ríos la sigue con 30 y San Luis con 27. En Misiones hay 26 salas de juego y siete de ellas en la misma ciudad: Posadas. Son ocho los distritos que cuentan con más de 20 salas y otros ocho los que no superan las 19, entre ellas Córdoba, Mendoza, La Rioja, Río Negro, Chubut, Salta, Corrientes y Formosa.

La provincia de Entre Ríos es una de las que más salas de juego abrió en los últimos años, 21 instalaciones se crearon en la década kirchnerista.

Para elaborar su informe “Mapa del juego en Argentina”, el diputado Peralta requirió información a cada provincia y también a Lotería Nacional. Las respuestas fueron tardías y en muchos casos incompletas. “El primer dato es la dificultad para obtener toda la información, esto parece un secreto de Estado, sólo Chubut, San Luis y Jujuy y Lotería Nacional respondieron los pedidos oficiales”, explicó a Clarín. “En esta década el Estado dejó en manos de privados el juego: el 50,4% de las salas las manejan solo siete grupos empresariales”, sostuvo.

En la Cámara de Diputados de la Nación hay tres proyectos que buscan abordar la problemática de la ludopatía vinculada a la importante expansión que el juego tuvo en estos últimos diez años. Peralta además planteó que “las salas de juego son ámbitos propicios para el lavado de dinero y tienen que tener un control específico”. En consecuencia, el legislador presentó un pedido de informe para saber cuántos reportes de operaciones sospechosas (ROS) emitió en los últimos años Lotería Nacional y qué resultados arrojaron.

Comentá la nota