Carlos Paz a media máquina: sólo 40% de reserva

Carlos Paz a media máquina: sólo 40% de reserva

Lo confirmó el titular de la Asociación Hotelera de "la perla" serrana. Apuestan a "buenos precios". 

Revisaron los neumáticos, cambiaron el aceite y encendieron los motores pero la temporada no arranca para los hoteleros de Villa Carlos Paz. “Estamos a media máquina” dice Guillermo Lopez Novoa, titular de la Asociación Hotelera de la perla de Punilla y dueño del Hotel La Cuesta. “En una temporada buena estaríamos hablando de un 80% de reserva para esta época”, compara. Con estreno de cartelera teatral y Dakar incluídos, la ocupación del fin de semana fue del 75% 

 Son varios los factores que explican el bajo nivel de demanda. En primer lugar, la incertidumbre sobre las medidas económicas que está tomando el nuevo gobierno nacional genera inseguridad en los turistas. En segundo lugar, la devaluación en Brasil hace más atractivo ese destino. Si se suma el gasto del traslado, sale más caro viajar al país carioca, pero la relación costo-beneficio deja en desventaja a los destinos locales. No hay mucha diferencia de precios, pero Brasil tiene mejores playas y buen clima. Por último, las noticias sobre las inundaciones y los pronósticos de una temporada lluviosa desalientan a los viajeros. “La gente no sabe que Carlos Paz y Unquillo están en lugares distintos” grafica Lopez Novoa que atiende decenas de turistas por día solicitando cambiar sus reservas por miedo al agua.

En cambio, para los hoteleros, los precios no son determinantes: “En promedio no superó el 22% de aumento. Con esas tarifas deberíamos trabajar mejor” asegura el representante de la cámara que nuclea a los hoteleros de Carlos Paz y otras localidades del Valle de Punilla

El Intendente Esteban Aviles fue mucho más optimista.“Creo que entre todos vamos a hacer que esta temporada sea muy buena” dijo Aviles a la publicaciónEl Diario de Villa Carlos Paz. Muchos turistas, saben que hay lugar de sobra y preferen viajar sin reserva de alojamiento y eso alimenta las esperanzas. Los hoteleros calientan los motores y esperan.

Comentá la nota