La candidatura porteña de Lousteau, a poco de andar, ya cosecha resistencias

La candidatura porteña de Lousteau, a poco de andar, ya cosecha resistencias

El senador porteño se lanzó tempranamente como sucesor de Rodríguez Larreta en la Ciudad, pero su candidatura chocará con una estructura de gestión aceitada como es el Pro y con varios dirigentes del riñón del jefe de gobierno con las mismas aspiraciones.

Por: Matías Manuel Ferrari.

Mientras la plana mayor de Juntos por el Cambio dirime a cielo abierto posicionamientos y estrategias electorales de cara a la próxima elección nacional, Martín Lousteau aprovechó para primerear en la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad. “Voy a ser candidato a jefe de gobierno porteño", blanqueó desde Santa Fe, donde presentó hace cinco días el armado de Evolución, su espacio dentro de la UCR que conduce junto a Emiliano Yacobitti. Si bien el anuncio de “Guga” liberó una silla radical en la carrera presidencial, sumó tensiones prematuras con el Pro local, según pudo reconstruir Diagonales. 

La candidatura de Lousteau chocará no sólo con una estructura partidaria aceitada a lo largo de cuatro períodos de gestión, sino con varios dirigentes dispuestos también a ocupar ese mismo lugar. Entre ellos, el ex intendente de Vicente López y actual ministro de Gobierno porteño, Jorge Macri, quien desde hace meses viene delineando por lo bajo la suya propia. 

Según pudo saber este medio, en la sede de Parque Patricios se basan en un sondeo que se realizó hace pocos días para ubicar a “Guga” en un rol meramente “legislativo”, como el que ostenta. “No tiene un perfil de gestión”, sostienen, bajándole el precio. 

Lousteau tiene desde hace años una relación ambivalente con el Pro. Se sumó como “outsider” a Juntos por el Cambio luego de perder por nada la segunda vuelta en la Ciudad contra el propio Rodríguez Larreta. "Tenemos una visión que es complementaria, muchas veces, con las cosas que hizo el PRO con prioridades distintas”, había dicho desde Santa Fe. Esa visión “complementaria” y esas “visiones distintas” no se expresan, sin embargo, en las votaciones importantes en la legislatura porteña, donde los legisladores y legisladoras de Evolución acompañan a trazo grueso las leyes que envía el Jefe de Gobierno, incluIda la venta de tierras públicas.

El espacio “Evolución” también colocó algunos funcionarios en la propia gestión de Larreta. Uno de ellos es el economista José Luis Giusti, militante radical y ministro de Desarrollo Productivo porteño. Este martes, el Jefe de Gobierno lanzó un programa de empleo joven que desarrolló ese mismo funcionario, con Lousteau a su lado. Jorge Macri no fue de la partida. 

Pero quienes buscan “gestos” del Jefe de Gobierno en torno a bendecir a un sucesor, por lo general quedan decepcionados. El propio Larreta lo fue de Macri, durante la interna con Michetti en 2015, pero las cosas ya no son tan verticales como entonces, al menos no por ahora, explican desde Parque Patricios. Las líneas internas son varias, y en el Gobierno porteño abundan distintas identidades, aspiraciones y concepciones políticas. 

Además, fueron varios los funcionarios del larretismo que están siendo medidos como posibles candidatos. Además de Jorge Macri y Lousteau, la danza de nombres incluye a María Eugenia Vidal y a los dos ministros más visibles de la gestión: Fernán Quirós, de Salud, y Soledad Acuña, de Educación. Otra ministra, María Migliore, vive aclarando que no quiere, por ahora, ser parte de una fórmula en la Ciudad y apunta, sobre todo, a acompañar a Larreta a una posible aventura nacional. 

El caso de Vidal, a la que tampoco hay que descartar, es curioso. Cruzó la General Paz de la mano de Rodríguez Larreta, que impuso su estrategia y apoyó a Santilli en la Provincia, en el camino inverso. Pese a que ganó, el costo para la ex gobernadora bonaerense fue alto: la posibilidad de que sea candidata a jefa de gobierno es muy resistida por las distintas líneas del Pro. Últimamente, además, su supuesta candidatura presidencial no recoge demasiada resonancia. La semana pasada, en un discurso desde la Bolsa de Comercio de Córdoba, dijo que estaba para “ser desde Messi hasta aguatera”. Para algunos fue una muestra gratis de lo que consideran una caída irrefrenable. 

EL PRO NECESITA PERFILARSE 

El partido mayoritario de la oposición vivió unas últimas 24 horas de frenesí de rosca. La actividad arrancó este lunes en un almuerzo compartido por la conducción partidaria en Puerto Madero. Participaron Patricia Bullrich, Rodríguez Larreta, Cristian Ritondo, Vidal y Mauricio y Jorge. Con el fantasma Milei de un lado, y radicalismo al otro de la derecha y el centro políticos, el principal debate pasó por “perfilar” mucho más el partido.

Algunos dirigentes vienen planteando que, luego de muchos años de compartir coalición, la propuesta original del Pro corre riesgo de “desdibujarse”, dicen, de cara al electorado. Todos acumulan los aciertos y también los pasos en falso. Una víctima de ese consenso es Gerardo Morales: al gobernador radical, un posible presidenciable, se buscará tenerlo lo más lejos posible. 

También se consensuó que, al menos por un tiempo, “todos dejen de pedir”. Por eso, también, el lanzamiento de Lousteau fue considerado inoportuno. 

Punto aparte merecen las diferencias que mostraron Larreta y Bullrich apenas unas horas más tarde, durante la cena que todos compartieron invitados por la Fundación Libertad, que se convirtió casi en un tercer tiempo opositor, con la presencia de Alfredo Cornejo, Elisa Carrió, José Luis Espert, Ricardo López Murhpy y varios otras figuras, además del premio nobel de literatura y mentor liberal latinoamericano, Mario Vargas Llosa. 

El contrapunto fue notorio: Larreta fue explícito en su apuesta por una construcción “de centro mayoritario”. Bullrich lo contradijo: “No podemos jugar al medio. El medio es la continuidad de la decadencia”, disparó. Enseguida, el Jefe de Gobierno se vió obligado a reconocer que en la oposición también hay "chispazos y tensiones".  

Esta mañana, después del acto compartido con Lousteau, se explayó, en lo que fue su descripción más general de la foto del momento: “Cada espacio de Juntos por el Cambio tiene que sostener sus convicciones. Puede haber roces, pero son normales. Lo que tiene que quedar en claro es que cuando hay valores en juego, como la reforma judicial o el acuerdo con el FMI votamos todos juntos. Pero que haya diferencias es un valor. Nos lleva a mejores decisiones. Pero que nadie dude que la unidad de Juntos por el Cambio está garantizada”. 

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