Se trata de una zona que fue arrasada la semana pasada por dos incendios intencionales y donde se había proyectado un complejo de 15 torres y 11 edificios y la construcción de 2500 departamentos.

Durante una primera etapa, se buscará proteger esta importante extensión de tierras que pertenecerían a un fideicomiso inmobiliario y que se extienden en las márgenes oeste del lago San Roque, a dos kilómetros al norte de la desembocadura del arroyo Los Chorrillos, al este del río Cosquín y cerca de Bahía Los Mimbres.

Para ello, se girará al Consejo de Planificación Urbano Ambiental (CPUA) un proyecto de ordenanza para seguir ampliando el área protegida y garantizar la preservación y recuperación del bosque nativo. Y es que, además el municipio carlospacense avanzará sobre un plan de remediación en el sector afectado por el fuego, prohibirá cualquier construcción en la zona y no se descarta avanzar hacia un expropiación en los próximos años.

El mega-emprendimiento sumó el rechazo de vecinos del barrio Villa Parque San Miguel, La Loma y de habitantes de la vecina localidad de Villa Santa Cruz del Lago, como también de organizaciones ambientalistas, asambleas de vecinos y el Foro Ambiental de Córdoba, que supo denunciar el año pasado que el emprendimiento no forma parte de ningún plan estratégico de desarrollo y atenta contra la calidad de vida en toda la región.

«Hay una franja por la que va un arroyo que se encuentra definida como Área de Riesgo (superficie cuyas condiciones geomorfológicas, geológicas, su relación con cuencas hídricas o escorrentías, probabilidades de inundación u otras, desaconsejan su urbanización)»; supieron informar los ambientalistas, a través de un duro comunicado.

 «La decisión de que el desarrollo inmobiliario para Punilla incluya la proliferación de torres y edificios debe ser un tema ampliamente debatido por sus implicancias en el modelo de paisaje y turismo al que se aspira, y no debe ser el producto de una actitud permisiva por parte del Estado a la iniciativa privada»; denunciaron.